El corazón manda

Capitulo 14: Kaden

Le pedí a Sadie que cuidara a Cam en la noche, ella estará desocupada así que aceptó. No le conté que voy a una cita con Allison, por ahora prefiero reservarlo para mi.


Todavía no sé que me impulsó a pedirle que saliera conmigo, sólo sé que mientras estábamos lavando los platos me puse a pensar en ella, no como empleada del hotel ni como niñera de mi hijo, si no como la chica que defendió a su amigo y compañero de trabajo ante una injusticia sin echarse para atrás en ningún momento, una chica que es cariñosa con un niño que apenas conoce y lo trata como si fuera su familia, una chica que es inteligente, divertida, y hermosa, pero sobre todo real. Ella no me sigue la corriente sólo para quedar bien conmigo, se ríe sin tapujos cuando algo de verdad le causa gracia, me ve como si yo fuera un bicho raro cuando habla de programas de informática y no entiendo ni la mitad de lo que dice, como cuando arregló mi laptop el otro día o ayer cuando ella le estaba explicando a Cam las partes internas de una computadora y Cam la miraba con la misma expresión de “no entiendo nada" que seguramente yo tenia y sobre todo una chica con la que me sentí en confianza de contarle una parte importante de mi vida, mi mayor secreto y ella me escuchó atentamente, esperaba ver censura en su mirada, pero lo único que vi fue comprensión y empatía, así que lo supe, quería conocer más de ella, saber sus secretos, sus gustos y sueños, sus temores y alegrías.


Dejo mis pensamientos cuando entra un mensaje en mi celular el cual dejé en mi cama cuando entre a mi recámara. Salgo de mi armario donde estaba viendo qué ropa usar para la cita y voy hacia la cama y tomo mi celular.


<<¿Qué tipo de ropa debería usar? ¿a dónde vamos a ir?>> Sonrío cuando pienso que Allison está haciendo lo mismo que yo, buscando en su armario que ropa ponerse. Me siento en la cama y le respondo.


<<Ponte algo elegante, pero que no se vea tan formal. Vamos a ir a un restaurante en el centro.>>


No he hecho ninguna reservación, pero eso no es ningún problema, apenas vean que soy yo me darán una mesa.


<<De acuerdooo>>


Ya estamos en otoño así que decido ponerme una camisa negra manga corta, encima me pongo un suéter gris y una gabardina negra la cual dejo sin abotonar, un pantalón pitillo negro y unas botas negras. Coloco un poco de fijador en mi cabello y me lo peino con los dedos.


Cuando tomo mi celular, la billetera y me aseguro que no se me olvida nada me dirijo a la habitación de Cameron para ver si ya está listo y así es, está vestido para salir y tiene un bolso con cosas que puede necesitar.


Nos montamos a mi auto y conduzco hacia la casa de Sadie en el lado oeste del Central Park. Cuando llegamos, Sadie nos está esperando en la puerta.


-Hola príncipe ¿Cómo estás? _Le pregunta ella a Cam mientras se agacha para abrazarlo cuando él corre hacia ella.


-Estoy bien. ¿podemos hacer galletas? _Pregunta Cam inmediatamente. Me río fuerte. Cam ama el dulce y si son galletas de chocolate mejor aún.


-Claro que si cariño. _Sadie se levanta y me da un beso en la mejilla. -¿Cómo estás mi niño?


-Bien Sadie. Gracias por aceptar cuidar a Cam.


-No lo menciones, sabes que amo estar con él.


-Lo sé. Máximo a las once paso por él. _Le digo. Calculo que la cena durará una hora y media o dos y luego de eso llevaré a Allison por una copa para charlar y estar con ella un poco más.


-Tranquilo Kaden. Cam puede quedarse a dormir aquí, no es necesario que pongas fin a tu noche, tú también mereces divertirte _Dice ella con una sonrisa coqueta. Me imagino que piensa que voy en plan de salir para tener sexo y no puedo culparla ya que normalmente es así, pero no esta noche.


-Gracias Sadie, pero no es lo que imaginas. Esta cita no va a tomar ese rumbo.


-Está bien, pero la oferta queda abierta por si cambias de opinión. _Ofrece. Me despido de los dos y me voy a recoger a Allison.

 


Llego a Upper West Side y no tardo ni diez minutos en llegar a la casa de Allison. Su pequeña casa luce… deteriorada, es color hueso y eso sólo hace que se vea más vieja. Me sorprendo de la condición en que luce, espero sinceramente que por dentro sea mejor.

 

Esta parte del barrio luce mal, hay basura por doquier, las casas y edificios parecen a punto de caerse y el hecho de que hayan bodegas en cada esquina da la sensación de peligro.


Ignorando todo eso me enfoco en la cita con Allison, sé que vale la pena.

 

Salgo del auto y voy hacia el lado del pasajero y me recuesto contra la puerta. Agarro mi celular y le envio un mensaje, no recibo respuesta, pero cinco minutos después sale de su casa y en lo que camina hacia mi la repaso con la mirada.


Sí, definitivamente vale la pena.

 

 




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