El "coso"

Te odio YouTube

Estoy sentada en medio de mi habitación, totalmente deshecha. Esto ha sido tan duro, tan difícil. No tengo fuerzas ni para levantarme, estoy simplemente medio sentada, encorvada, absorbiendo el hecho de que soy un desastre ¿Cómo pudo pasarme esto? A mi lado hay restos de mi desgracia, recordatorios crueles de lo que pudo haber sido y no fue.

Pese al dolor me levanto como puedo y voy a mi cama, ruedo sobre ella y contemplo el motivo de mis desdichas, de mi situación, es alto, es enorme pero es... HORRIBLE.

MALDITOS TUTORIALES DE YOUTUBE, que me hicieron creer que podría hacer un mueble de cartón. Me duele todo por las horas invertidas, no solo midiendo si no también, cortando, emparejando, pegando, lo que hacía que estuviera en distintas posturas que me han provocado dolores en partes que no suelo utilizar a menudo, lo sé, debería hacer más ejercicio.

Y debería también tener mas sentido común, debería de aceptar el hecho de que con las manualidades soy un desastre, soy pésima. Ni siquiera puedo medir las cosas con precisión. ¿Será por que no fui al Kínder Garden? Es que en mis tiempos no era obligatorio y a eso se va ¿no? A recortar, pegar. Y yo que pensaba que era afortunada por no haber ido.

Cuando vi esas cajas grandes y reforzadas en la oficina, las horas viendo manualidades por YouTube (malditas manualidades imposibles para quien tiene dos manos izquierdas, y sí, acabo de inventar eso, no tiene porque solo aplicar a los pies, y no soy zurda, pero creo que eso ya lo sabe cualquiera) me parecieron que no serían un desperdicio. Solo Dios sabe por que alguien tan inútil en el tema se empeña en ver esa clase de videos, casi es como si un simple mortal sin una idea sobre cirugías, por ver videos de operaciones a corazón abierto de pronto diga que va hacer una y crea que todo saldrá bien solo por que ha visto innumerables videos, no, no exagero, si vieran el "mueble" lo sabrían.

Mi habitación está llena de pedazos de cartón, y el alto y feo "coso" por que ni a cosa llega me mira como diciendo: ¿Por qué me creaste? En serio, me siento el Dr. Frankenstein.

No entiendo porque razón, si mido un margen de cinco centímetros alrededor de una caja y en todo su contorno, al recortarlo nada coincide, como si yo misma a propósito en un lado hubiera medido cinco centímetros y en el otro lado cuatro y así voy bajando y subiendo, el resultado es una caja dispareja, que alguien me diga que es la regla la del problema, usé regla, cinta métrica, un artefacto de esos de carpintero, quiero llorar.

El siguiente paso es pintar el mueble con la pintura de tu elección o ponerle papel decorativo, como el papel también se trata de recortar y pegar, paso, la verdad paso. Iré a la tienda de pinturas, necesito una brocha, debería tirarlo al fuego, pero me da lastima el "coso", creo que ya le tengo algo de cariño, estoy loca, lo sé.

Hace calor al salir a la calle. Tomo el autobús que me dejará en el centro de la ciudad y cerca de la tienda de pinturas que me parece está sobre el boulevard, no pensé que una tienda de ese tipo estuviera en una zona que es considerada popular y de moda.

Veo la fachada y es en blanco y negro, con un dibujo circular que engloba multitud de colores haciendo una espiral muy sofisticada en la esquina de la misma. Se llama Arte&Diseño SC, volteo hacia el resto de la calle y veo más tiendas trendy con estilo glamuroso, empiezo a retroceder, seguro que es carísimo y mi "coso" no vale una pintura cara, si merece una mejor cara pero no algo que salga de mi presupuesto.

- No me diga que no va entrar. – Me dice una voz profunda a mis espaldas.

- Sí le digo. – Respondo automáticamente y después me giro. El sol le da en las espaldas al hombre que me ha hablado, crea un resplandor que no me deja verle bien la cara, pongo una mano sobre mi frente a modo de visera para tapar un poco la cegadora luz e intentar verlo.

- ¿Por qué? – Me pregunta y maldigo a los hombres que tienen esa clase de voz, son mi debilidad. Siempre me han gustado los hombres que tienen voz con personalidad, de esas que cuando te hablan parece que te hacen promesas sensuales en lugar de decir un inofensivo ¿Por qué?

- Se ve caro. – Respondo y miro a mí alrededor buscando ya irme. Lo que menos necesito ahora mismo es un hombre con voz sexy que a juzgar por su cuerpo y esas espaldas todo él es sexy y que me haga sentir mariposillas en el estomago. Aun no las siento, pero no quiero esperar a sentirlas. Soy cobarde, huiré. Estoy en mi hiatus de hombres, llevo ya mis buenos tres años y la vida me sonríe, el trabajo, las manualidades... horribles, pero vaya que me distraen. No quiero volver a pasar por otra decepción amorosa. ¿Ya dije que soy cobarde pero feliz?

El sol decide meterse para torturarme, por que de pronto lo veo al completo y sin sombras, trago saliva, me lleva el tren y sin boleto exclamo por mis adentros, el hombre es malditamente guapo y sexy. Pies en polvorosa, pies en polvorosa dice mi cerebro, sonrío y me voy.

Una semana después...

- Has hecho cosas horribles en tu vida... pero esto se lleva las palmas.

- Muy graciosa. – Le respondo a Crissa y me niego a darle la razón, el coso no me lo perdonaría. Ella sigue viendo mi "creación" mientras yo estoy simplemente tirada en mi cama.

- ¿En serio Kendra, era muy costoso para ti comprar un mueble? – Dice y rodea el coso para seguirlo criticando, la muy infame.

- No estoy precisamente holgada en términos financieros. –Suspiro y recuerdo mi realidad. Llevo mis buenos 8 años trabajando en una Empresa de construcción y diseño, es reconocida y usada por los ricos e incluso famosos puesto que se especializa en crear casas de ensueño. Yo no estoy en el departamento de las famosas casas de ensueño, yo estoy en el primero con que la empresa inició y se dedica a la nada glamorosa tarea de construir puentes y edificios pequeños en ciudades alejadas de la mano divina.




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