El Demonio entre las páginas

Capítulo 21

Capítulo 21

Acorralado

-debemos irnos, ahora mismo

-¿papá pero que pasa?

-Rob estas comportándote como un loco- cuando habíamos quedado solos me detuve, les di las llaves del auto

-Váyanse de aquí- aún seguía agitado- este sitio no es nada seguro

-Pero Rob, podrías

-¡Váyanse de aquí!, maldita sea es hora de irse, ¡iré por Johan y nos largaremos!, saldremos de esta maldita ciudad - Eva me miro, y probablemente solo encontró locura en mi mirada, pero sabe que estaría justificada así que tomo a Elie del brazo, asintió y se la llevo, las acompañe hasta el porche de la galería, la lluvia comenzaba a dar sus primeros avisos y pronto lo único que quedaba era el eco del repique de las gotas en el suelo

De vuelta en la fiesta, la música comenzaba a sonar otra vez y ese ambiente de tranquilidad, ahora mezclado con locura; algo había cambia sentía más miradas sobre mí, muchas de hecho, creo que la paranoia ya estaba acabando con mi cordura; entre la gente vuelvo a ver a Dither sigue sonriéndome con esa mirada perdida, recordaba la navaja en mi bolsillo, metí la mano en él y me acerque lentamente, estaba dispuesto a cometer una estupidez

Paso de lento a paso rápido, sería fácil solo sacar la navaja y clavársela en el cuello, ¿Quién me detendría?, ¿iría preso?, que más da, con tal de evitar que otras vidas se pierdan, la insertare en tu garganta degenerado y sentirás el filo de tu propio juego, pero algo cambio giro su cabeza a la izquierda y la levanto un poco, al fijarme en lo que veía vi a Johan en la escalera bajando, con una expresión de odio, al hacer contacto visual con mi hijo este puso una cara de desprecio, como si viese algo grotesco y se dio media vuelta

De la nada sentí una mano en el hombro, era Dither que sin que yo me hubiese dado cuenta llego hasta mi- creo que tienes otros asuntos que atender- fue como un balde de agua fría, esa voz inexpresiva pero llena de satisfacción, y a pesar de la ira tenía razón ya me encargaría de él

Subí por la escalera y a mano derecha solo vi un largo pasillo, al caminarlo terminaba en una ventana y Johan estaba recostado de la pared, con brazos cruzados

-Hijo, debemos…

-Cállate- dijo contundente

-escucha-tratando de razonar con él- no es momento debemos

-te dije que te callaras- esta vez me lanzo una penetrante mirada

-olvidemos esto, vayamos a casa

-¿olvidar?, Ja- soltó una risa sarcástica- como si fuese así de sencillo, ¿sabes cuánto tiempo invertí?, ¿Cuántas llamadas hice?, ¿Cuánto dinero se gastó?

-no es importante ahora…

-cállate- le dio un fuerte golpe a la pared- eres un maldito mal agradecido, no respetas nada de lo que la gente hace por ti, hace como no respetaste a Anna o a Jurgen

- ¡Johan Goldfin!, te prohíbo que me hables así

-¿y por qué?

-porque soy tu pa…

-Padre., si así es, y por eso pensé que si hacia algo bueno por ti no me tratarías como basura, como despreciaste a Anna o como olvidaste a Jurgen, el hombre que te coloco donde estas, pensé que si hacia algo bueno por ti, me apreciarías mas, pero no, sino lo haces tú simplemente no vale, vete a la mierda- estaba pasmado con lo que me decía, había perdido todos sus característicos modales, la compostura- soy un maldito adulto y por mi puedes hacer lo que se te dé la gana, me voy

Me quede paralizado, mientras el pasaba junto a mí, no hice nada, mientras caminaba por el pasillo tampoco hice nada y no fue hasta que salió de mi rango de visión que reaccione- ¡Johan!, hijo no es así- corrí como nunca en muchos años, pero al llegar al inicio de las escaleras habían dos hombres, ambos muy grandes y corpulentos

-alguien tiene prisa- el primero de ellos me empujo

-lo siento amigo, pero alguien te espera- dijo el otro

-ahora no que tengo prisa- trate de pasar entre ellos pero fue inútil

-no gastes energía, alguien quiere verte- uno se colocó delante y otro detrás, me hicieron pasar de largo la escalera, y en ese momento no encontré a Johan en ninguna parte y a los dos policías tenían una situación similar a la mía, me resigne a seguir sus órdenes, sabía que si gritaba me matarían, me hicieron subir por otras escaleras más escondidas y me llevaron a una habitación y cerraron la puerta atrás de mi

-hey, hey- le di unos cuantos golpes a la puerta

-espera ahí, ya te atienden

La habitación era simple, era una línea recta con unos sofás, un gran ventanal y una chimenea encendida, en el alfeizar de la chimenea había vino, trate de tomarme una copa para relajarme, desde ahí podía ver el patio de la galería, la tormenta no cesaba y pronto se pondría peor

La puerta se abrió de golpe y estaba Dither en el umbral, cerró otra vez la puerta y comenzó a caminar con las manos atrás

-Buenas noches Rob- yo no respondí- ¿disfrutando la velada?- llego a la chimenea y se sirvió vino- entonces, te comió la lengua el gato

-basta, solo dime que quieres



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En el texto hay: misterio suspense

Editado: 01.11.2018

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