Capítulo 20

Adriel

— Una semana y media, la tuvo torturando. Ven las marcas de aquí, son hechas por algo caliente con fuego vivo. Por las marcas de quemaduras son muy graves, se infectaron porque no fueron tratadas. Los clavos que le saque de las manos estaban oxidados, no tiene dentadura y sus dedos de los pies fueron desprendido como si un lobo hambriento lo arrancar.—explica Kent señalando todo con su bolígrafo en mano.

Yo estoy cruzado de brazos observando como Williams, King y Martínez anotaban todo en sus bloc de notas mientras que Kent hablaba.

— Le corto la lengua lo que hizo que estaba buscando en cerrarle la boca era que se ahogara con sus sangre... ¿Ven esto coagulo? Son de una mal cortada ya que también toco la ansia mucho antes de cortar.

—¿Que pensaba que estaba cortando, un cerdo?—habla King con desagrado pero yo fijo la mirada en la marca.

—Creo que fue más por rabia, la mafia hace esto más como venganza.

— Pero tiene el sello de él.—señalo la cruz invertida y Kent asiente, yéndose a su escritorio y volviendo con un papel en mano.

— Si, leí todos los informen de las autopsias de sus patrones de las últimas víctimas. Mas con las mujeres, siempre usaba esto.—señalo las marcas del alambre que mantenía sus manos unidas.—Las costillas rotas, brazos roto o algunas cortadas. Jamás que le arrancara los dientes, ni le sacara los ojos, las marcas de quemadura o ni los dedos. Además observa aquí, le corto el cuello. ¿No entiendo por qué no la dejo tirada en algún local y llamar a emergencia como siempre hace y la encuentra en la silla? Por qué colocarle la soga en el cuello ya después de matarla y dejarla guindando ahí.

—¿Crees que sea un imitador?—Martínez habla y Kent niega, mientras se rasca la nuca .

—Encontré huellas en su cuerpo, pero son las mismas de los otros casos.

— Eso es un punto a nuestro favor.

—¿Pero por qué no llamo al 911 como siempre lo hace?—sigue preguntando y yo también lo hago.

King alza la mano y todos lo miramos.

—Si lo hizo, solo que el hombre que llamo dijo que una chica estaba teniendo sobredosis y cuando dio la dirección nadie llego.

— O más bien el policía que atendió el llamado no quiso ir, hablare con él.—dice Williams.

— ¿Algo más? ¿Quién era?—Kent me mira y ve la hoja antes de leer.

— Encontré su nombre en la base de datos, es Katherine Barrio. La actriz llevaba días desaparecida, por eso apareció tan rápido.—con solo mencionar su nombre algo dentro de mi hace un estrago y observo el rostro inconocible de la chica que está en la camilla.

<<¿Qué?>>

— Hablare con su representante.—escucho que habla King pero yo no puedo apartar mis ojos del cuerpo.

¿Cómo? Si hace semanas la vi bien y ahora está muerta.

— Yo... —ni siquiera logro encontrar mi voz cuando salgo de la morgue.

A paso apresurado llego afuera y el aire de la noche me recibe golpeándome la cara, siento que estoy a nada de caer pero soy más rápido entrando a mi auto.

Manejo como loco hasta que llego al apartamento, siento que todo da vuelta a mí alrededor y no sé cómo logre llegar vivo hasta aquí. Siento esa picazón en mis dedos, el aire se me va poco a poco y entro a mi habitación apurado quitando la cama hallando la caja fuerte.

Saco la copia de la última carta con ojos borroso y tengo que parpadear varias veces para poder ver la letra.

<<...Solo diré como bono extra que ha ido avanzando más de lo que debe en este cortó tiempo, que investigue un poco más mis víctimas.>>

Logro ver, logro por fin entender. Me soltó la puta pista y yo la pase por alto pensando que era los símbolos.

Algo me quería decir con que investigara sobre sus víctimas, yo siempre me metía en la vida de los muertos cuando tenía el caso. Ellos hablaban más que los vivos y yo por mi estupidez nunca lo hice.

Estoy tan concentrado maldiciendo internamente que por el rabino del ojo capto una sombra moverse, el inconfundible clic de una pistola se agita en el aire. Y no lo pienso en la hora de sacar mi arma y dispara, pero su tiro llega primero y yo me agacho cuando observo a un lado de mí como el tiro estaba a nada de pegarme en la cabeza.

Suelto otra senda de disparos y veo como la sombra huye y antes que yo pueda ir tras de él una exposición se desata y mi cuerpo es arrastrado hacia atrás violentamente con agresividad golpeándome con la pata de la cama.

Intento abrir los ojos pero primero llega el olor a humo a mí, a pesar de que estoy dispuesto pelear siento esa punzada en mi cabeza y mi cuerpo me pesa tanto que me dejo llevar a la oscuridad.

»»——⍟——««

Fantasma

Contemplo desde la oscuridad la sombra oscura como huye hacia el callejón, mientras que el edifico que estaba observando se incendia y la mayoría de las personas huyen intentado salvarse.

Respiro hondo con ganas de dejar que se muera, pero si lo hago como sabrá quién soy en verdad.

Me quitara la diversión y no le daré el gusto a esa persona que por más que intente huir logre ver su rostro.

<<Al parecer a nuestro detective no le agrada a alguien.>>

Apago el cigarro pensando que no es mal momento de entrar ya que se escuchan las sirenas a lo lejos.

Vine porque quería verle la cara al detective al ver mi nueva obra maestra, quería ver su rostro cuando se enterara de ella. Pero vine por cobre y termine encontrando oro.

Mi lado psicópata quiere ver como se quema o ver si ya murió, por eso aprieto más mi abrigo y entro al edificio. Voy por las escaleras ya que el ascensor es mala idea. Cuando llego a su piso veo la puerta abierta y lo primero que me reciben son las llamas en la sala, entro tapándome la nariz por el humo y voy buscándolo por las habitaciones hasta que lo encuentro.