Capítulo 9
Ella
Los siguientes tres meses fueron básicamente iguales, me la pasaba por las noches despierto hasta muy tarde viendo mis viejos conciertos, como tocaba mi bajo a alta velocidad; quizás en ese momento no nos dábamos cuenta pero sonábamos terribles, era gracioso oírnos tocar a destiempo y como todos aplaudían
Cuando ya no podía más me quedaba dormido sumido entre esos terrores nocturnos que me aturden todas las noches. Despertar en la mañana es simplemente deprimente, lo único que me acompaña es el ruido de los pájaros mientras me quedo solo atrapado entre las paredes de mi departamento; siento como si se hicieran más pequeñas, como que las paredes se achican a mi alrededor, me asfixian y vuelven mi mundo una simple caja de paredes de concreto
Deje de ejercitar, de afeitarme y mi cabello comenzó a crecer, ducharse era incómodo y simplemente no me provocaba hacer nada, si salía era o para comprar comida o para beber en el bar, debía buscar otro empleo pero simplemente no tenía la fuerza de voluntad para hacerlo, ese salario de compensación que me daba la policía no duraría por siempre, pero simplemente hacia todo más llevadero
Pensaba en muchas cosas: Dither, el teniente, Rob, la policía entre tantas cosas, no podía enfocarme, tenía miedo de dejar la cocina encendida porque podría prenderle fuego a la casa distraído. Sin embargo, tenía dos cosas que me hacían si bien no olvidar mis problemas, me sacaban una sonrisa. La primera era la chica que vi en esa calle cuando salía el sol, describirla con palabras era imposible, era un ángel, no la había vuelto a ver, pero lo deseaba, pensaba en ella, ¿Cómo se llamaba?, ¿Qué le gusta?, ¿Qué hace cuando no tiene obligaciones?, era un enigma, a falta de nombre era solo un rostro, uno precioso pero era solo eso un pensamiento un fantasma en mis recuerdos; la segunda eran los libros
Comencé a leer los libros de Rob, no quería admitirlo pero me estaban gustando bastante era auténticamente un buen escritor, tenía un estilo atrapante y fácil de seguir, me ofuscaba el hecho de no tener la saga completa, yo leía muy rápido así que no pasaría mucho tiempo hasta que llegase al final de las obras
Cuando mi cabello ya pasaba mi frente y la barba únicamente cubría mi cara ya iba por el cuarto libro y terminándolo, de ahí salí a buscar el sexto
Pase por varias librerías en el pueblo y nada, era extraño no encontrarlo puesto que era el libro más reciente, pase por un bazar, ventas de segunda mano y nada que aparece, por lo que me cuentan los entendidos, el libro era terrible, otros lo describieron como un desastre, la crítica lo odio, los fanáticos, quizás Rob también o en su opinión es el mejor
Cuando termine de ver todos los sitios donde podría conseguir el libro, termine yendo a la biblioteca de Folkcop, cuando yo era niño y querías estudiar venias a sitios como este, actualmente en el patio del edificio hay un montón de parejas pasando el rato, además de que adentro seguramente no habrá nadie
Y tenía razón, la biblioteca estaba prácticamente desierta, habían unos cuantos en las mesas o entre los libreros, ni siquiera estaba la recepcionista, estaba a punto de irme hasta que se escucharon las chirriantes ruedas de un carrito, al voltear me di cuenta que era ella, sin duda era la chica de ese día
Empecé a sonreír como idiota, el corazón latía a toda velocidad, no lo podía creer estaba ahí, tres meses después seguía siendo la misma, igual de hermosa era tal cual la recordaba y estaba aquí justo frente a mí. Con el carrito iba por los libreros, decidí aplicar una jugaba que había visto en una película, ella iba hacia algún estante yo iría al mismo pero del lado opuesto así nos veríamos “casualmente”.
Cada que ella quitaba un libro, yo casualmente quitaba uno haciendo como que lo leía, y trataba de hacer contacto visual, pero nada que funcionase quizás a Tom Cruise le hubiese servido, pero no el cine me ha mentido de nuevo
Termino con el carrito y fue a su puesto, debía hacer algo para hablarle, la comunicación era la clave, sin embargo primero debe haber un contacto inicial y que mejor excusa que la que tenía, espere unos minutos a que ella se sentara y fui hasta su escritorio
-buenas tardes
-sí, ¿Qué desea?
-quería saber si tenían los libro de Rob Goldfin- de pronto vi que detuvo lo que estaba haciendo y note como se le tensaban los músculos de la cara, debía conocer a Rob eso es seguro
-no –dijo tratando de sonreír- aquí no tenemos ninguno de sus libros- me quede pensativo con algo de intriga le dije
¿No te gusta como escribe?