~Hunter~
Desde que llegué a Nueva Orleans con la idea de hallar un nuevo destino, después de unos meses compartiendo con los Anderson y su manada, jamás imaginé que se transformaría en una estancia permanente. No lo planeé; simplemente el tiempo pasó, y aquí sigo, reconstruyendo fragmentos de mí que estaban rotos y que nunca creí que pudieran volver a recomponerse.
Esta manada me recibió como a uno más de sus integrantes, envolviéndome en una calidez reconfortante que, en pocos días, me hizo sentir que estaba en casa. Cada instante compartido en unión ha ido forjando un sentido de pertenencia en mi corazón. Por otro lado, Brent se ha convertido en más que un compañero; es un confidente, alguien que, con sus consejos y su inquebrantable lealtad, me ha ayudado a seguir adelante en este camino lleno de incertidumbres.
Sin embargo, hay algo que me perturba profundamente. He sentido una conexión extraña que me atrae hacia Ciara, un impulso en mi pecho imposible de ignorar. Se asemeja a un eco de un amor que nunca desaparece del todo. Un día, no pude evitar mencionarle a Brent lo que me estaba ocurriendo. Le hablé de esa sensación persistente, esa urgencia casi instintiva de querer tenerla cerca, de desear que estuviera en mi vida de nuevo. Fue entonces cuando, con una mirada comprensiva, me explicó lo que sabía.
—Hunter, lo que sientes es algo que solo experimenté cuando mi esposa dio a luz a nuestros tres hijos —dijo Brent con firmeza; se había convertido en la voz de mi conciencia.
La incertidumbre se apoderó de mí. ¿Y si...? No, me niego a creer que... Si descubre que está embarazada y que es mío, me llamaría, ¿no? La idea me dejó desconcertado; no he sabido nada de ella en todo este año. Y le pedí a mi hermano que, por favor, no la mencionara. Así lo ha hecho: ni una palabra.
Mientras me encontraba perdido en mis pensamientos, Brent continuó con un tono sereno:
—A veces, Hunter, la conexión que tenemos con nuestra luna va más allá de lo físico. Es un vínculo que se siente incluso en la distancia. No subestimes lo que tu corazón puede percibir antes de que tu mente lo comprenda.
La sigo amando, ¿para qué negarlo? Algunos dirían que soy un idiota, pero en el fondo, ¿quién puede gobernar lo que siente el corazón? El amor es un fenómeno enigmático, un lazo que no siempre puede romperse. Me pregunto: ¿acaso no es natural querer aferrarse a lo que una vez fue especial, aunque haya durado poco? Scott tuvo una segunda oportunidad, y aunque eligió a la mujer que siempre consideró su destino, yo he tomado un rumbo distinto. Tuve ese flechazo que me dejó marcado, y aunque Ciara será siempre una parte de mí, he decidido dar la oportunidad a un nuevo amor. Pero, a veces, me cuestiono: ¿seré capaz de amar de nuevo con la misma intensidad?
Este año ha sido todo un aprendizaje. He forjado amistades que me han enriquecido, y aunque ya conocía a la mayoría de los miembros de la manada, personas como Leo, Russell, Enzo y Dean han llegado a significar mucho para mí. Y no puedo dejar de mencionar a Brent y Abby, quienes se han convertido en mi segunda familia. Conocí su historia, la trágica pérdida del hermano del padre de Isaac Anderson, y me impresionó su capacidad para seguir adelante y mantener unida a la comunidad, protegiendo a todos sin perderse en el proceso. Poniéndome en su lugar, lo admiro, porque sé que si yo perdiera hoy a mi hermano, perdería completamente la cabeza.
Me considero afortunado tras poder explorar la belleza de Nueva Orleans. Sus extensos bosques, las luces que danzan por las calles y el jazz que se respira en cada esquina me han dejado maravillado. Pero tengo una gran noticia: he encontrado a alguien especial en estos últimos tres meses. Sí, conocí a mi segunda mate una noche de cervezas entre amigos, cuando me obligaron a salir para ahogar mis penas. Brent incluso fue de chismoso con mi hermano, quien le mandó a decirme que, si no le daba una oportunidad a Frida, vendría a patearme el trasero. Así que, para evitar que Ryan me reprendiera, decidí arriesgarme, y hasta el día de hoy no me arrepiento.
Frida es delicada como una flor, pero posee una fortaleza admirable que me cautiva. Es una joven dulce, segura de sí misma, y tiene una risa que ilumina mis días más oscuros. Desde que la presenté en casa de Brent, en tan solo dos semanas, ha conquistado a la manada. Los niños la rodean, fascinados, mientras les enseña cómo su magia devuelve la vida a las flores marchitas... y mucho más. Al observarla con devoción, me siento dichoso de haberla encontrado.
Lo que me sorprendió aún más fue su reacción al enterarse de Ciara. Temía que se sintiera amenazada, pero su comprensión me dejó sin palabras. En una conversación sincera, me dijo:
—Sé que ella forma parte de tu historia, y no pretendo opacarla. Solo espero ser suficiente para ti, para poder ayudarte a sanar.
Sus palabras fueron un bálsamo para mi corazón. En ella encuentro un refugio, una conexión que parece tan natural como respirar.
Sin embargo, la sombra del peligro se cierne sobre nosotros una vez más. Hace unos días nos informaron que nuestra manada está en riesgo, que podrían atacarnos por lo sucedido en Texas. Nadie sabe cuándo ocurrirá. Eso es lo frustrante, pero hoy tengo un motivo para sentirme inquieto y emocionado: he quedado con Frida para conocer a sus padres. Ella me aseguró que están deseando conocerme, lo que despierta en mí una mezcla de entusiasmo y aprensión.
Mientras me preparo para este encuentro, me doy cuenta de que, aunque Ciara siempre ocupará un lugar especial en mi corazón, empiezo a creer que Frida podría ser la luz que necesito en mi vida. El amor puede renacer en formas inesperadas. Estoy dispuesto a abrir mi corazón a esta nueva posibilidad, a atreverme a soñar con un sentimiento que me ayude a sanar y que me acompañe en este viaje incierto, pero prometedor.
~Derrik~
#82 en Paranormal
#3226 en Novela romántica
amorverdadero, guerra licantroposvsvampiros, hombrelobo alfa luna mate
Editado: 23.09.2025