Capítulo 1
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DAREL
Veo todo a mi alrededor.
Siento como si estuviera demás. No encajo en esto.
Simplemente, no encuentro las palabras exactas que me puedan ayudar para describir, la soledad que la mayoría del tiempo me acompaña. Aunque suelo estar con mi hermano, pero él y yo somos muy diferentes. A pesar de eso, si no fuera por él, hace mucho tiempo hubiese dejado este plano terrenal.
Y también que me amo demasiado como para considerar esa vía.
Victoria sigue explicándonos el porqué de la decisión que ella y papá han tomado. Yo solo me limito a escuchar, aunque no la observo:
1-porque no se me da la regalada gana de hacerlo.
2- porque sé que le molesta que no la vea cuando habla algo serio. Y eso a mí me divierte.
Suelto un suspiro y niego al escuchar todo lo que dice. Y ya lo sé, debería estar acostumbrado a toda esta mierda. Pero por más que trato de no encariñarse con nadie, del lugar, de ser lo más reservado e introvertido que pueda, siempre termino fracasando, termino mal. Mayormente por los amigos que dejo siempre que hay que mudarnos.
Me recuesto en el espaldar de la silla, y alboroto un poco mi cabello. Victoria se pausa para rápidamente, interrumpirla Derain.
-¿Por qué tenemos que mudarnos de nuevo? Yo no quiero irme de aquí - Derain se queja de la noticia que nos ha soltado Victoria. - odio tener que mudarme siempre que ustedes quieren. Estoy harto de hacer lo mismo todo el tiempo. Esto no es vida Victoria ¿a ti te hace feliz esto?
-Derain, no me hables así - dice la mujer viéndolo severamente. - y sabes perfectamente porque debemos hacerlo, esta familia no se va a separar solo porque no nos guste mudarnos. Aparte-
-¡pues que papá deje su mugroso trabajo y ya! - mi hermano golpea la mesa interrumpiéndola y poniéndose de pie.
-tu papá lo hace por nosotros Derain, para darnos mejor vida, lo mínimo que debemos hacer es apoyarlo.
-pues ya estoy harto de todo esto.
-ya cállate Derain - hablo ya que no pienso seguir escuchándolos - deberías de estar acostumbrado a esta mierda - suelto con la mirada fija en la mujer, resaltando la última palabra.
-no hables así Darel, ya te lo he dicho miles de veces.
-¡y una mierda!
-¡Darel! ¿Porque siempre tienes que decir eso? ¿Qué te he dicho?
-que no diga mierda
-Darel Alexander, te lo advierto - ruedo mis ojos, cuando la escucho decir mis dos nombres, odio que haga eso.
-¿A dónde nos iremos esta vez madre? ¿Londres? ¿Rusia? ¿Dónde será nuestro nuevo y temporal patrimonio de mierda? - pregunto con un tono que sé que le molesta a la mujer. Suelta un suspiro, cansada de discutir conmigo, se quita los lentes rectangulares y cierra su laptop haciéndola a un lado.
-no saldremos del país Darel... solo nos moveremos de residencia nada más - lleva su vista a mi hermano - cosa que Derain no deja que termine de explicarle.
-genial... ya no sé si eso es bueno o malo.
-¡es muy bueno! Acá tengo amigos, si nos vamos a otro país tendría que comenzar de nuevo.
-¿Y porque no solo nos quedamos aquí? No lo entiendo - suelto irritado ignorando a mi hermano.
-hubo un problema en el trabajo de su padre, y debemos ahorrar mientras encuentra una solución.
-genial - digo sarcástico.
-no me agrada la idea de irme de esta mansión, pero al menos no nos iremos del país.
-pues a ver cuánto te dura hermanito - me pongo de pie, metiendo las manos en los bolsillos de mi sudadera, y camino en dirección a mi habitación.
Detesto mudarme, siempre es lo mismo. Tu padre tiene una mejor oferta en Alemania, por el trabajo nos mudaremos a china, lo siento Darel, pero no te ilusiones con esa chica, nos mudaremos a Colombia.
Todo el tiempo es la misma mierda. Es por eso que nunca he tenido el ánimo de hacer nada con mi vida, la oportunidad de encontrar a esa persona que se supone es tu alma gemela, el amor de tu vida, pues cuando quiero, nos mudamos al otro lado del mundo, y claro, no mentiré, no me animo mucho, la mayor parte se debe a que la última vez, me traicionaron, así que nunca más pensé en eso. ¿Para qué si las personas no pueden ser leales? ¿para que si también terminaría dejándola? Así que me dispuse a divertirme. Sin nada que tenga que ver con el amor.
Estudiaba en línea, el último año. Pero me salí, lo dejé. Es por eso que ahorita se supone que debería ir a la universidad. Confieso que una de las razones por las que me salí fue porque no quiero entrar en discusión con mi padre de acuerdo a lo que estudiaré. Él quiere que me convierta en un gran empresario o como mínimo un gran abogado. Pero a mí no me interesa nada de eso. Amo pintar, amo sentirme libre cuando trazo una línea por el lienzo, cuándo puedo ser yo mismo, empezando la creación de una obra... que para mi padre es una completa basura. Entonces, dejando la escuela retraso ese tema.
Ganaba dinero cuando iba a la escuela, los chicos me pedían que les dibujara algo relacionado con alguna clase, el anime, o cualquier cosa, lo hacía, aunque yo no cobraba, lo hacía porque me gustaba hacerlo y era una forma de mostrarle a papá que lo hacía bien, pero Derain decía que no podía regalar mi trabajo así que lo dejaba que cobrar él.
Mi habitación es enorme, no tengo cuadros de mis pinturas colgando a la pared, porque sé que en cualquier momento nos mudaremos, y porque la última vez, papá llegó a mi habitación criticando todo lo que había hecho, incluso rompió uno en el que me había esforzado, el que me daría la oportunidad para introducirme más en el mundo del arte. Rompiendo con el mi sueño. Nunca me ha apoyado en lo que me gusta, siempre cuestiona mis gustos.
Es la persona que solo él tiene la razón, no puedes decirle la verdad, porque cree que le faltas el respeto. Él si puede decirte tus errores, pero no es capaz de ver los suyos. Todo el jodido tiempo es así, y quiero pensar que un día cambiará, pero cada día que pasa me doy cuenta que jamás lo hará, en todo caso es peor. Él es como es. Y Dios nos guarde cuando está de malas, es mucho peor. No tienes derecho a decir nada porque es capaz de golpearte, ya lo ha hecho un par de veces conmigo. Días en lo que me veo en la necesidad de escapar, huir, para luego regresar a la misma mierda.