El Deceso de Nuestro Arranque

*18*

Padre, lo más grandioso o esplendido, cómo sueles llamarlo repetidas veces. Si, he roto unas de las reglas más importantes y pensé que me sentiría mal por haber hecho eso, sin embargo, no tengo ni un remordimiento de haber contemplado las estrellas junto al único chico que he querido de maneras inexplicables. De la misma forma en cómo quisiste a mamá, comencé a tener esos sentimientos extraños, tan inusuales y a la vez flipantes.

 

Guardo la nota y me levanto del escritorio, sonrío en mis adentros y suspiro. Quizás no soy la novia de Hades, pero eso no cambia el hecho que seré diferente. Me río recordando las reglas que impuse, seguramente Hades debió quedar desconcertado por mis palabras en cierta forma vacías.

 

Sin explicar nada claramente.

 

-Puedes hacer todo lo que quieras.-Pongo mi palma en forma de stop y él frunce el ceño mientras me divierto en mis adentros.-Con el tiempo te detendré si no me parece adecuadas tus acciones conmigo.

 

Luego de eso me fui de su habitación, él acepto algo dudoso ya que no comprendió y muy a mi pesar, realmente no quería que comprendiera mi plan. Ya que le haré ver que una relación formal es mucho mejor que una libre, conocerá de los sentimientos que significa el amor.

 

Ahora era mi turno, Hades conocerá otro de mis deseos y luego le tocará a él. Ese también es mi plan, ya que ahora mi padre no se encuentra en este país y es mi oportunidad perfecta, aparte que muy pocas veces hemos podido reunirnos por tener precaución con los trabajadores.

 

Quiero hablar con Hades, sin embargo hoy falte a la universidad por una cita con el médico, claro, en este mismo lugar. Ya pasaron varias horas y espero ansiosamente a Hades, verlo pasar por esa puerta, el día fue muy largo y paso tortuosamente lento, deseo verle.

 

Es una locura, ¿Desde cuándo lo deseo así?

 

El sonido de la puerta cruje y me sobresalto en mi lugar, al ver su cuerpo alto entrando por esa puerta y su cabello levemente desordenado, sonrío satisfecha y feliz de verle. Cierra la puerta detrás de sí mismo con cuidado y me levanto de mi cama para correr; Y tomarlo con un abrazo reconfortante, cálido y lleno de emociones. 

 

Ahora ha sido una tortura las horas separados, es cómo si el tiempo para nosotros se volviese muy importante, porque lo es.

 

Se tensa por mi repentino acto, pero no duda en corresponder. Sube lentamente sus manos de mis brazos a mi cuello y de ahí, a mi rostro para elevarlo a su vista, produciendo extraños sentimientos nuevos en mí.

 

Sus ojos se conectan a los míos, pero no tardan en bajar a mis labios, con el brillo singular en sus iris. Mi cuerpo se estremece ante su acción y bajo mi mirada avergonzada, es difícil mantener mi mirada en sus ojos cuando él sabe lo que causa en mí. Esa seguridad que estaba al principio se tambalea cuando esta conmigo.

 

-Pensé que ansiabas en verme, pero al parecer sólo soy yo.-Añade.

 

Me sobresalto sabiendo que cometí un error al rechazarlo de esa forma.

 

Regreso mi nuca hacía él y antes de poder decir alguna palabra, acerca su rostro arriesgadamente al mío. Cerrando nuestro espacio y uniendo nuestra respiración cálida, con sus labios entreabiertos y húmedos, a un inesperado corto beso casto sobre mis labios. 

 

Sin embargo, antes de hacerlo, sin siquiera pensarlo antes. Pongo mis manos en mis labios y él sin siquiera esperarlo, ya tenía sus labios sobre mis manos, las cuales interponen sus labios de los míos. Su sorpresa lo toma y sonríe con diversión; Y en vez de rendirse, insiste, tomando las riendas y besando con más descaro mis manos, con suaves, atrevidos y ardientes besos en mis palmas.

 

Mi piel se eriza y mi pulso se acelera.

 

Debo detenerlo, antes que pierda el control de mi misma.

 

-¿Así quieres jugar entonces? Supongo que es una parte de tus reglas, puedo con eso.-Susurra roncamente, de manera rápida sobre mi piel.

 

Toma una mano mía y de ahí suben sus besos húmedos, poco a poco de la forma más tortuosa y fascinante, mi piel hierve cuando desaparecen sus labios para hacer un nuevo recorrido. Posiciono mi otra mano sobre su pecho para alejarlo, pero él con su mano libre toma la mía para presionar mi palma contra su pecho mientras él se acerca más a mí.

 

Retrocedo nerviosa y me topo con la pared detrás mío. 

 

-Hades...-Logro decir en un jadeo, cuando siento sus labios en mi clavícula. 

 

Respiro agitadamente por sentirme tan extraña en esa zona de mi cuerpo y él sin darme tiempo, impresiona sus labios con fuerza y pasión. Formo mis manos en puños aferrándome a él y cierro mis ojos extasiada, soy capaz de sentir sus labios cuando lamen y absorben mi piel con rudeza. 

 

Aleja su labios de mí y el frío incómoda mi ser, esa calidez tan familiar que extrañe.

 

Suspira profundamente y deja reposar su frente sobre la mía.

 

-Yo también te extrañe Dasha.-Añade sonriente.

 

Dios...

 

Luego de recuperar mi respiración, me impresiono que así serán todos los días con Hades, me será difícil resistirme a este paso. Nunca imaginé que la fuerza de voluntad sea tan grande cuando se trata del chico que me gusta.

 

Sé que los besos son prohibidos, porque no quiero ser una más, sino especial y eso quiero demostrarle a través de esta lucha, para que pueda diferenciar entre ambas relaciones. Sin embargo también es complicado para mí, porque no existe el momento en que no quiera besarlo cuando lo tengo frente a mí.

 

Por lo menos sé que los amigos se dan besos en las mejillas cómo saludo y no le he dado el mío.

 

Me pongo de puntas y dejo reposar mis labios en su mejilla, con un poco de presión y mi rostro sonrojado por tantos afectos hoy; Soy capaz de sentir esas emociones felices en mi ser.




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