El Nuevo Amanecer.
Tres años después, Anastasia, ahora co-directora ejecutiva de Blackwood junto a Ethan y una Clara renovada como directora de arte digital, miró los titulares.
BLACKWOOD GALLERY CELEBRA SU TERCER AÑO DE BENEFICIOS RÉCORD: LA VISIÓN DE RASKOVA Y LA INVERSIÓN DE STIRLING
El sacrificio del Rubí había funcionado. El dinero de la subasta, orquestada por Rhys Stirling, cubrió la deuda y financió una ambiciosa renovación tecnológica. Blackwood era ahora un híbrido de galería de arte histórica y centro de experiencias digitales inmersivas, un modelo que Liam St. Clair había fallado en anticipar.
Liam había desaparecido de la esfera pública después de la debacle, su carrera estancada. La última vez que Anastasia supo de él fue un mensaje críptico que apareció en su escritorio, sin remitente.
Solo una palabra: Poder.
Anastasia sonrió. Ella había encontrado su propio tipo de poder. No el que se ejerce sobre otros, sino el que se construye con lealtad y con la voluntad de sacrificar el tesoro para salvar la misión.
Se puso el abrigo. Era hora de la inauguración. La nueva exposición, llamada Ariadne's Thread, utilizaba tecnología de realidad aumentada para trazar los hilos del fraude corporativo en el arte. Una puñalada final, elegante y legal, a la memoria de Liam.
Al salir, giró para mirar el pedestal vacío que una vez sostuvo el "Rubí de Alejandría". Ahora, ese espacio estaba ocupado por una placa simple que citaba la visión del fundador.
El legado no era un objeto. El legado era la supervivencia.