El cuaderno mágico de Lili

Capítulo 34

Un hospital no es precisamente el lugar más maravilloso donde una persona quisiera estar. Hay doctores y enfermeras corriendo de lado a lado, gritando. Pero, sobre todo, están los pacientes. Con sus rostros demacrados y pálidos, con sus familiares acompañándolos, compartiendo el mismo dolor, con sus ganas de aferrarse a la vida y recuperar las energías; todos esperando a ser atendidos.

Mientras tanto, corriendo por los pasillos, una muchacha con su uniforme del instituto presume orgullosa su juventud, subiendo las escaleras de dos en dos, directo al piso cinco, donde habían internado a su madre, Soledad. Detrás, entre falta de resistencia física y oxígeno, una maestra trata de alcanzarla, tomando el ascensor como única alternativa.

— Disculpe señorita, ¿podría ayudarme con el número de habitación donde se encuentra internada la señora Soledad Íñiguez? Por favor —pregunta Liliane agitada, con el corazón palpitándole en la garganta—.

— ¿Qué día la internaron? —responde una hermosa y joven recepcionista, después de revisar la pantalla de su computador—.

— Esta mañana...

— ¿Está segura señorita? Porque en mi nómina de internados no consta el nombre que acaba de mencionar.

— ¡No puede ser! Mi padre y yo personalmente la trajimos...

— Pues no existe ninguna Soledad en nómina, amiga.

— Puede que hayan registrado el nombre de mi padre. Por favor, busque como Enrique Herráez.

— Tampoco... —responde aquella de los ojos verdes—. Quizás se ha equivocado de hospital, porque...

— ¡Deborah! ¡Deborah López! Aquí conocí a una enfermera con ese nombre.

La recepcionista reconoce el nombre, pero duda. Nada dentro de aquel perímetro sucede sin su autorización, por lo mismo, se decide a corroborar sus sospechas.

— ¿Deborah? Maldita novata... —replica incrédula—. Me das un segundo, por favor.

Aquella de ojos verdes y cabello rubio se levanta de su asiento y sale del área donde ejerce su trabajo, gritando el nombre “Deborah” por el pasillo. Liliane observa cómo aquella abre las puertas de cada una de las habitaciones y no la encuentra, enfureciéndose más.

— Liliane, por amor de Dios... —añade Melanie ruborizada por el calor de correr—. La entrada a la sala de emergencias se encuentra en el edificio continuo. Viniste a preguntar por tu madre, ¿verdad?

— ¡Efectivamente!

— Bonita jugada. Sólo que para la próxima...

En ese preciso momento aparecen Deborah y la muchacha de los ojos verdes, quienes discuten de manera enardecida mientras se dirigen miradas de odio mutuamente. Está claro que no simpatizan, y Liliane asume que se trata de una riña por algún chico. No debe ser adivina para entender que así es. Y también como se siente.

— La señorita aquí presente dice que internaron aquí a su madre y que tú te encargaste de atenderla... —grita la recepcionista eufórica, señalando a Liliane como si fuera la culpable—.

Deborah y Liliane cruzan miradas un instante, e inmediatamente se reconocen. Deborah no sabe de qué, pero se le hace familiar esa cara. Enseguida lo recuerda.

— Eres la hija de Enrique, ¿verdad? —dice con una sonrisa burlona—.

— ¿Conoces a mi padre? —replica Liliane desconcertada—.

— Por supuesto. Enrique es un asiduo paciente de Iván.

— ¿Del doctor Aguirre? —interrumpe la recepcionista—.

— Sí zorrita, ya lo escuchaste... De Iván.

— ¡Cuál zorra, maldita perra!

La cosa se estaba liando parda. Sino hubiese sido por la intervención oportuna de Melanie, se habría montado una batalla campal en pleno pasillo.

— ¡Por Dios chicas! Están en el trabajo, ¿saben?

— ¡Ya basta! —interrumpe Liliane exaltada—. ¡Me van a decir ahora mismo cuál es la maldita habitación donde está internada mi madre!

El reclamo hace eco en los alrededores y por un momento se paralizan las actividades de todos los presentes. Liliane siente un sinnúmero de ojos posados sobre ella y se ruboriza, por la presión y la vergüenza de haber hecho el ridículo.

— Vuelvo y repito que no existe ningún registro con el nombre de aquella persona en mi base de datos...

— Y Enrique lleva más de dos semanas sin visitarnos...



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En el texto hay: juvenil, drama, suspenso

Editado: 04.12.2019

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