Observo cómo las plantas revolotean con el viento y la rapidez de la brisa al azotar mi rostro con él.
No puedo creer que al fin pude salir de ese lugar, que al fin puedo sentir que es ser libre de sus reglas.
A los pocos minutos el carro se estaciona y bajo de él nerviosa, la ansiedad me carcome al verme cómo la única de este lugar que no tiene amigos. Quiero hacer amistades pero ahora resulta más difícil intentarlo, el rechazo viene a mí sin ni siquiera haberlo procurado.
-Tranquila señorita Leví,-Me sobresalto al sentir su palma sobre la mía y relajo mi expresión al sentir su apoyo en mí.-el primer día siempre es difícil pero una vez que haga una amistad, todo se vuelve sencillo.
Mis ánimos regresan y sonrío tensa. Giro sobre mi eje y me despido del señor Connor desde lo lejos levantando la palma de mi mano mientras la sacudo con fuerza.
¡Esta es mi oportunidad!
Acomodo mi mochila y tomo marcha hasta la universidad, el frío recorre mis tobillos desnudos, sin embargo mi falda larga protege la mayor parte de mi cuerpo. Una presión se acumula en mi nariz y una picazón irritante ataca mi garganta.
Estornudo sin previo aviso y saco rápidamente una pastilla de mi abrigo. La trago sin agua y entro al edificio. El lugar es mucho más grande que mi hogar, sin embargo la cantidad de personas de este sitio es aún mayor a comparación de mi vivienda.
La mayoría son jóvenes y la menor cantidad ancianos. Quiero hacer alguna amistad sin embargo mi timidez me ataca.
¿Qué haré si me rechazan? ¿Qué pasará si no les agrado? ¿Dónde estará Hades ahora?
Muerdo mi labio molesta por mi estúpida pregunta, estamos enojados, aunque lo conozca no quiero relacionarme con una persona cómo él, sin embargo al ser la única persona que conozco de momento, me da temor hacer nuevos amigos.
Tampoco es seguro que él estudie aquí.
Camino apresurada a mi primer clase y me introduzco en ella. Los minutos se hacen siglos al no comunicarme con nadie de la clase. Lo sé, debería empezar a hacer amistades pero es más complicado, aún más que mis prácticas en mi cuarto de cómo dirigirme a una persona.
Un total silencio domina la clase y frunzo el ceño confundida. Una sombra larga sale de la puerta y me sobresalto al ver sus ojos castaños conectarse con mi vista. La esquivo rápidamente y miro a otra esquina de la clase. Molesta, si, pero con un a pizque de felicidad al atinar que si estudia en la misma universidad que yo, pero el rencor es mayor.
Es ridículo hacer esto pero mi orgullo me impide volver a hablarle, muerdo mi labio inferior con vigor hasta que percibo el sabor metálico en mi lengua.
Debo verme humillante al no relacionarme con las personas.
Levanto mi vista en busca de la suya sin embargo él esta en otros asuntos, completamente concentrado en ellos. La decepción se percato dentro de mí, ¿Acaso quería que me observara también?
Apuesto que debe ser popular dentro de esta universidad, en cambio yo ni siquiera lo conozco bien. Me sorprende el hecho que hasta los ancianos de mi hogar lo reconocieran. Seguramente debe ser de alguna familia rica, con apellido famoso, aunque a mí no me suena nada.
Bueno, para alguien como yo que nunca ha salido de su casa, es como vivir debajo de una roca, es vergonzoso que no este enterada de nada.
-¿Nueva verdad?-Me estremezco y desconecto la vista de Hades avergonzada, con la mis mejillas ardiendo, ¿Fue muy notorio? Giro mi rostro hasta toparme con un rostro nada familiar, sus rizos canches rebeldes tapan un poco sus iris azules, sin embargo su sonrisa ensanchada es completamente visible.
Da un cierto aire agradable.
-S, si.-Contesto de manera cortante aunque sutil y cortés.
-Mi nombre es Gavrel.-Se presenta.
Un bulto crece en mi estomago y hipo instantáneamente. Gravel se ríe y muerdo mi labio por la situación. ¿En serio Dasha, ahora? Bueno, él se ha presentado, creó que eso es hacer un amigo señor Connor.
-Lo, lo-Hipo-siento.
Saco mi botella de agua y le doy varios tragos hasta silenciar mi vergonzoso hipo.
Gavrel sólo ríe ante mi situación.
-Tu nombre.
Levanto una ceja y recorro mi vista por el salón, hasta encontrarme con Hades, me agito al ver sus ojos que ahora están sobre nosotros. ¿Qué, en qué momento él...?
Un carraspeo interrumpe mi inspección y regreso con Gavrel.
-Dasha Leví.-Sonrío y él corresponde a mi sonrisa.
Trago con fuerza al sentir más intensa su mirada por mi espalda.
Aunque la adrenalina recorre mi piel al percibir cómo la mirada de Hades nos inspecciona, intento ignorarla.
-Lindo nombre,-Mis mejillas se calientan por su halago.-¿Edad?
Lo sé, esta universidad trabaja de distinta forma que la mayoría, sin embargo. Sus clases las imparten en distintas secciones, nos toca cambiarnos de clase cada instante y nos topamos con alumnos de otros grados.
Temas que nos distribuyen a ambos pero somos de carreras distintas.
-Diecinueve y...¿Tú?
-Eres muy joven aunque tu aspecto te hace ver menor de edad,-Farfullo en lo bajo y frunzo el ceño no satisfecha por su comentario innecesario.-dos décadas con cinco años.
No puedo decir lo mismo que él, realmente aparenta esa edad.
-¿Carrera?-Ahora soy la interesada en esta conversación.
Se acerca a mí y me sobresalto al ver cómo su respiración se mezcla con la mía por segundos.
-Puedo ser lo que más desees linda.-Susurra con la voz áspera y picará, pasando por un momento su mirada, detrás de mí, aturdida.