El coronel

Capitulo 2

 

Domingo 17 de diciembre 2017

 

Llevo horas esperando alguna señal del Sr Stone, pero nada. No sé si deba llamar o no. Son las 6 de la mañana de un tranquilo domingo, nunca acostumbro a despertar tan temprano, pero la ansiedad no me ha dejado pegar ojo en toda la noche.

Decido salir de la cama y asear un poco la casa, mi padre aún no ha despertado. Aprovecho para limpiar un poco el jardín y revisar la correspondencia, este tipo de cosas papá siempre insiste en hacerlas, pero hoy las haré yo.

Un sobre blanco con unas letras rojas llama mi atención "Aviso" dicen las letras en grande. Con cuidado rasgo el sobre y poco a poco voy leyendo aquella carta. A medida que leo no puedo creerlo, me siento en los escalones del cobertizo de casa y continúo leyendo.

La carta básicamente es un plazo de 30 días para ponerse al día con las cuotas de la hipoteca. Dice que si en un periodo de 30 días no se hace la cancelación de 6.000 dólares tendremos que desalojar la propiedad.

-Alice...

Escucho la voz entrecortada de papá a mis espaldas y me giro lentamente para observar su cara de horror.

- ¿Por qué no me lo habías contado?

Pregunto con la voz a punto de quebrarse.

-Alice yo... no quise poner más cargas de las que ya tenías. Además, lo tenía bajo control, pero...

- ¿Lo tenías bajo control papá? debes tres meses de hipoteca. Y este es un aviso, ¡tenemos 30 días para conseguir 6000 dólares!

-Yo los conseguiré, Ed dijo que me los prestaría.

- ¡No! papá, ese tipo es muy peligroso, ¿estas bromeando verdad?

En ese momento mi teléfono suena y es un mensaje de "viejo Stone"

Buen día Srta., Brown. le escribo para informarle algunas cosas, ya que no hemos podido entrevistarnos personalmente, estas son algunas de las condiciones para ser mi secretaria, debe utilizar uniforme, su horario es de 8 a 6 de la tarde con 2 horas para almorzar, los días sábados labora hasta medio día, solo si es necesario y por último la dirección a la que debe presentarse mañana es en el Batallón de ingenieros Samuel Chamberlain n° 1 Atlanta Georgia.

Sea puntual.

¡Dios mío! ¿Atlanta? pero yo pensé que el empleo seria aquí, en Brooks o a lo mucho en Valdosta que está a media hora de mi pueblo. No puedo dejar a papá solo, menos en este momento.

- ¿Alice que sucede? ¿va todo bien? tu rostro está muy pálido...

Mi padre hace que salga de mis pensamientos y digo.

-Me acaba de escribir el Sr Stone y dice que el empleo es en Atlanta...

Un suspiro cansado sale de sus adentros y dice

- ¿Y? ¿qué esperas hija? vamos a preparar tus cosas

Frunzo mi entrecejo y observo espantada a papá

-Tú lo sabias ¿verdad?, ¿quieres enviarme lejos de ti? ¿por qué?

- ¡Porque este pueblo es demasiado pequeño, para lo grande que eres tú mi tesoro! Alice debes salir de aquí, debes vivir tu vida. ¿Crees que no sé, que lo único que te ata a este maldito pueblo soy yo?, yo estaré bien lo prometo.

Las lágrimas resbalan por sus mejillas y mi corazón se quiebra en mil pedazos. ¿Como voy a dejarlo solo? Pero sé que necesitamos el dinero, ser la secretaria de ese viejo coronel será nuestra única salvación. Aquí solo encontrare trabajos de paga muy baja y no será suficiente para cubrir nuestras deudas.

-Está bien papá. Tomaré el empleo, pero solo por que necesitas el dinero, en cuanto pague la hipoteca regresaré a casa.

-No, Alice, Debes terminar una carrera profesional, puedes ir a la universidad de Georgia, Sé que me harás sentir mucho más orgulloso de lo que ya lo has hecho.

-Papá...

Rompo en llanto y mi padre corre abrazarme, por desgracia no puede irse conmigo, en primer lugar, porque según tengo entendido debo vivir en el batallón y segundo papá no puede dejar la casa en alquiler por el proceso de la hipoteca.

-Vamos a preparar tus cosas, debes irte cuanto antes para que llegues a tiempo.

Caminamos dentro de casa y vamos directo a mi habitación, preparo mis maletas y empaco la mejor ropa que tengo. Aunque usaré uniforme, no será necesario.

-Es todo, ahora vamos a la estación de buses.

Mi padre toma mi maleta y me ayuda a sacarla de casa. La sube a mi auto y yo mientras le echo un último vistazo a la casa. reprimo las lágrimas y camino en dirección al coche.

- ¿Estas, lista?

Asiento y mi padre enciende el auto, el camino es silencioso pero tranquilo, la nostalgia que siento no se compara con nada, pero la mayoría de las veces en la vida hay que hacer sacrificios. Nunca sabes las vueltas que puede dar, hoy estas aquí, mañana puede que tengas que cambiar todos tus “planes” porque algo inesperado ocurrió. Como me está sucediendo en este preciso momento

Finalmente llegamos a la estación de autobuses, Sera un largo viaje de 10 horas apenas y tendré tiempo de llegar, Son pasadas las 12 del medio día.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.