El Deceso de Nuestro Arranque

*30*

Voten please y comenten si les gusta, gracias.

 

 

-El secruestro no es una opción, Dasha.

 

Aprieto nuestros agarre, fijando mi mirada perdida en él, quiero decir, es tan distinto conmigo que cuando estamos en malos terminos, complementa esta vacio mío. No obstante, Wesley no comparte nuestra felicidad, cierta incómodidad se instala en el ambiente, ¿Qué hace aquí? Sé que es su chofer, pero, dios...alguien me ayude.

 

Las ventanas se encuentran cerradas para aumentar la temperatura con la calefacción, Hades llevaba consigo una mochila, llena de cosas que por desgracia, cuando se dio lo del disparo, la policia llego luego, llevándose el auto de él, no teniendo otra opción más que utilizar mi carro.

 

Las toallas que llevo siempre para limpiar la suciedad del auto, por suerte hoy se encontraban limpias, ayudando nuestros cuerpos, pero le da un cierto aspecto muy sospechoso, ambos con los cuerpo mojados, no quiere decir que de pronto se nos haya ocurrido nadar, es ilógico.

 

Bueno, regresando al tema, realmente me siento un poco incómoda, la razón que Wesley este conduciendo en lugar de Hades, no es que podía dejarlo en la calle, mmm, acabaron de golpearse y están cómo si nada. 

 

-¿Secuestrarla?-La duda impregna en Wesley.

 

Hades ladea una sonrisa de un lado, marcando un hoyuelo con su mirada fría a dirección de Wes y me sobresalto cuando regresa sus iris cafés conmigo, cambiando de pronto su expresión, a una coqueta, deslumbrando sus dientes blanco al apretar mi cintura junto a su cuerpo, sonrojada.

 

-No disfruto las relaciones, a distancia.-Las manos de Wesley se tensan.

 

-¿Noviazgo?-Ríe sin gracia.-Acabaron de discutir y por poco destruyes el salón, no estoy de chistes, es imposible.

 

-Jamás bromeo Tucker.-Aclara brusco.-Es mía Tucker.

 

-Si lo responde Dasha, entonces lo creeré.-Suelta, de pronto diferente a su actitud de antes, resultándome confusa, dios, no quiero que nada de esto empeoré, jamás me lo tome en serio.

 

Aunque su apoyo fue de mucha ayuda. Quizás en un futuro pueda llegar a ser un buen amigo.

 

-Es cierto...-Apenas logro decir por esta tensión.

 

Bufa riendo con gracia.

 

-Te enseñaré a reírte de verdaderos chistes.-Pierde la paciencia por completo Hades.

 

-Tranquilo Mars, los felicito.-Le resta importancia, fijando su vista por la calle.

 

Suspiro tranquila que por fin acabo este tema.

 

Ahora estoy con Hades y es todo lo que me interesa, bueno, no del todo porque tendré que volver a casa, si mi padre llega a descubrir...no, puede que ya lo haya hecho, de sólo recordar la última vez que rompí sus reglas los castigos fueron muy fuertes.

 

-Si vuelvo esta vez dudo mucho que pueda volver a verte o hasta el mismo amanecer, he roto hasta la última regla.

 

-Lo sé.-Acaricia mi palma, fijando su mirada en mí.-Lo tengo muy claro, pero sería una locura si lo llego a hacer.

 

-Me lo propusiste una vez Hades.

 

-Ahora andan buscando de mí luego de matar unos sujetos que te secuestraron Dasha,-Sisea, abriendo mis parpados preocupada.-mis padres están al tanto de la herencia y los negocios con Fedora. Me tienen en la mira y si hago una sola acción extra, ellos lo sabrán.

 

-Dejaría todo por ti,-Sus razones pueden ser mayores en cuestión de problemas, pero sería mucho mejor abandonar todo aquello lo que le hace infeliz.-¿No harías lo mismo por mí?

 

Una propuesta alocada, fuera de la realidad, cómo si un mundo con los brazos abiertos nos fuera a acoger por nuestro amor eterno, inocentes no somos, pero si desesperados, la sola idea de separarnos me rompe el corazón, se tardo meses la última vez, ¿Cuánto será ahora?

 

De pronto una chispas aparecen muy cerca de nuestra vista cuando un sonido abrupto nos paraliza, sorprendidos.

 

-¡Mierda!-Maldice Wesley al dar de un giro completo el volante, atrayendo todo el pesor al lado izquierdo, impactando nuestros cuerpo a un lado del auto, acelerando mi pulso confusa, ¿Es, es lo que creo ques es? Escucho más disparos directo a este lugar, abriendo mis labios espantada.

 

-Baja tú cabeza Dasha.-Asiento, poniendo ambas manos en mi cabeza, si una sola bala impacta ahí, es la muerte segura, pero ni Hades, ni Tucker lo hacen, sino Hades observa al enemigo sin temor.-Diablos, no se rinde.

 

-Nos localizaron, quieren tu cabeza Mars.

 

¿Qué?

 

Jadeo todavía sin comprender bien todo esto, es cómo si la historia de antes se repitiera, Hades no duda en abrir su saco y sacar una arma, que a mi parecer es sencilla, desconozco de armas, bajando el vidrio. Me paralizo de temor y su mirada cae en mí antes de accionar, sonriendo de lado sereno, trasmitiendo su tranquilidad en mí por segundos y quiero confiar en él, porque sabe lo que hace, pero no puedo diablos, no cuando tiene a la peor enemiga aferrada a sus venas.

 

Aferrada a su vida.

 

Hades tira del gatillo fijando su mirada concentrado y Wes ayuda al mover el auto en zic zac, tomando fuertemente del volvante, para evadir los disparos del enemigos. La adrenalina y la pesadilla no termina, la incertidumbre que algo podría llegar a pasarnos, es nuestra desdicha.

 

Apenas logro ver que asesino a cuatro personas, pero el auto viene lleno.

 

Mis ojos captan un círculo verde dentro del saco y chequeo los enemigos atrás de mí, cómo no apartan su mirada y ni lloran por sus compañeros muertos, sino su sed de venganza es mayor que cualquier cosa. Una exclamación de Hades remata en mis oídos y él cae en el asiento, tapándose el hombro, escurriendo sangre de este.




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