Capítulo 1
La Fiesta
La lluvia repicaba fuertemente en las calles de Berlín, todos se refugiaban bajo lo que podían, pero entre uno de esos edificios antiguos estaba Chambers, subiendo las escaleras a duras penas. La vista se me nublaba por momentos, terminó de rodillas en la escalera con la mano en la boca sintiendo que las ganas de vomitar se acrecentaban, tenía una puñalada en el estómago con el guante de cuero en la mano trataba de taparme la herida, el sombrero y la gabardina se le habían empapado pero ahora debía pensar en otras cosas
Escucho un golpe muy fuerte desde abajo, seguramente su perseguidor, Chambers con mucho esfuerzo se reincorporo y a toda prisa siguió corriendo. Entro deprisa en el departamento y en el escritorio sumido en mi propia desesperación busco el expediente, comienzo a sudar, la herida le sangra de manera descontrolada y un fuerte ardor se hace cada vez más presente, pero se preocupa por buscar ese expediente
Un golpe lo hace dar un brinco desde su posición, al voltear lentamente lo ve; esta ahí Stevenson con su traje color mostaza
-Hopkins, ¡basta!- grita Stevenson desde su posición
-no puedes detenerme, ahora lo sé, me ha perseguido, desde que soy joven, desde que mi nombre puede ser considerado importante y ahora que estoy tan cerca no puedo dejarlo así nada mas
-hemos estado en esto durante años, y simplemente no podrás soportarlo
-¿Quién es el hombre de negro?- dice Chambers crujiendo los dientes- ¿y que tiene que ver contigo?- Stevenson se saca un revolver del traje, ahora el miedo se convierte en un constante temblor de piernas para ambos
-siempre fuiste tan necio –dijo con un tono de decepción
-y tú eres un impostor- Chambers saca su arma
La tensión entre los dos se hizo más notoria que nunca, después de tantos años juntos, resolviendo misterios, desde sus años de juventud, hasta alcanzar la madurez y todo para llevarnos a esto
-la guerra fría nos creó Chambers, y también será la que nos enterrara a ambos
-solo me llamas por mi nombre cuando estás enojado
-y lo estoy como no tienes una idea
Ambos se miraron, el dolor y la pérdida de sangre le nublan el juicio a Chambers, su puntería había desmejorado con los años, mientras que Stevenson fresco como lechuga, implacable y despiadado dispararía sin mayores rencores. Años de historia, momentos inolvidables y recién ahora se reducirá al sonido de un gatillo. La bala se disparó, escupió el casquillo y un grito se oyó en el fondo de esa habitación
-Sr Goldfin, oiga Goldfin- se rompió mi atmosfera de concentración, desde la puerta de mi oficina estaba el conserje Ermest, bajito y regordete
-ya no puedo dejarte más tiempo- me le quede viendo unos segundos, aun quería seguir escribiendo
-¿seguro que limpiaste todo?
-sip
-¿baños?
-correcto
-¿la sala de redacción?
-rechinando de limpio
-la oficina de Stein
-sí, ¿inspirado?
-quizás – Ernest soltó una risa
-vale cinco minutos más, solo porque me gustan tus libros
-tendrás una copia autografiada
-la venderé después de tu muerte- grita desde el pasillo
- vendré a torturarte como fantasma si lo haces
Se hicieron las 9:40 , lleve en mi auto a Ernest su casa e iba por las carreteras de Folkcops Alemania, cuando termino mis labores del días me dedico a escribir una nueva novela sobre el detective Ingles Chambers Hopkins quien trabajó como investigador privado durante la guerra fría e iba de aquí para allá buscando espías rusos o atrapando asesinos seriales junto a su fiel colega Stevenson; durante su travesía y a lo largo de todas mis novelas protagonizadas por este par encontraban a un asesino en serie que se hace llamar el hombre de negro, responsable de una serie de crímenes atroces a lo largo de las décadas, hasta que en la última novela Chambers descubría que su querido compañero era aliado del hombre de negro . Pero ahora la guerra fría acabo ya Rusia es otra, Alemania es otra, el mundo es otro el personaje que me ha dado tanto éxito debe irse y yo debo aceptar que estamos en 1994 y que me estoy haciendo viejo.
Subí por el ascensor, estaba de traje como siempre ya comenzaban a salir canas de mi cabello castaño claro, tenía una frente amplia, nariz puntiaguda, ojos azules, finos labios grandes mejillas y mentón imponente, estaba algo pasado de peso, llegue a mi apartamento 6-D y al abrir la puerta encuentro todo oscuro