"El cuervo y el dragón"

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Así el dragón una mañana despertó bostezando encontrándose con un hermoso regalo de parte del cuervo, ahí donde estaba el dragón descansaba un hermoso narciso de suaves pétalos amarillos una mañana del lunes.

El dragón apenado acepto tan precioso regalo con una enorme alegría.

El martes el dragón despertó con un hermoso aroma, abrió los ojos para encontrarse con una preciosa gardenia de hipnóticos espirales blancos, la cual se depositó en su hocico por parte de las garras del cuervo. Si movía solo un poco su hocico pareciera besar la flor. El buen humor del dragón por la mañana alegraba al cuervo quien jugaba entre sus cuernos alegremente. Cierta pena comenzó a calar en el corazón del dragón. ¿Por qué se sonroja el dragón? Puede escuchar los nervios en su leve palpitar.

El miércoles el dragón despertaba temprano para extender sus hermosas alas de tono plateado y diamante, el cuervo no tenía planeado nada ese día, así que improviso y acompaño al vuelo del dragón por delante cuando pequeñas partes de un bonito diente de león resaltaban el vuelo del dragón, la flor de ese día fue especialmente hermosa por la mañana y que después continuó con juegos toda la tarde entre la enorme pero hermosa bestia, quien cautivado danza al viento con un cuervo enamorado por el ser tan profundo y sabio como el dragón.

El jueves una gota refrescante de agua cayó por las brillantes escamas del dragón, que resbalo desde su espina dorsal hasta llegar a su ojo donde esta resbalo goteando al suelo, despertándolo encontrándose con la flor rosa más bonita que hubiera imaginado ver, una preciosa camelia rosa descansaba en su lecho al lado del cuervo quien lo esperaba pacientemente con alegría, el dragón guardaba sus flores en una pequeña parte de agua de eterna juventud que las alimentará aunque sea por un pequeño lapso de tiempo mientras viven.

El viernes el dragón despertó con ansias de ver que nueva flor le iba a dar el cuervo, si es que le daba una claro. Eso es lo que ahora espera con ansias, esperando cual doncella por la llegada del cuervo, este llegó revoloteando entre las hojas de primavera, un fuerte y precioso girasol descansaba en el pico del cuervo quien se lo entregó con cariño y sorprendido el dragón por tan hermosa flor, cada flor era hermosa, fresca y llena de amor y significado íntimo para el enamoradizo dragón de diamante.

El sábado fue un día tan especial para el dragón, despertó en la cima de una montaña con el cuervo en manos, esperaron hasta la noche por un evento precioso que estaba por ocurrir en el cielo. Pero el dragón estaba sentido por no recibir su flor del día que esperaba recibir en la mañana, cuando un precioso olor inundó la fina nariz del dragón, una preciosa rama de lilas de un color morado hermoso y suave se presentaba ante el por parte de su querido cuervo. Poseía el aroma más agradable y hogareño que alguna vez haya olido y que relajara tanto el alma del dragón alguna vez en su larga vida. Y se dio cuenta que aún a pesar de tener tantos miles de años en ese mundo, a penas estaba comenzando a conocerlo de verdad, mientras entregaba el hermoso ramo de lilas, el evento en el cielo terminó de cautivar el corazón candente del dragón, la aureola boreal de intensos y preciosos colores celeste y morado realizó la noche en que el cuervo robo el corazón del poderoso e inmenso dragón. El frío de la noche ni siquiera fue sentido para ninguno de los dos, sus corazones estaba tan encendido como las llamas de la pasión.

El domingo fue un día relajante y hermoso, la tarde transcurría sin señales del cuervo, el dragón esperaba recibir otra lila ya que esa flor lo tenía tan cautivado que quería recibir la misma ese día también. Pero se puso a pensar que eso no lo haría tan especial entonces, el cuervo llegó tímidamente cargando una flor de un intenso color, precioso al igual que la hermosura del dragón de diamante, el tulipán fuertemente rojo fue entregado en su zarpa. El dragón se sintió abrumado ya que el cuervo sabía perfectamente que quería decir con el tulipán rojo, amor. Verdadero amor. El cuervo estaba enamorado del dragón, el dragón estaba totalmente anonadado, jamás espero que un pequeño cuervo tuviera el valor de cortejar a una enorme bestia como lo era aquel temible dragón de escamas brillantes. Fue como si aquella humana regresará a volver a tomar su corazón de una manera mucho más potente y poderosa que la primera vez, el dragón incluso deseo ser humano para quedarse con la humana. El cuervo era claro en lo que quería, quería que el dragón lo quisiera tanto como él lo hacía.

– Hermoso dragón que calientas mi corazón cual poderosa llama, no hay ningún problema con que no aceptes mis sentimientos. Eso no cambia el hecho de que te amaré, hasta donde mis pulmones me permitan disfrutar de tu compañía, te amaré como amo ver las brillantes estrellas de la noche estrellada – Dijo el cuervo apenado mientras la bestia se acerca lentamente hacia el cuervo. Pareciera que lo atacaría ahí en medio del bosque mientras todos los animales miran con terror como se acerca la bestia.




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