Capitulo 4

Angela

Corro con todas mis fuerzas por un camino de piedras, no sé de que estoy huyendo pero ya me duelen los pies de tanto correr, siguiendo un camino de piedras negras; me tropiezo y caigo, me miro las rodillas y palmas de las manos que ahora sangran un poco, me levanto lo mas rápido que puedo, sin importarme el dolor en las rodillas y palmas; sigo corriendo pero ahora ay una gran reja negra que empujo como puedo abriéndola y continuando con mi huida, mirando atrás escucho pasos mas cercas de donde estoy, sin darme cuenta llego a un castillo negro con enredaderas de rosas rojas y un gran jardín con ellas de adorno, subo las escaleras sin importar nada y abro las puertas del castillo, tropezando antes de entrar en el y cayéndome de bruces al suelo, el dolor avasalla mi cuerpo entero, pero una persona completamente vestida de negro se posiciona delante de mí extendiendo su mano, antes de tomarla levanto la mira da para ver su rostro y...

Me levanto agitada, sentádome en seguida; respiro profundamente para intentar calmarme, a mi lado esta Blanca durmiendo plácidamente, miro la hora en el Móvil y salgo de la cama para ducharme antes de que Blanca lo haga, hoy es vienes último de la semana y un infierno ir a el istituto pues es cuando Axel y Dax más me fastidian, como quisiera no verlos a menudo o nunca; le ducho y salgo del baño envuelta en un albornoz, saco de mi almario unos pantalones ajustados negros camisa ancha del mismo color y unas converse en blanco y negro tipo botas, me peino el cabello y me agarro un chongo mal echo y saco mi poyina tipo anime, me miro en el espejo y en eso Blanca se levanta frotándose los ojos.

—¿hace cuanto te levantaste?

— hace una hora, no podía dormir.
Le dije, mientras ella se quitaba las sábanas de encima.

— voy a ducharme, mientras ¿puedes meter mis cosas en mi mochila?

— tranqulila, yo me encargo de eso.

Después que Blanca se ducho, salimos de casa para ir al instituto, esta vez Arthur no fue quien nos llevo; esta vez fui yo quien manejo en el auto de Blanca ya que ella no queria manejar y yo no quería molestar a Arthur, me detuve en un semáforo en rojo y puse un poco de música, el semáforo cambio a verde y arranque el auto l, después de viste minutos de camino llegue a el instituto estacionado el auto en su lugar, apague el motor y le entregue las llaves a Blanca; bajamos y nos dimos cuenta de que estaban callendo gotitas de agua, lo que significa que pronto llovera y fuerte, ya que el cielo esta completamente gris, caminamos con dirección a el area de casilleros para sacar unos libros, en ese instante pasaron por mi lado un grupo de chicos a los que les puse de apodo, como los vampiros es que son super blancos y ojos como los personajes de Crepúsculo, incluso hay uno que se parece a Jazzper, pero se llama Adrik Jones los demás son, Tatiana que es la novia de Miguel, Patrick, Susan, Diego y Lizbeth, en total son Siete pero todos tienen parejas bueno excepto Adrik, patrick esta con Lizbeth y Diego y susan esta jutos, pero los románticos son Tatiana y Miguel, siempre se la pasan juntos, bueno pegados como chicle, en ese momento que nunca me para vio que iba a suceder Adrik me miro y sonrío, casi me derrito.

«¿¡esto es verdad!?»

Lo mire, y le devolví la sonrisa, pero timida no acostumbro a que lo hagan; tome mis cosas del casillero y Blanca me dice que tiene que ir a su clase adicional ya que es la primera de hoy, le digo que valla y nos vemos luego.

— en la cafetería a la hora del descanso, no llegues tarde Angela.

—estare ahi puntual.

Nos abrazamos y se fue a su clase, yo me encamino a mi clase que y bien es la de elección, pero antes de llegar Axel y Dad se me atraviesan arruinado mi día.

—Rarita, te vuelvo a ver esta vez no hay quien te salve de mi.

Y era verdad nadie va a hacer nada.

—Dejénme en paz, ¡par de idiotas buenos para nada!

Les dije, con un poco de miedo colando me los huesos.

—¿Dejarte en paz? Ni que lo sueñes.

Acto seguído me quito la mochila sacando cosas, y entre esas cosas el diario que escribí en mi infancia, siempre lo cargo conmigo pensé que si lo llevaba a todos lados; nadie lo conseguiría pero hoy falle, lo abrio leyendo en voz alta y con voz fe mujer fingida.

—2020 Diez de Septiembre, carta para Sebastían: «Hoy te volvi a ver en la cafetería, me pareció lindo lo que llevabas puesto, casi me derrito cuando compraste el batido de chocolate que siempre tomas, y te llevaste la pajilla a los labios, aveces me pregunto que seria probar un beso de tus oreciosos labios, se ven tan suave como si de una nube se tratase; y por estar observándote no me fije que mi Joc Doc chorreaba el kétchup y se derramo en mi camisa rosa preferid, pero valió la pena cada día me enamora mas de tí»

— y hay mas de donde vino eso, señoras y señores a la rarita le gusta Sebastían, nuestro capitán del equipo de fútbol, bueno vamos a seguir disfrutando de esto.

Las lágrimas inundan mis ojos, no aguante y salí corriendo del instituto, ya no podía más.

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¡Holisss, aquí nuevo capítulo de El Deseo De Angela, disfruten el cap...

Los quiero con el hígado...

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