Capítulo 20
Los dos sargentos son unos amantes de todo tipo de animales. La cantidad de animales de tamaños pequeños que hay en el Bosque Inhóspito es sorprendente. Toda su escuadra conoce todos los animales posibles y los que más le gustan son aquellos que pueden fastidiar a los monstruos y a las personas.
Por lo que veo cada uno de ellos cargan con diferentes tipos de animales, a otros los van alimentando según se los encuentran y a los más pequeños los intentan pisar todo lo posible. Uno de sus soldados se acerca deprisa y la sargento se acerca a él. No sé que le está diciendo, pero le está encantado.
Cuando el soldado se retira a su posición, me mira con una gran sonrisa de loca:
-Jejejeje, nos vamos a divertir. Tenemos miel para cenar hoy, solo tenemos que convencer a las abejas que nos dejen un poco de su maravillosa miel.
-Ya verás estratega, la miel de este Bosque es la mejor que puedes tomar. Lo único que pasa es que las abejas no suelen gustar que le toquemos mucho la miel.
-Y eso que le llevamos regalos como más flores a los pies de su colmena o algún halcón que rondaba cerca que hemos cazado. Es tiempo de cuidar de sus pequeñines, no les gusta los extranjeros. Demasiado calor para ellas.
-¿Un halcón? Me parece extraño que los halcones se preocupen de las abejas con lo pequeñas que son.
-Digamos que pequeñas, pequeñas, no son. Estás en el Bosque Inhóspito, aquí los animales e insectos tienen buenos tamaños.
-¿Alguna vez las habéis usado contra los humanos?
-¿Las abejas? ¡JAMAS! Su miel está riquísimas, no vamos a enfadarlas porque unos mequetrefes quieran entrar en nuestro bosque.
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Editado: 17.08.2025