El Crimen Imperfecto

Capítulo 11

Adriel

Hong Kong nos recibe con el frío de la noche, la calefacción se mantiene pero ni porque tome tanto café uno ni se calienta. La ciudad está alumbrada por sus edificios altos que son llamativos para los turistas, las calles se mantienen alborotadas de gente que ni duerme porque según ellos es perder dinero.

Me abrigo más mientras dejo el balcón y entro a la habitación que parece más un apartamento que una habitación de hospital, la calefacción está puesta y ya comienzo a sentir mis dedos cuando suena mi celular en algún lado de la habitación.

Voy y cuando veo el nombre que aparece en la pantalla maldigo para mis adentro antes de contestar.

— ¡Tuve horas esperándote y nunca apareciste!—bueno 16 horas es el tiempo que uno hace de New York a Hong Kong y aunque apague mi celular para que nadie me rastreara o se comunicara, olvide que tenía cosas importante que hacer.

Me voy al baño para hablar mejor.

— Lo siento, se presentó otro inconveniente con Malika en la madrugada entro en paro y todo el día estuve en una capilla porque no tenemos noticias aun.—eres un pésimo mentiroso.

<<Con la suerte que te gasta y vas a la capilla capas que se caiga si la pisa imbécil.>>

Se escuchó un silencio por el otro lado antes de una fuerte exhalación.

Solo te iba a decir que había resultado de las huellas, descarte de los paramédicos y policías. Aparecieron en el sistema en otros casos sin resolver. Metí las huellas en la base policial y apareció un nombre es: Allen Collins, te voy a pasar la dirección por un mensaje. —mi celular sonó con un nuevo mensaje, por fin teníamos algo nuevo.—Además te quería decir que ya voy saliendo a la granja que me dijiste, solo me llevo a dos de mis compañeros que en ellos si puedo confiar. Después te aviso si conseguimos algo nuevo.

—Gracias Tina de debo una.—comencé a revisar la información que me había dado.

De nada, por cierto el jefe anda preguntando por ti.

— Si, entre un rato me comunico con él.

Dale.

Cuelga y yo sigo revisando la nueva información, las primeras huellas que se encuentra en la victima no la quisieron procesar o ingresar en el sistema. El primer cuerpo que tuvo Martínez y toda la investigación la contamina por no seguir con el protocolo y creer que era otra cosa.

Veo que los otros casos sin resolver son otros nombres de algunas víctimas y uno es de un robo de una clínica. Le mando un mensaje a Fisher para que vaya a la clínica y pida los vídeos de vigilancia para esa fecha.

Media hora después salgo del baño y aunque me siente alado de Malika, mi celular personal comienza a sonar una y otra vez por lo que lo ignoro.

La puerta principal es abierta y unas enfermeras asiática con Luciano entra a la habitación, yo solo me levanto para dejar que las enfermera hagan su trabajo y solo me acerco a Luciano que se va directo al mini bar.

<<Ni siquiera voy a preguntar porque una habitación de un hospital tiene un pequeño mini bar.>>

— Mañana voy a una reunión de la empresa, hay un asiático que cree que porque seamos socios puede robarme en mis narices.—le da un trago a su whisky de un solo trago mientras suelta el moño de su corbata.

— ¿Y eso te está molestando?—él niega mientras sigue quitándose el saco.

— No, si más bien lo que él me estaba robando es lo que gano en una hora. Solo estaba buscando la excusa perfecta para salir de Italia y venir aquí en una "reunión" muy importante.—se sienta en el sillón que tenía a un lado sin deja de beber.

Yo tomo asiento en el otro sin deja de perder de vista a las enfermeras.

—¿Los Federales siguen todavía tras tuyo? —asiente con una sonrisa de felicidad en su rostro.

<<Pinche loco.>>

Si yo tuviera a los federales y no solo ellos, sino que la mayoría de las rama policial tras de mí no durmiera como un bebe como él.

— Creen que es sospechoso que un empresario compre el hospital más importante en Hong Kong y lo coloque privado, es más probable lo esté utilizando para el mercado negro o mafia.

—Y me imagino que no nos unirán ¿verdad?

— No, ahorita están más pendiente con una bomba en Central Park. Están los de terrorismo, el escuadrón de anti-bomba, la policía y creo que oí que el FBI también.—deja caer su cabeza hacia atrás y yo niego por las locuras que se le ocurren a este hombre.

—Yo tengo que regresar para que mi jefe no sospeche de nada. —me llevo las mano a la cara frustrado porque voy a dejarla sola aquí y no sé cómo decírselo.

— ¿Qué han dicho?—sus ojos se posaron en mí y yo solo mire mis manos.

— Que con la medicina nueva que le suministraron la van a despertar, pero que ella debe tomar mucho reposo porque su cuerpo lo necesita. Además también tenían que ver el daño colateral que tuvo en su cabeza si es bueno o malo.

—Entonces es una buena noticia pero a la vez no.

— Sí.

—Qué vida más complicada que llevas, primero fue esa chica y ahora está.

Cuando sueltas aquella palabra mí subconsciente me traiciona y por una sola fracción de segundo pienso en aquello. Pero así como llego también se fue y me espabilo para preguntar por lo más importante.

—¿Cómo esta papá ahora? —su semblante cayo un poco y ya sabía lo que venía a decirme.

—A veces responde bien al tratamiento y otros no como hoy. Antes de salir de Italia ni siquiera tenía fuerzas para recordar donde estaba, deberías ir a visitarlo un día de esto.—me paso una tarjeta que guarde mientras asentía.

— Saliendo de aquí voy a visitarlo.—él asintió.

Los dos no quedamos en silencio cuando las enfermeras salieron, Luciano saco su celular y comenzó a escribir. Yo en cambio volví al lado de Malika, solo me costaron cinco minutos y quede dormido en la silla a su lado cuando una mano me sacudió por el hombro y pude ver como Luciano se arreglaba de nuevo.



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En el texto hay: asesino, detective, 911

Editado: 22.01.2024

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