Doble Mente contra una Mente

Alice, es la agradable chica de cabello lacio rosa iba con su conejo en la cabeza y le pasaba unos palitos de zanahoria a la criaturita que miraba los alrededores mientras iba con su dueña camino a su casa, ella es relativamente callada incluso en su grupo de amigas pero como ya se sabe tiene un secretito.

- Que onda hermana? - le saludo su hermano al verla llegar mientras bailaba oyendo música de sus audífonos - mamá llegará tarde hoy.

- Y tu a donde vas? - le preguntó Alice dejando a su mascota en el piso luego de cerrar la puerta.

- Hoy los de ALTHER harán un evento en el centro - explicó el chico mostrándole una foto en su móvil a su hermana - luego de su presentación de productos  habrá un concierto.

- Ahhhh - suspiro Alice dejando el papel en la mesa mientras iba a la cocina de su casa - procura no llegar muy tarde, de acuerdo?

- Tranqui Alice, deberías venir también creo que algunas de tus amigas irán - sugirió el chico ya con una mano en la puerta.

- Iré a comer al bosque así que estaré bien - contestó Alice estirándose y bostezando dejando ver que sus colmillos eran bastante grandes - quizás vuelva por la mañana asi que asegurate de llegar.

- Biennn… procura limpiarte en el río antes de volver a la casa - le dijo su hermano saliendo - y lleva un cambio de ropa para antes de que entres a la ciudad.

Diciendo eso el jovencito que resaltaba porque su cabello era igual rosa pero tenia pintado los extremos de negro, como dijo se dirigia a pasar un rato con sus amigos y otra gente de la ciudad y la escuela, mientras su hermana saldria a cazar ya que habia visto apetitosa sangre en la escuela cortesia de uno de sus compañeros.

- Jejeee… - se rió para sí misma Alice recordando la sangre de Rice - se veía dulce y no muy espesa… hmmmm y el color jejeje…

Mientras tenia recuerdos medio raros de vampiresa se dirigió a su habitación por las escaleras, no de manera normal sino que caminando de pie sobre la pared y siguiendo así por el techo de la casa, como llevaba una falda mediana pues la gravedad actúa y dejó ver que llevaba ropa interior algo infantil, con estampado de heladitos.

- Ahhhhh… auch - dijo estirándose y haciendo sonar su espalda Alice mientras se colgaba e iba a su cuarto - ahhhhh… debo tener más cuidado de no meterme al territorio de los dragones.

Al entrar a su cuarto Alice lanzó sus cosas hacia el armario y luciendo sus poderes vampíricos salto a una gran velocidad por la ventana dejándola girando mientras ella corría a los tejados sonriendo mostrando sus dientes feliz de poder usar toda su fuerza y lista para saltar hacia el bosque, veía al sol lentamente descender hasta ponerse cuando estaba por salir y escucho en la carretera de salida ruidos metálicos algo inusuales. Se detuvo en una cornisa y se asomó al callejón donde escuchó esos sonidos viendo unos hombres de ropas azules con la cara cubierta vigilar mientras otros compañeros descargaban lo que sonaba como armas blancas y por el tamaño parecían ser espadas. Mandobles en general eran usados por los magos y los de rangos inferiores usaban escudo y espada pero estaba el detalle de que solo se permite su circulación libre en épocas de guerra por una antigua ley de antes de la república por tanto esta es una actividad muy ilegal.

- Tengan cuidado con las de plata - decía una voz bastante joven entre aquellos hombres.

- Entendido - respondieron algunos de los hombres que ralentizaron un poco su marcha.

- Quinto - llamó el jovencito y un hombre que tenía un mandoble en la espalda se le acercó - dirige la descarga en el siguiente punto, yo tengo algo de lo que encargarme.

- Si señor, si me permite - dijo el hombre tras una reverencia al chico - planeaba llevar a mi unidad a entrenar a Punta Rajada.

- Lleva a tercera y segundo con sus grupos, estaremos en espera un par de meses - le dijo el chico mientras se iba - procuren estar listos para una larga campaña, si ocurre algo los contactare.

- Si, me retiro entonces - dijo el hombre y se fue con el vehículo de carga.

El vehículo arrancó e iba camino al centro de la ciudad cuando Alice se disponía a seguirlo y algo la sorprendió.

- Algo interesante? - pregunto el chico parado al lado de Alice sobresaltandola.

- Que? como? - preguntó la chica confundida.

- Eso? solo una ilusión - explicó el chico haciendo aparecer réplicas de sí mismo a su lado que se movían igual que él - es bastante fácil si practicas un poco.

- La ilusión y alteración están prohibidas - dijo Alice extendiendo sus alas y mostrando sus garras y colmillos.

- Hmmm… qué problema - dijo el chico cruzando sus brazos y en sus ojos dejando ver una expresión de conflicto y diversión - pensé que podríamos llegar a una acuerdo de interés mutuo… Alice.

- Je… - se sonrió la vampiresa retrayendo sus garras y colmillos - no tienes nada contra mí… Rice.

- Ok -  dijo el chico sorprendido - supongo que no tiene caso mantener esto.

Rice se quitó la tela con la que cubría su cara y cabello respirando aliviado dejándola caer de la cornisa donde estaban ambos de pie luego de prenderla con magia de fuego.

- Sabes que ahora tengo que matarte verdad? - dijo Alice con sus ojos brillando de rojo.

- Yo podría decir lo mismo - le contestó Rice creando una esfera de fuego en una mano y una lanza de electricidad en la otra.

Alice igualmente lista para pelear arrancó un trozo de ladrillo de la chimenea a su lado que lanzo a la cara de Rice pero este se lo evadió avanzando hacia ella lanzando pequeñas lanzas de electricidad que la hicieron retroceder y contraatacando con disparos de púas de hielo.

Ambos empezaron a avanzar de lado intercambiando disparos hasta que al dar un salto sobre la siguiente casa en su camino el techo de esta cedió instantáneamente ambos vieron la oportunidad de deshacerse del otro por lo que intentaron arrastrarse entre sí hasta el fondo que resultó ser una humilde tiendita de flores donde casualmente estaba la madre de Alice.