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El Amor, es esa palabra con A, de la cual hay tantas opiniones.
Unos lo definen como un fenómeno complejo que puede o no tener un significado compartido para cada ser humano.
Otros, creen que es el compartir, aprender, descubrir junto con el ser amado.
Y yo... Bueno, yo tenía un concepto no muy bueno del amor. Para mí era como contar las estrellas... una pérdida de tiempo.
Algo que simplemente, empieza en un sueño y termina en un insomnio, es lo que hace del tiempo, lo más lento aun cuando va de prisa.
Honestamente algo a lo que me negaba sentir, experimentar. Pero Derain, rara vez me decía, o, mejor dicho, rara vez hablaba cosas con sentido, y una tarde, ante una puesta de sol, dijo algo que quedó en mi mente, y que aún sigo rondando.
-por desgracia hermano, el amor es algo a lo que nadie está exento - me dio una media sonrisa y regresó su vista al mar, a esa puesta que veríamos por última vez antes de mudarnos. - no hay quien se salve de este asunto.
Sinceramente, quise aferrarme a la idea de que yo podría ser una excepción. Cuando conocí a Aubrey, realmente creí que tal vez estaba equivocado, y posiblemente lo estaba, pero eso terminó, cuando descubrí que me traicionaba. Y a los pocos días, papá nos sacó del país en plena madrugada.
Y desde ese día, al menos han pasado unos años, en los que me he cerrado ante cualquier cosa, cualquier sentimiento y sinceramente estaba bien así, lo juro por Dios que así era, hasta que... Apareció ella.
En definitiva, ni Vasti ni yo terminamos de rendirnos ante eso, ante esa palabra de cuatro letras "Amor", sobre todo yo, más cuando te arrolla con fuerzas, precisamente como un huracán del cual nadie está preparado para enfrentarlo, y deja más caos a su paso. Y a mí, el amor me encontró con las defensas bajas. Sin embargo, hay algo que, aunque quise, no pude negar y es que... me resultó inútil resistirme al amor.
Y una de las cosas que me encantaba de Vasti, es que no le importaba ser ella misma, no buscaba encajar porque sabía lo única y extraordinaria que era, que es. No le importaba que el mundo creyera que ella no era suficiente porque en su interior sabía que lo era, yo lo sabía. No le importaba que eso que tanto miedo le daba, nos daba experimentar, empezamos a sentirlo con una fuerza, con una intensidad. Porque para mí Vasti simplemente entró sin siquiera avisar.
Literal y en sentido figurado.
Sin que ella lo supiera, amaba cada vez que se colaba por mi ventana. Y cuando no pasó más, la esperaba por horas, incluso sin darme cuenta pasaba las noches despierto esperando por ella.
Aunque muy en el fondo sabía que jamás volvería a verla.
Recuerdo el día en que, decidí expresarle mi amor, el día que disfrutaríamos eso que nació entre nosotros de pronto, sin aviso alguno.
Estaba muy nervioso, y ella muy emocionada. Lo que le diría, para mí no sería nada fácil, pero ¿Quién no hace locuras por amor?
Se veía tan hermosa, así como es ella. Sin maquillaje, con su cabello suelto, su rara pero única forma de vestir. Para mí simplemente es perfecta.
-solo quiero, que sepas que... - solté un suspiro tomando sus manos, me sentía nervioso, estoy seguro que ella lo notó - por ti soy capaz de cualquier cosa, y puede que me digas que estoy loco, pero... Vasti yo... Te amo.
Ella me miró un poco sorprendida, creo que no esperaba que lo dijera. Pero realmente lo sentía. Abrió su boca, pero la cerró rápidamente. Solté un suspiro, el miedo que ella no sintiera lo mismo me albergó y sin imaginarlo, estampó sus labios contra los míos. Ese simple acto, fue capaz de calmar mis nervios, de llenarme, de hacerme sentir que todo estaba bien, aun cuando no era así.
La conocía, y sé que ella, aunque lo sentía, no le sería tan fácil decirlo. Pero en ese beso, lo sentí, y no fue necesario escucharlo. Ella me amaba. Realmente lo hacía.
Sonrío melancólicamente, con la libreta en mis manos, admirando cada dibujo. Aún me siento en el piso, recostado a mi cama, con la esperanza de que un día, vuelva a entrar por mi ventana. Con la esperanza de verla y escucharla de nuevo, decir que también me ama.
Creía que no necesitaba sentir algo como el Amor, que no necesitaba sentir algo que hiciera de mi vida un caos, que desmontara mis miedos, pero que a la vez me hiciera sentir en calma, jamás imaginé que, en mi vida, necesitaría sentir, que un amor, realmente estaba cambiando mi vida, hasta que la conocí a ella. Pensé que mi vida estaba muy bien, sin nada que la alterase, sin nadie que detonará el silencio.
Pero Vasti... Vasti Andrews fue la que llegó a mi vida a romper todo silencio, a darle luz, caos y calma a mi vida... La que me hizo sentir el deseo de amar para siempre.