Capítulo 19 otro encuentro indeseado
Había pasado una semana desde esa noche Anna y yo no nos habíamos vuelto a ver, creo que era realmente era el fin después de todo, solo quería leer un libro y por algo tan banal me había quedado solo otra vez
Volví a caer en los tragos, frecuentaba el mismo bar donde estaba hoy, siempre bebía hasta que simplemente ya no me importara nada. Me sentía triste, abandonado y abatido, la felicidad tarda tanto en llegar pero se va tan rápido esa terrible contradicción de la vida supongo que a todos nos pasa factura de vez en vez, aunque creo que conmigo ya jugo lo suficiente
-Disculpa amigo, ¿me puedo sentar?- me dijo una voz medianamente familiar, no le preste atención y le dije que si
¿Cuál es la lección en todo esto?, me he hecho esta pregunta mil veces sin llegar a una respuesta concreta
-¿puedo invitarte algo?- me dice el tipo de al lado, le levanto la mano negando
Uno ya no puede filosofar sin que lo molesten no puedo creerlo, ¿en que estaba?
-amigo en serio yo
-¡por el amor de Dios que qui…! – me trague las palabras al ver quién era el que me estaba hablando
-un gin and tonic por favor, para mí y para mi amigo – me estaba costando respirar no podía creer lo que estaba pasando- a tu salud
-Di… Dither
-me dijeron que querías verme- estaba frente a mí, con su sonrisa maliciosa, sus ojos saltones, pero algo diferente tenia, era su cabello, ya no estaban esas entradas considerables ahora su cabello era más fuerte y frondoso , seguía esa amplia frente y sus cachetes caídos pero parecía que hubiese rejuvenecido . Usaba un traje con el saco abierto y sin corbata- ¿Cómo esta señor Klaus?, ¿Qué tal sus vacaciones?, se te bastante bien esa barba
-¿Qué demonios haces aquí?- dije apretando los dientes
-me dijeron que tenías algunas cosas que discutir conmigo- dijo mientras señalaba a la izquierda en dirección a las mesas del bar, entre los rostros estaba Cobra levantando su trago como saludo
-esto es un chiste de mal gusto- dije muy enojado
-¿y dime que te molesta tanto?- dice en forma de mofa
-maldito psicópata, mataste… tu mataste al teniente
-si así es, una tragedia y de corazón me disculpo, pero ve el lado positivo salvaste una vida en el proceso
-¡no me importa!- le doy un golpe a la barra- no me importa si ya tenías a alguien y que solo fue una coincidencia ya escuche esa historia, todo lo que sé es que eliminaste al mejor policía que haya existido en este país
-ah si el incorruptible teniente Gustav, famoso por dejar que un pequeño niño…- lo agarre por la solapa del traje
-termina esa oración y terminaras sin dientes
-pero miren que admirable es este hombre
-yo no te tengo miedo
-pues deberías- se apresuró en decir- yo sé todo sobre usted oficial, sé de su lamentable pasado, como es una simple alma olvidada por Dios, dígame oficial ¿cree usted en el señor?
-si Dios existe debe odiarme
-¿Se siente abandonado detective?
-si-digo en voz baja
-¿siente que no es justo que sufra tanto?
-si- digo más alto
-¿y que no ha tenido el reconocimiento que merece?
-¡Sí!, maldita sea si, merezco más reconocimiento he hecho más que cualquiera de esos idiotas con uniforme y usted arruino a la policía, la contamino volviéndola una mafia
-no señor Klaus, ellos siempre fueron así, yo solo demostré lo corruptas que pueden ser las personas, pero usted es diferente alégrese es una gota de esperanza en un mar de tristeza y una manzana podrida puede dañar una cesta o en su caso mejorarla
Sentía que me derrumbaba, Ditera me tenía arrinconado como un ratón me bajo a un rincón oscuro de mi mente donde me veía obligado a enfrentar a esas terribles voces. Fue tal el impacto que con mi mano izquierda me limpiaba la pequeña lagrima que me corría, pero de pronto sentí un fuerte dolor en el antebrazo Dither estaba sujetando mi muñeca con mucha fuerza
-¿Qué mierda haces?- él me veía con los ojos abiertos como platos
-¿Por qué tienes esta marca?- decía muy enojado
-es una marca de nacimiento- trate de liberarme pero no me dejaba
-no, tú eres uno de ellos- decía muy serio
-¡suéltame!- al fin me libere
-Klaus, dime necesito saberlo, ¿Quiénes son tus padres?
-no lo sé
-concéntrate
-¡te dije que no lo sé!
-así que eres tú- la piel se me erizo- yo forme parte de eso también – me pasa la mano por la cara- yo lo viví en carne propia
-¿Qué sabes de mí?, ¿Qué viviste?
-Viví no, sobreviví al Waisenhaus Hoffnung
-¿Qué es eso?
-era un centro especial, para niños especiales reclutaban a infantes elegidos por sus características definitorias que los hacían resaltar del resto, a mí me eligieron por mi gran inteligencia
-¿Que hacían en ese lugar?- pregunte muerto de miedo
-lo que hiciera falta, en ese complejo edificio viví las más horribles de las tragedias que te puedes imaginar, todo con el fin de encontrar al siguiente…- se queda callado un largo rato viendo al infinito