El corazón manda

Capítulo 15: Allison

No tenía ni idea de lo que podía usar para la cita, solo sabía y sé que quiero impresionar a Kaden, así que le envié un mensaje para que me dijera qué debería usar ya que él es el que sabe donde vamos a ir, pero su respuesta me dejó igual o peor de confundida de lo que ya estaba. Hombres.


-¡Allison! Ya agarró el dinero, se acaba de ir. _Me dice apresuradamente mi hermana Zaira.


Consciente de que probablemente voy a regresar tarde a casa después de la cita, o al menos eso espero, no puedo dejar que mi padre sepa que salí y por supuesto, no puedo dejar a Zaira sola con él, así que dejé “descuidados” cincuenta dólares en la mesita de la sala, esperando que cuando mi padre viniera a casa los tomara y se fuera a malgastarlos. Sabía que cuando los viera los tomaría sin importarle a quién pertenece el dinero, anteriormente él nos ha robado a Zaira y a mi.


Siento alivio al saber que cayó en la trampa, ahora va ir a beber hasta que no le quede ni un centavo y seguro viene hasta en la madrugada.


-Bien. _Le digo a Zaira. -Alista tus cosas para que te vayas a casa de Lisa, ya hablé con su mamá y aceptó cuidarte hasta mañana. _Lisa Rodríguez es una de las mejores amigas de Zaira junto con Andrew Hillson. Los tres han sido inseparable desde que nos mudamos a Manhattan y son buenos chicos.


-No puedo creer que vayas a ir a una cita con Kaden ¡es increíble!. Tienes que besarlo dos veces. _Al ver mi ceja derecha levantada dice: -Un beso es de parte tuya y otro es de parte mia. _Mueve sus cejas de arriba abajo sucesivamente. Riendo la atraigo hacia mi y la abrazo.


-No deberías pensar en eso, solo tienes catorce años. Deberías pensar en muñecas y ponis. _La molesto, yo sé que ya no es una niña.


-¡Tengo casi quince! _Exclama ofendida. -Y para que lo sepas, solo pienso así cuando se trata de Kaden papasito Stone. _Cuando termina de hablar su expresión es soñadora. ¿¡Kaden papasito Stone!? Me trago una carcajada con eso, que imaginacion la de mi hermana. La verdad no sé qué pensar de mi hermanita teniendo un amor platónico por el hombre con el que voy a ir a una cita. No sé si estar divertida o encontrarlo extraño.


Zaira empieza a empacar sus cosas, pero antes conecta el reproductor de música a un parlante y comienzan a sonar las canciones de Kaden. Su voz suena ronca y suave con la canción: No soy lo que crees. Escuchar su voz hace que sienta pequeñas cosquillas en todo el cuerpo.


Oh nena, lo sé, soy lo que quieres,
pero creeme, no soy lo que parezco.
Puedo parecer bueno, pero mírame,
no tengo alas.
Mis intensiones no son
buenas,
pero eres en lo único que pienso.


Esa es una de las canciones favoritas de Zaira, siempre la escucha varias veces al dia.


La veo bailar al ritmo lento de la canción mientra la canta y sigue empacando sus cosas. Siguiendole la corriente y dejándome llevar al sentirme ligera y contenta hago lo mismo. Comienzo a bailar y a cantar.


Zaira me ayuda a elegir el vestuario y nos decidimos por un vestido “nuevo” aunque en realidad es de segunda mano, pero no lo habia usado asi que técnicamente es nuevo para mi.


El vestido es color rosado palo un poco encendido, tiene mangas cortas, una abertura en la espalda en forma de corazón y está adornado con encaje y perlas plateadas en el escote. Me queda cuatro dedos por encima de las rodillas y es ajustado al cuerpo. Lo combino con unos tacones plateados, unos aretes en forma de perlas, son de imitación claro, y un pequeño bolso plateado.


Cuando me veo en el espejo lo apruebo, creo que me veo “elegante, pero no tan formal”, esa fue la descripción que me dio Kaden para la elección de ropa.


-No sé qué hacerme en el cabello. _Me digo en voz alta. Normalmente en el trabajo me hago una coleta, pero en la casa uso un moño, me hago alguna trenza o lo uso suelto, pero para esta cita no sé cómo peinarme.


-Déjate el cabello suelto, te ves hermosa cuando lo andas así. Solo pásate el cepillo hasta que esté brillante. _Aconseja Zaira.


Me comienzo a cepillar el cabello y cuando creo que es suficiente me detengo y vuelvo a mirarme en el espejo. Mi cabello es castaño medio, me llega a la mitad de la espalda, es lacio, pero en las puntas se forman unas ondas naturales.


-Solo te falta una cosa. _Dice Zaira. Toma mi maquillaje y comienza a aplicarme delineador, máscara de pestañas, un poco de rubor y me pinta los labios de rojo para que “destaquen” según ella.


El resultado final me encanta, me hace sentir sexy.


Estoy aplicandome perfume cuando me entra un mensaje de Kaden avisandome que ya está aquí.


-Ya llegó Kaden. _Le digo a Zaira. Ella pega un chillido y sale corriendo del cuarto para ir a la sala y asomarse por la ventana.


-¡Oh Dios! ¡Oh Dios! De verdad es él, no estás loca. _Murmura, pero logro escucharla.


-¿Pensabas que me lo estaba inventando? _Pregunto ofendida. Me lanza una mirada breve de inocencia y disculpa. -¿Entonces por qué me ayudaste a arreglarme si pensabas eso?




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