El Deceso de Nuestro Arranque

*5*

-¿Cómo podré saberlo?-Cuestiono cansado y me recuesto sobre la pared.

 

-Hades estoy fatigado de verlo más de dos veces a la semana por su mal comportamiento, sin embargo sus padres se encargarán de usted cómo debe ser.-El directo voltea hacia los otros dos chicos y dirige su vista a Gavrel.-Usted joven también será castigado por sus padres y la señorita Dasha se le dará su castigo aquí.

 

Dejo escapar una pequeña risa de mis labios y percato el ceño fruncido de Dasha por obvias razones.

 

-Disculpe si sueno irrespetuosa pero esto es...¡Injusto!-Apunta su dedo hacia mí y me ve con total desprecio.-¡Él me juzgo cómo mujerzuela sin ni siquiera conocerme!

 

-Señorita Dasha no tiene la autoridad para hablarme así y al joven Hades ya se le dio su castigo.-Dasha farfulla en lo bajo y su rostro se pone rojo del puro enfado, no puedo evitar reírme y ella se enoja aún más.-Sin embargo, al menos que el joven Hades quiera cambiar su castigo.

 

-¡¿Qué?!-Pregunta anonadada.

 

-Por supuesto,-Respondo.-me encantará ser el supervisor de mi compañera.

 

-Ni en tus sueños.

 

-Ni siquiera llegarías a mis sueños más húmedos Dasha.

 

Baja su rostro frustrada y gruñe mientras jala sus cabellos. Me río y conecto mi vista con el director para confirmar mi sugerencia y él asiente.

 

Después de todo no me hará daño molestar a una niña de casa.

 

Volteo hacia Gavrel y él sonríe con la misma malicia que la mía. Este maldito le gusta jugar con presas inocentes y Dasha será mi objetivo para salir de ese manicomio. Si Gavrel interfiere todo se echará a la mierda, ella no puede saber quien soy realmente, no puedo confiar en Gavrel por el momento.

 

Simplemente es otra nena de sus padres que al fin pudo salir de casa.

 

Una completa delicia para experimentar y corromper sus caminos.

 

Oh Dasha, ni siquiera tienes idea de mis planes.

 

-Quiero participar en el castigo cómo supervisor, director, hoy me siento cooperativo.-Agrega Gavrel con su sonrisa de bastardo retrasado.

 

-Cooperativo mi culo.-Farfullo molesto y el director frunce el ceño enojado.

 

Claro, su actuación de niño inocente tras Dasha, quiere decir que ha investigado mis pasos.

 

-¡Esas palabras no se dicen en este establecimiento! Además sólo pueden haber dos supervisores,-Informa el director algo avergonzado, nunca suele llevarnos la contraria pero supongo que hoy ellos lo sacaron de sus casillas-Gavrel ayudará a la señorita si sólo así lo desea.-Ahí esta, era demasiado bueno para ser verdad.

 

-Diablos,-Maldice recordando algo de pronto, al mirar su celular.-tendrán que divertirse solos, tengo compromisos.-Sale de la oficina y cierra la puerta ferozmente provocando que esta truene al ser impactada.

 

-Estos jóvenes irrespetuosos,-Murmura el director decepcionado y no lo culpo.-su castigo empieza ahora, ella limpiará la cancha del establecimiento y recogerá todo.

 

-¿Qué? No puede ser ahora, tenemos clases y es el primer día.-Se queja Dasha por obvias razones las cuales no me importan.

 

-Soy el director y no pretendo ser mandado por una estudiante, ¿No señorita Dasha?

 

Traga duro.

 

-No sea duro con ella director, este día es el primero de muchas ocasiones importantes para su alumna.-Añado ya algo cansado de escuchar tantos regaños en una sola mañana.

 

En cambio el director sólo me hace una expresión de aprobación y caminamos hasta la cancha. Por parte quiero hacer esto para conocerla mejor y encontrar formas de escapar de ese lugar de locos, quién mejor que la hija del dueño.

 

A los pocos minutos ya nos encontrábamos en la cancha, ella haciendo su trabajo y yo escuchando música.

 

Mientras perdía el tiempo en lo que más me gustaba hacer, no me percate que ella se había detenido.

 

Me miraba con la ceja levantada.

 

¿Ahora qué?

 

-¿Algún problema con la escoba?-Me burlo por su obvia molestia-Te puedo traer otra para que trabajes más rápido.

 

Se ríe sin gracia y suspira mordiendo su labio inferior levemente.

 

Diablos...eso sí que se ve bien en ella.

 

-Que idea más grandiosa Hades,-Despeina su cabello y sigue mordiendo su labio ferozmente, cómo si fuese el postre más delicioso para comer, ¿Y por qué no? No los he probado para negarlo.-traeré otra para que me ayudes.

 

Un nudo es desatado dentro de mí y me carcajeo tanto hasta sentir mis ojos húmedos. ¿Esta bromeando? Porque le salió muy bueno el chiste.

 

Acaricio mi estomago por la risa y limpio mis lágrimas.

 

En cambio ella no muestra ni siquiera un poco de gracia.

 

-Lo que tu quieras linda, donde quieras ahí estaré.-Le guiño un ojo y regreso a la música pero su irritante voz vuelve a interferir mi diversión.

 

-Aquí te quiero,-Ni que se le ocurra.-¿Qué clase de supervisor retardado no se da cuenta que no he hecho nada?

 

Suspiro y me quito los audífonos, bajo a zancadas y a los pocos segundos la alcanzo. No comprendo cómo ella puede decirme esto con el descaro de estar sonrojada, ¿Su pena no le sella la boca? Pensé que las niñas de casa tenían más escrúpulos.

 

-Este retardado apuesto no le gusta las niñas maleducadas,-Murmuro bajando el tono de mi voz e interfiero su espacio personal, ella retrocede y se topa con la pared de la cancha; Aprovecho y la acorralo.-mejor hazlo porque no me importa ser el supervisor cuando puedo estar durmiendo ahora.

 

Sus pequeñas pecas se ven tapadas por la gran capa de sonrojo que llevan y sus ojos, ¿Más grandes? Dudo que lo puedan estar.




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