Hannah
Estoy pensando seriamente si no es mala idea explotar toda la estación policial.
Ósea, con el Detective Miller adentro por su puesto. Así tiene menos probabilidades de vivir, me ahorro muchas cosas.
—¡Me importa una mierda, si está enferma, reposo, o te esté muriendo, te necesito aquí en la central hay mucho trabajo para que te tomes días libres!—el Jefe Bravo me exige por llamada.
Uff como quisiera a él también matarlo.
Desde que la estúpida de mi hermana me disparo en la pierna, no he podido irme a presentar en el trabajo. Por lo que tuve que mentir, pero creo que no sería mala idea explotarla ya.
Respiro hondo antes de hablar.
—Entre un rato voy…
—¡Entre un rato no, te quiero ya! —y cuelga.
Maldigo fuerte mente con ganas que en vez de sostener el teléfono sostenga su cuello.
—¿A dónde vas? —mi padre me ve levantarme de la silla de la sala donde estaba con la laptop buscando información del detective mientras que la tele mostraba la nueva noticia.
Donde la foto de agente Miller se mostraba en pantalla plana y la de un tal Axel que fue capturado, en un juego del fantasma y que la mujer del criminal fue raptada.
<<Todo esto si es un caos.>>
Cada día van de mal en peor.
— A jugar carrito.—me levanto con un poco de dificultad pero termino sostenerme sin la muleta.
Mi padre frunce las cejas mirándome esperando mi respuesta ya que odia que le hable con sarcasmos.
—A trabajar, la central es un caos y el estúpido de Bravo solo nació para mandar.
—Ok, recuerda vigilar de cerca al detective.
Vuelve a la tele yo ni me molesto en decir nada, acomodo todo lo que tengo que llevar. Y para cuando llego a la central todo es un caos, alguien choca conmigo y cuando nuestras miradas se unen. La suya promete ganas de matarme.
—Por fin llega, el jefe te manda a decir que te encargues de la recesión. Que vea en la lista de asistencia cuales son los oficiales que están aquí y no están en misiones, para que le pases los casos.
Cuando termine ahí, te vas directo hacia la morgue y pide los informe al forense del caso del incendio. Y también que revise tu correo, ahí te dejaron más tareas. El jefe lo quiere todo antes del mediodía. —el Detective Ross todo me lo dice con una rabia que se nota que destila.
Ya que tiene una pequeña cicatriz abierta en su ceja izquierda, y se ve algunos rasguño en sus brazos. Por lo que vi en la noticias tuvieron una misión que fallo.
<<Y como me alegraba.>>
— Voy hacer lo que pueda, saben que aún sigo en reposo.—intento acomodar mi bolso pero que su mirada me grite con llamaradas de fuego que eso no le importa me lo deja bien en claro cuando da un paso hacia mi intimidándome.
<<Como quisiera sacar mi arma de mi falda y pegarle un tiro en toda la frente por bravucón y come mierda como es con todo.>>
— Tus necesidades no son mis problemas, si no logras hacer bien tu trabajo ve y quéjate con tu jefe, yo solo cumplo con avisarte.—pasa por mi lado chocándome con demasiada fuerza que hace que me tambalee y casi pierna el equilibrio.
—Eres el próximo que voy a matar después del detective, payaso.—murmuro sin dejar de observar por el lugar donde se fue el agente insoportable.
Cuento del uno al diez antes de colocar mi mejor sonrisa e ir a recesión a cumplir el papel que odio más en esta vida.
***
Adriel
Adriel: Estoy bien, no te preocupes. Termino con el protocolo y me regreso a casa a descansar.
Presiono enviar y no hace falta que llegue su respuesta de inmediata.
Lika: no me digas que me preocupes, sabiendo como soy. Lo siento pero voy a pedir permiso en el trabajo, y voy a ir a verte.
Respiro hondo antes de presionar la tecla para darle una respuesta, pero las pisadas fuerte hacen que aparte la mirada del celular y la coloque en la persona que se toma el pasillo con el general.
Hace más de cinco horas que estoy aquí en el hospital, lo cerraron por medidas de seguridad para atender a Axel las quemaduras de los pies.
Al parecer va a durar mucho tiempo sin caminar, y no ha comenzado muy bien el día cuando ya mi rostro lo vuelvo a ver en las noticias.
—Miller.—me levanto y Fisher que estaba a mi lado también lo hace ya que esto es importante.
—Jefe, general.— lo saludos y ellos solo me dan un asentimiento de cabeza.
El jefe va hablar pero Fisher es más rápido.
—¿Estamos en problema?—y lo entiendo, intervenimos en la operación donde no solo se nos había escapado Axel, sino que también se nos escapó Suzuki alguien también de peso de valor.
Y para completar la cereza del pastel, nos lanzamos a un enfrentamiento con el fantasma en un lugar apartado sin refuerzo. Ósea que perdimos muchos peces gordo que nos ayudarían a ganar méritos.
—Más o menos, terminaron dañando la operación por completo no sé qué paso por sus cabeza. La misión no era tuya.—me dice el general y no agacho la cabeza cuando su mirada molesta me mira. —Ross tenia meses infiltrado, sabíamos a los que nos enfrentábamos pero por tu bobería terminamos perdiendo a dos peces grande…
— Pero tenemos a un Vincent.
—¿Y? ¿ ¿Qué quieres que haga con él? ¿Qué me limpie el trasero con él? Porque lo que importaba….
— ¡Calma!—el Jefe le habla al General molesto haciendo que este calle con su regaño.—Axel Vincent también es importante, llevamos años tratando de capturarlo y es un gran logro para nosotros también. Eso significa que tenemos uno meno de la mafia afuera.
El general como que no le agrado, y cuando estaba a punto de hablar es interrumpido por el médico que sale con su bata de cirugía.