Por eso mandó al comandante a buscar al Cuerpo Expedicionario con todo el ejército lleno de reclutas, incluido yo. Todo el plan se fue al pairo y mando al comandante a capturar a la mitad del Cuerpo. Eso ya lo he vivido, no hay que meterse con estos cincuenta soldados que tienen capacidad de ser una parte más con el Bosque Inhóspito.
Mientras me cuentan más historia de su formación, más nos adentramos al Bosque. Ellos están en su casa, tienen todo controlado y con una sonrisa en la cara. Los capitanes se han reunido por lo menos una vez con cada sargento para estar al tanto de cada escuadra. La capitana se acerca:
-Hemos pensado que ya es hora de que conozcas a todos los sargentos. Solo conoces nuestra visión del Bosque, por lo que ahora te vas a divertir conociendo al resto.
-Lo que no entiendo es una cosa. Después de las traiciones que me habéis contado. ¿Por qué me confiáis en mí?
-Duende ha sonsacado toda tu historia a los rebeldes antes de confiar – dice el capitán.
-Además de venir a por nosotras cuando no era necesario. Y por lo que dijeron los muchachos, te preocupaste por el ejército siendo solo el estratega.
-Eres un libro abierto muchacho -dijo el capitán: -Así conocerás al escuadrón de Sonrisitas y Risitas.
-Les gusta los animalitos tanto como a ti. Ellos no suelen usarlos para salir de campamentos, creo que ya los sufriste la última vez que entraste en el Bosque.
“Claro que los sufrí, no me dejaron dormir en un solo momento” pienso en ese mismo momento que los dos sargentos con sus sonrisas de locos se acercan a mí.
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Editado: 10.08.2025