"El cuervo y el dragón"

El cuervo y el dragón: La noche de un millón de años.

- ¿Podemos quedarnos en este lugar un ratitito más? - Pidió el cuervo por quinta vez, ya que estaban en un lugar bastante hermoso, lagos que resplandecen como las estrellas de un intenso color azul, una brisa suave y de un aroma exquisito. Parecido al perfume de las gardenias, las flores de estas mismas revolotean al viento en la orilla que comienza una linda y extensa pradera en kilómetros a la redonda. El cielo era nocturno desde hace mucho tiempo y las estrellas brillaban intensamente en el firmamento. 

- Llevamos aquí muchas horas, pensé que te parecería aburrido que nos quedáramos aquí un rato - Le dijo el dragón rojo. Permanecieron con una sonrisa.

- No te lo he dicho debidamente todavía, pero puedo hacerlo ahora- Comento el pequeño tomando por sorpresa al dragón - Veo que es el momento menos oportuno para decirlo y eso lo hace perfecto - Dijo el cuervo y el dragón volteo a mirarlo. ¿Qué querría decirle su pequeño cuervo?

- Te amo - Y con esas lindas y suaves palabras el dragón se apeno. ¿Los dragones pueden sonrojarse? Porque en ese momento el dragón sentía su cuerpo entero arder en llamas. El cuervo después de decir tan hermosas palabras se recargo en las escamas del dragón y este estaba temblando de la emoción.

- Eeeemm... yo...- Los nervios consumían la cabeza del dragón, quería decirle que el también lo amaba.

- Te amo mucho - Dijo el pequeño cuervo acurrucando su cabeza en su amado dragón.

Y como si no fuera suficiente parecía seguir avivando las llamas de una hoguera que ya está apunto de quemar un bosque. Entre más se lo decía más parecía estar al borde de desmayarse el colosal dragón.

- Yo.... - No le salían las palabras de la boca. Primero respiro profundo y suspiro y después lo dijo con felicidad - Yo también te amo - Dijo el dragón mientras sentía la opresión de su pecho más tranquila. Los dos permanecerán un rato más en aquel hermoso lugar, el cuervo sabía cómo convencer al dragón. El dragón descansa su cabeza al lado de su pequeño cuervo que parece formar la figura de aquellas dos criaturas en el firmamento.

El sueño pega los ojos del dragón y desea quedarse dormido al lado de su verdadero amor por toda la eternidad. Pero aun así le prometió a su cuervo que visitarían más hermosos lugares juntos.




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