El Deceso de Nuestro Arranque

*31*

-Necesito, necesito ver a mi padre, una última vez.-Musito, no quiero irme con el remordimiento de nuestra última discusión que no quedo en bueno términos, después, después de todo lo que ha hecho por mí, a pesar de mis inconformidades.

 

-¿Quieres volver?-La idea no le da gusto.

 

-Es mi padre a pesar de todo.

 

-No creó que sea una buena idea.-Tensa su mandíbula, desconforme, más no me niega a hacerlo.

 

-Arreglemos bien nuestros asuntos-Estoy segura que no soy la única quién tiene cosas pendientes.-y vayámonos cuando nadie sospeche de nosotros,-A un lugar muy lejos.-porque justo hoy todo ha sido muy fácil para descifrar, si desaperecemos ellos sabrán que estamos juntos.-Los deseos desesperados por fin estar juntos, no puede nublar nuestro juicio.-Cuando todo este tranquilo y bien, nos vamos.

 

Me duele decirlo pero es verdad, no podemos simplemente actuar porqué sí, debemos ser inteligentes.

 

-Es verdad, no puedo debatir eso pero, alejarme de ti de nuevo.-Forma puños.-Los segundos para nosotros, valen años.

 

-No será mucho, quizás tres días o cuatro.-Supongo que es el tiempo suficiente.

 

-Llegaré a verte todos los días, a las dos de la mañana.-Declara, asintiendo contenta.

 

-Te esperaré ansiosa.

 

-Paren ahora,-Nos interrumpe una voz extra.-ya dejen su amorcito, que ya llegamos.-Bufa al final.

 

El sabor amargo en la garganta de separarnos, en la simple palabra despedida me paraliza, no me agrada nada pero es necesario, todo sacrificio tiene su recompensa y este será un breve momento, no es para siempre, tengo que ser fuerte y al ver a Hades con la expresión serena, supongo que para él ya viene siendo sencillo.

 

¿Por qué para mí no?

 

La velocidad del auto llega a cero y desciendo de él, puedo observar a metros mi casa, o más bien el lugar de locos que le nombro Hades. Río con nostalgia y triste, no deseo despedirme, no otra vez, porque siempre que lo hemos hecho, nunca a sido en los mejores términos.

 

Sus manos toman suavemente las mías y entrelaza nuestros dedos, transpasando su calidez, en un perfecto encaje, cómo si nuestras manos hubieran sidos hechas para unirse y jamás alejarse. ¿Por qué debemos pasar por todo esto?

 

¿Cuánto más dolor debemos pasar? ¿Por cuánta más espera debemos sacrificar?

 

A quién quiero engañar, él es mi todo, él es quien mando remolinos a mi mundo, destruyendo todo a su paso, el destructor y salvador de reconstruirlo.

 

-No quiero dejarte Hades.-Confieso afianzando más mi agarre con el suyo.

 

-Este no es un adiós Dasha.-Me aclara soportando este claro dolor entre ambos, por una posible jugada malvada del destino o nuestras peores enemigas, la enfermedad.-Es un...-Medita y abre sus labios rojos.-hasta pronto.

 

-¿Hasta cuándo podremos estar juntos Hades? ¿Por qué debemos separarnos de todo para estar juntos?-Es injusto, es tan injusto que deba separarme de mi padre, es tan injusto que Hades deba separarse de su futuro, por uno nuestro, sacrificando tantas cosas precidadas.

 

-Son sacrificios, se hace por amor.-Mi pecho se apriosa, aprieta su agarre y me jala directo a sus brazos, rodeando de ellos mi cuerpo, sobresaltándome y dejando su calidez en mí, junto a su olor embriagante de mentas y vainilla. Mientras me afianzo en ellos uniendo más nuestros cuerpos, siendo uno en esta tan desolada noche, reforzando este último recuerdo en este íntimo abrazo.

 

El latir de nuestros corazones, el oír de los animales corriendo entre el bosque, nuestras miradas unificadas, con ese brillo especial en mí.

 

¿Cuándo, cuándo llegará nuestro momento de brillar?

 

Su rostro se acerca levemente al mío, sintiendo su aliento rozar mi piel y estremeciéndola, junto a la caricia de su palma sobre mi mejilla, próximo a besarme, un último detalle para que le recuerde en el silencio.

 

Sin embargo un bocinado nos interrumpe y es Wesley, quien llama nuestra atención de pronto. 

 

-¿Qué mierda?-Maldice Hades a su dirección.-¿No estás viendo que intento despedirme de mi novia imbécil?

 

Me encanta cómo suena "mi novia" de su labios.

 

 -Mars, veo unos sujetos venir por ese lugar.-Apunta directo donde vivo y abro mis parpados, impactada, latiendo mi corazón con rapidez por la adrenalina, ¿Qué, cómo, mi padre ya sabía que no me encuentro ahí?.-Será mejor que nos larguemos.-Baja del auto y Hades corre tras él, perdiéndose Wes entre los arboles del bosque.

 

Sin embargo Hades duda en seguir su camino, deteniendo su paso abruptamente, girando sobre su eje y aproximarse a mí, retrocediendo torpemente confusa, al mirar hacia atrás al sentir las rocas en mi suela.

 

Jalar de mi cintura e impacta contra la suya, suelto un pequeño grito por la sorpresa, callando mi boca cuando presiona sus labios junto a los míos, cerrando mis palmas en puños en su pecho, arrugando su camisa y sostiene mi cintura con desespero, al momento de mover sus labios y adormecer mi cuerpo al momento de elevar su mano por mi espalda y cabellos, presionando de este, devorando de mi boca sin cuidado y ser torpe en el intento de seguir su ritmo, jadeando exhausta, ardiendo mi rostro del calor que provoca él en mí.

 

Muerde mi labio inferior y gimo adolorida, presionando por última vez su boca contra la mía y el ardor de mi labio inferior palpable. El frío acopla de pronto todo mi cuerpo al ya no sentir su cercanía, logro ver cómo desaparece entre la naturaleza, temblando levemente mis piernas y tocando mis labios, ida, totalmente ida.

 

Lo único que pasa por mi mente es ese beso.

 

Me encanta y ya le extraño.




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