"El cuervo y el dragón"

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– ¿Estás loco? – Le regaño el dragón de diamante a su compañero, totalmente preocupado por él – Pudiste ser asesinado por él en ese momento, por favor no lo hagas no podría soportar de nuevo volver a perder a mi verdadero amor – Dijo el dragón tomando al obstinado cuervo que estaba furioso por la petición del dragón.

– Tú ibas a renunciar a mí sólo porque ese bravucón lo dijo, eso no puede ser. No voy a huir, pero si tanto estabas dispuesto a dejarme de lado por ese tarado...no te detendré si de verdad no soy tan importante para ti – Dijo el cuervo dolido, agachado contra la sombra del dragón.

– ¿Crees que no te amo?, estuve dispuesto a dejar la relación con quien más e sido feliz para salvarte, ¿Consideras que mi decisión es cobarde y egoísta?, entonces eso significa que te enamoraste a ciegas de mí, no me conoces – Le reprimió el dragón molestó, el en verdad amaba al cuervo.

– Esta bien, si dices que no te amo y no te conozco esta bien, pero no estuviste dispuesto a pelear por nosotros, no es necesario, mañana peleare con ese dragón, de todas maneras tal parece como si todos creyeran incluso tu que voy a morir de una manera u otra, si no puedes confiar en mi tanto como dices quererme entonces me voy – El cuervo le dio la espalda al dragón y este le gritó.
 

– ¡Yo te quiero!, ¡Nunca querría que algo malo te pasará!, ¡No quiero perderte! – Dijo mientras se acercaba.

– No lo suficiente para confiar en mi, ni tampoco para apoyarme, no volveré a molestarte – Dijo el cuervo emprendiendo vuelo fuera de la mazmorra dejando al dragón atrás suyo.

El cuervo voló por las montañas pensando en su amado dragón, sus pequeñas lágrimas resbalaban por sus ojitos, pero aún a pesar de su pelea aún tenía que pelear con el dragón, el cuervo de todas maneras tenía que pensar en que estrategia podía usar contra aquel inmenso dragón. Un paso en falso y podría matar a los dos, de pronto un suave silbido llamo su atención, entre las sombras de un árbol estaba una anciana bastante horrorosa en apariencia, el cuervo sin temer descendió a su lado.

– He escuchado de ti valiente cuervo, se que te enfrentarás al dragón rojo por amor, es un acto noble, pero estúpido – Dijo la mujer mientras le indicaba al cuervo seguirla, este dudo si hacerlo pero a pesar de la apariencia de la mujer no mostraba ser hostil, ingenuo la siguió a su lado y esta saco de sus ropas una joya verde y se la entregó al cuervo

– En su debido momento dale esto al dragón de diamante, el entenderá porque – Le dijo la anciana, el cuervo después recibió un pequeño frasco con un extraño líquido que parecía peligroso – Esto es veneno pequeño cuervo, si te ayudo a hacer un conjuro para concentrar mejor su efecto matarás al dragón rojo, te lo daré si me ayudas para completar el hechizo que vas a necesitar para tu pelea contra él – Le dijo la anciana.

– ¿Usted es una bruja?, pero... ¿Porqué me ayuda? – Preguntó confundido el cuervo, la mujer sonrió dulcemente y acaricio las plumas del cuervo.

– Hace muchos siglos ese asqueroso dragón rojo me separo del amor de mi vida, del hermoso dragón de diamante, en mi desespero para vivir eternamente al lado de mi amado dragón. Pero me enveneno con la fuente de la juventud haciéndome vieja y horrorosa, me volvió una bruja, ya que la fuente me dio vida eterna pero el dragón rojo me lanzo una maldición que me hizo bruja y ahora mi cuerpo está condenado a realizar cierto número de hechizos hasta mi muerte. Ninguno de esos pudo volverme a mi apariencia normal, ahora sólo me queda un hechizo pequeño cuervo y quiero ayudarte a que seas feliz – Le dijo la bruja alguna vez hermosa.

– Pero tienes que verlo, él te extraña mucho – Le dijo el cuervo quien estaba dentro de la cabaña de la bruja.

– Lo sé, pero mi tiempo ya fue, además quiero que el me recuerde joven y hermosa como solía ser. Ahora tu eres a quien ama, mi felicidad es su felicidad y se que valió la espera estos setecientos años – Así la bruja le explicó al cuervo que ella le daría el veneno para pelear pero sólo eso, el cuervo de igual modo se enfrentaría sólo al dragón rojo, tenía todo planeado hasta que llegó hacia ellos otro cuervo que llego de improviso y totalmente a la carrera y agitado, augurando malas noticias.

– ¡Cuervo, tu dragón está peleando con ese monstruo! – Le advirtió.

El cuervo enamorado sintió su corazón nervioso, el dragón de diamante de verdad estaba peleando por él, por su amor mutuo. Resulta que el cobarde dragón rojo sabía que después de exiliar al dragón de diamante durante tantos años, después de enamorarse de esa humana se ha vuelto un dragón débil y vulnerable, la bruja terminó el hechizo y en ese instante se desvaneció, el cuervo está abrumado por toda la situación y escuchó el suave susurro de la bruja.




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