Capítulo 10
El Diario de Klaus parte 3
-Sasha Mars, Angela Klar, Mitxen Miles- el teniente Gustav se aclaró la garganta- como sospechábamos, únicamente Rob Goldfin se llama Rob, por ende la declaración de la mujer de Ernest hace referencia a este ultimo
-y lo convierte en nuestro sospechoso-dije bastante satisfecho, pero mi sonrisa se borró al ver que los demás oficiales estaban pendientes de otras cosas, ninguno parecía importarle esta pista clave- pueden por favor prestar atención – hubo un silencio prolongado
-¿y por qué tanto interés?-dijo al fin un oficial
-¿Cómo que por qué tanto interés?-dije enojado- tenemos un posible asesino serial, ¿no es nuestro trabajo evitar más muertes?- nadie parecía interesado en lo más mínimo- Maldita sea lo haré yo entonces- deje la sala y tomando mi chaqueta estaría dispuesto a todo
-Detective Klaus-oía gritar al teniente Gustav – por favor piense en un momento en lo que hace
-ya lo discutimos, en la lista solo figuraba un Rob, además de ser el último que lo vio con vida- me pone la mano en el hombro
-ya no estás en la calle, ¿ok?- dice molesto- la justicia por cuenta propia no funciona, tenemos un sistema y lo seguiremos, pero ahora tenemos una pista importante y creo que es buena idea empezar a seguirlo
-bueno está bien, sigamos a este tal Goldfin- tomamos una patrulla
Nos dedicamos a seguir a Rob todo el día, cuando llegamos a su oficina nos estacionamos cerca, muchos autos entraban a la oficina, seguramente volvían del entierro de su compañero, ahí estuvimos toda la tarde; nada raro pasaba
Luego de eso Rob fue a su casa, un edificio de apartamentos normal, en un vecindario más que normal, no notábamos nada que pudiese culparlo de algo, pero de un momento a otro Rob salió, su auto salió así nada más, no sería extraño de no ser que fuese media noche
Lo seguimos a una distancia prudente, el viaje se tornó bastante largo , habíamos abandonado Folkcop, peinábamos la zona de las colinas donde grandes ricos vivían en sus casas de lujo, sin embargo pasamos esta parte a alta velocidad y al seguir pasamos por la zona de las casas más antiguas, viejas casas que el tiempo había tratado fatal, en algún momento fueron sitios de gran prestigio sin embargo ahora solo eran recuerdos, de pronto Rob freno y estaciono en una casa y no era otra La Maximiliana, la menos deteriorada pero de las más grandes, para no dar sospechas seguimos de largo dimos la vuelta y estacionamos cerca de la casa
-¿y ahora que hacemos teniente?
-pues esperar-dijo desconcertado- podría ser simplemente una visita
-pero nadie vive aquí
-creo que es un encuentro, pero no tiene que ver necesariamente, podría simplemente deberle dinero a la persona equivocada
-eso hará más satisfactorio atraparlo
-calma, simplemente esperemos a ver qué pasa
Estuvimos ahí bastante rato, al menos unos treinta minutos que se hicieron eternos por el mortal silencio entre ambos
-¿y si tiene una aventura?- dije solo para romper el silencio
-puede ser, pero eso te decepcionaría- dijo riendo
-algo, pero venir a media noche a una casa abandonada suena a algo muy adolescente
-creo que nunca fuiste adolescente-esta vez soltó una larga carcajada
-no uno convencional eso es seguro, cuando creces en las calles tomas malas decisiones
-¿muy malas?- me dice intrigado
-digamos que al menos un par de veces- hago un gesto de disparo con los dedos
-¿haz cruzado ese límite?- dice pálido
-hice lo necesario y no es un secreto en mi antigua oficina lo sabían, y como policía también – yo lo decía con total naturalidad, pero al teniente Gustav no le gustaba para nada mis palabras
-dios no, ¿Por qué?, ¿Por qué apenas me estoy enterando?
-vamos no supera los dedos de una mano, es nuestro trabajo
-¡No!-dice interrumpiendo- no puedes ir por ahí haciendo eso
-otra clase sobre moral- dije pensando en voz alta y me dio un bofetón
-ese límite es lo que nos separa de los criminales, a los que por si no te diste cuenta debemos atrapar no matar
-ellos no dudan en hacerlo, lo sé
-y si tú tampoco lo haces, ¿qué te diferencia de ellos?- me quede frio por un segundo- ¿tu placa?, ¿tu arma?, ¿tu entrenamiento?, no, esas son cosas se podría conseguirlas cualquiera, pero la determinación de poder salvar a alguien de sí mismo, de ver como se reforma, es lo que nos hace agentes del orden, es lo que nos hace diferentes