Una cámara y un gato tienen solo un aspecto en común, ambos son capaces de ver muchas cosas...pero uno de ellos nunca revela lo que vé; sea bueno o malo.
Es preciso mencionar que esta historia empieza en una vieja cabaña en lo profundo del bosque, la luz de la lámpara que colgaba del techo atravesaba las rejillas de la pequeña casa de madera...allí dentro algo ocurrió y solo alguien es testigo de lo sucedido; un gato de ojos amarillos que se hallaba escondido entre unos empolvados objetos sobre la estanteria. Un gato que observó el acto más impuro de la vida...cometido por un humano, aunque no fuera precisamente uno. ¿quieres saber lo que sucedio? Bien...
Andy bajaba las escaleras en busca de un vaso con agua, unos minutos atrás un mal sueño lo había hecho despertar agitado y sudoroso, manteniendo unas fuertes ganas de llorar. Era de madrugada y el frío invierno hacía temblar al pequeño niño de once años que entre la obscuridad intentaba llegar a la cocina; tropezó con las sillas pero el ruido no fue suficiente como para despertar a alguien.
La obscuridad es ambiente perfecto para los profundos miedos de las personas en especial los que poseen amplia imaginación; Andy a sus once años sería la víctima ideal para ese tipo de cosas; sin embargo, su padre le había mencionado que "no debe temer a la obscuridad, solo lo que habita en ella", pero en todas las ocasiones Andy nunca encontró algo que le hiciera daño...ya sea el baño, armario o la sala con luces apagadas...había aceptado que temer a lo incapaz de ver es un tema de idiotas.
Abrió la nevera y encontró una jarra con agua fresca, lo derramó en un vaso y lo bebió sin problemas...dejó todo en su sitio y emprendió su regreso a la cama. Caminando a obscuras, subiendo las escaleras algo lo detuvo...no fue una mano o alguien al final del peldaño...era un sonido, un chirrido como si algo se meneaba o atrastrara; acompañado de unos leves sonidos que se oían cansinos. Andy repitió en su mente "la obscuridad no hace daño y no hay nada en el"
Andy a pasos cortos subía la escalera...ese ruido provenía de arriba...lento pero seguro se dirigía directamente allí.
Es de valientes...afrontar los hechos es de valientes
Repetía mientras se dirigía al origen del sonido, se acercó más y más, el ruido pasó de leves sonidos a jadeos. Andy el valiente llegó a la puerta y abrió un pequeño espacio para observar lo que él consideraría algo peligroso. Asomó su ojo derecho y pudo ver que en la obscura habitación dos siluetas producían ese jadeante sonido, una de ellas estaba sobre la otra parecía saltar...
Oh Dios, Marcus...e-el niño, el niño nos puede esc-escuchar.
Nnn-no, ahora de-debbe dormir, vamos mue-muevete
El jadeo continuaba y Andy comprendió lo que sucedía, no se trataba de un monstruo de más historias de horror o un ser del mundo de lovecraft...eran sus padres y lo que estaban haciendo era el amor, fabricando un hijo o como Andy mencionó...
Se están comiendo...si eso hacen
Hace unos meses Andy había visto a un grupo de muchachos entre los árboles de las escuela, la duda le invadió quizo saber el motivo de su concentración e incontables risas...se asomó de improviso y pudo ver que se reproducía un video donde una mujer estaba sobre un hombre y esta parecía disfrutarlo...entonces uno del grupo dijo: "se la está comiendo"
Desde ese momento Andy conoció que tener sexo también era comerse y que ver aquello era peligroso ya que una vieja maestra había echado a rabias al grupo de muchachos. Andy llegó a su habitación y decidió no mencionar nada a sus padres aunque lo que vería a continuación lo haría dudar algunas cosas...
Cuando estaba a punto de recostarse alcanzó a ver algo o mejor dicho a alguien que se escondía entre los árboles del cercano bosque...la ventana daba una buena vista al aglomerado grupo de arboles...Andy vio unos ojos amarillos escondidos entre el espeso bosque...aquellos ojos le causaron un temblor en su cuerpo, el infaltable sentimiento de no estar solo. Por primera vez sintió que la obscuridad era un monstruo gigante y que se lo iba a comer...y no era el sexo...literalmente se lo iba a comer; Andy se ocultó bajo las sábanas, cerró los ojos y empezó a rezar...con el padre nuestro, AVE María, credo y unos cantos de perdón...Andy cayó en sueño.
Al día siguiente se despertó por el fuerte estruendo del relámpago, pese a que ya había amanecido el cielo continuaba opaco debido a una repentina lluvia que empapaba la ventana y mojaba el bosque aunque Andy se daría cuenta que el vidrio no era lo único empapado...sus pantalones estaban húmedos y no era una característica de valientes. El niño de once años tomó la sabia decisión de esconder la escena del crimen* bajo un viejo cajón donde se guardaba viejas herramientas se desvistió y arrojó la ropa a su debido lugar, rodeó su cuerpo con la toalla y cuando iba a vestirse...su padre entra al cuarto; curioso por la escena que encuentra a su hijo menciona...
Heee, Andy... ¿acaso te masajeabas tu...
No, padre...simplemente iba a tomar un baño.
Y la cama, ¿porque está sin cubrir?
Asumí que era momento de cambiar las sábanas
Heeee...esta bien, pero no tomes la ducha, esta lloviendo y te puedes enfermar...mejor prepárate para la escuela
Si papá