El coronel

Capítulo 3

 

STONE

Flashback ...

Agosto 23 2017

-Sebastián, acabaras con el legado de la familia, sino te casas lo antes posible. ¿Piensas que permitiré que eso suceda?

-Padre, no pienso casarme por lo menos no por ahora. Y eso de tener hijos ni siquiera está en mis planes. ¡Sabes que no soy un hombre de familia!

Los gritos en mi despacho vienen y van. Me encuentro envuelto en una acalorada discusión con el ex coronel Matt Stone, mi padre...

- ¡Deja esa maldita actitud arrogante!, ¡joder! morirás solo y amargado, y lo peor de todo es que todo nuestro imperio se ira a la mierda ¡por tu culpa! Te doy 6 meses Sebastián, consigue una buena muchacha para que sea tu esposa. O me encargaré que te destituyan como coronel. Tienes una responsabilidad, y sabes cuál es, necesitas un heredero solo uno te estoy pidiendo.

Se levanta de su asiento y sale de mi oficina. Tiro de mi escritorio todo lo que allí se encuentra, para desahogar la rabia que siento. No planeo tener hijos y menos con una mujer que sé que jamás amaré. Porque esa palabra, "amor" para mí no existe.

Ese fue su ultimátum. Mi padre me amenazó con quitarme lo que tanto me costó conseguir, por tantos años. Sino encontraba a una mujer para casarme y tener un hijo estaría jodido completamente.

Fin de Flashback

Lunes 18 diciembre

Nadie conoce nunca realmente la historia de otra persona, ni siquiera una pareja de esposos se conoce lo suficiente como para lidiar con los demonios del otro. Todos tenemos oscuros y crueles secretos que ocultar, y yo no soy la excepción. Nadie conoce mi historia, y no creo que eso cambie jamás, soy esclavo de mis propias decisiones y vivo mi infierno en soledad. Nací para morir solo y eso nunca va cambiar.

-Hemos llegado coronel

La voz de Chuck mi chofer, me saca de mis pensamientos. Salgo del auto y me encamino al elevador. Antes de llegar a mi oficina, debo ir al departamento de contabilidad por unos documentos. Presiono el botón 2 y una vez allí me dirijo a la oficina del Oficial Keller.

-Buen día Keller, ¿tiene los documentos?

El hombre se pone de pie y hace su saludo militar.

-Buen día coronel, si Sr, los dejé hace un momento sobre su escritorio.

-Está bien, iré a revisarlos.

Salgo de allí y voy de vuelta al elevador unas dos personas más entran conmigo y veo que alguien lo pide en el piso 1 ¡genial! Una chica, es quien entra y se posiciona justo delante de mí. Su olor a vainilla me parece delicioso. De repente su trasero choca con mi miembro e inevitablemente empieza a ponerse duro. ¡Mierda! Trato de centrar mis pensamientos en otra cosa, y el trayecto me parece eterno. Si se sigue moviendo terminaré corriéndome en los pantalones. Llevo algún tiempo sin tener sexo, así que su cercanía me prende en grandes cantidades. Me acerco a su oído discretamente y casi en un susurro le digo

-Por favor... trate de no moverse

Gira su rostro solo para mirarme de soslayo, y detallo su fino perfil.

Por fin el puto elevador se detiene y salgo casi corriendo de allí.

Entro deprisa a mi oficina, con una erección a punto de reventar mi pantalón, gracias a cierta joven con curvas que harían flipar a cualquiera, ella ha sido la culpable de mi incidente. Supongo que es la secretaria de algún oficial de alto rango, jamás la había visto.

Ahora espero a la cuarta aspirante para ser mi secretaria, a decir verdad, ya estoy harto de entrevistas, y esta chica ha sido recomendada por mi padre, dice que es la hija de su mejor amigo en la juventud, acaba de terminar una carrera y este sería su primer empleo. Lo que me faltaba una inexperta, pero decidí contratarla, por lo menos mi padre fue quien la recomendó así que, no creo que sea tan mala idea.

Estoy de espaldas acomodando mi erección en mi apretado bóxer, cuando escucho dos toques en la puerta, debe ser la Srta. Brown.

-Pase.

A los pocos segundos siento que abren la puerta y luego cierran, termino de acomodarme y observo mi reloj, odio la gente impuntual. Y al parecer mi nueva secretaria no sufre de eso.

Tiene una voz muy dulce, es lo primero que pienso, al escuchar su saludo.

-Me gusta la gente puntual Srta. Brown. Y al parecer usted lo es.

Me giro para conocerla y ¡sorpresa! es la chica del ascensor. Esto será interesante. Su cara es un todo un poema, imagino que recuerda el incidente que acabamos de tener en el ascensor, pero le restó importancia. O por lo menos eso trato, ya que su belleza no me es indiferente, la Srta. Brown tiene una belleza bastante angélica. Sus mejillas están sonrojadas y su postura a pesar de querer demostrar seguridad, me muestra todo lo contario. Está nerviosa.

Le pido que me entregue su currículo ya que ni siquiera lo conozco, camina en mi dirección y me sorprende la seguridad con que lo hace, hace algunos segundos parecía querer salir corriendo. Se le ve muy bien el uniforme. Sus atributos resaltan muy bien en este. De verdad que necesito una noche de sexo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.