Angela
Anabell
Corri por todos los pasillos casi vacios, llegue a las puertas y no me fije que llovía a cantaros, tampoco me porto; atravesé el campus que esta lleno de charcos de agua sucia y salí por el portón tracero del instituto, por la carreta tracera del instituto no transitan autos, ya que la calle esta toda rota; mi ropa mojada se me pega a el cuerpo, pero sigo corriendo hasta el punto en que tropiezo y caigo; no me levanto me quedo ay llorando y mal diciendo a Axel y Dax, par de inutiles Inservibles buenos para nada, ¿por que Dios ha coso tan malo conmigo, que he echo de malo? ¿por que no me ayuda?.
«Tal vez si le pides un Ángel te ayude.
No, eso lo he intentado un montón de veces; llego la hora de cambiar los papeles, de Dios a Diablo es mi ultima oportunidad de vivir tranquila. — o eso creía — sin que Axel y Dax me molesten más.
—¡¡¡Por Lucifer, rey del infierno que condena las almas que se merecen ser castigadas; te suplico a ti rey de la oscuridad y maldad que me envies un Demonio o que sea tu misma presencia; te doy mi vida si la quieres, pero necesito de ti!!!
Grite con todas mis fuerzas, me quede un momento mirando el cielo gris y rayos azules caer.
En ese momento supe que la tormenta seria mi única calma — o eso creía yo — después de la tormenta viene la calma ¿cierto?
Me levante con cuidado, y me dolía un poco las rodillas, camine asia la parada de buses y tome el que llevaba lo mas cerca de casa, le enseñe mi carnet estudiantil a el chofer y me dejo subir, me senté en los ultimos asientos; y mire por la ventana donde caían las gotas de agua, aun con fuerza; el chofer indico mi parada y baje, camine por las calle que daba a mi casa y abrí el portón, entre a ka casa subiendo directamente a mi cuarto encerrandome en el; me saque la ropa mojada y me metí al baño, me duche y vesti con mi pijama, ajuste el aire acondicionado a la temperatura correcta y me metí entre las sabanas de mi cama.
Pague la pequeña lampara que era la unica encendida y cerré los ojos, pero el sueño nunca llego, me sentia incomoda como si de una presencia se tratara, como si me observarán.
—Angela..
Escuche un pequeño susurro.
—Angela, abre los ojos...
Otra vez el susurro, pero no le hice caso.
—Angela, hazme caso abre los ojos.
Esta vez, ya ni era un susurro era la voz de una niña y su voz sonó firme y con autoridad, así que abrí los ojos, Encontrándome a una pequeña niña de rizos ojos negros , como de unos seis años; pero su cara daba miedo, sus dientes afilados como los de un lobo, orejas puntiagudas, la mitad de su rostro eran puros huesos y piel putrefacta.
Puse cara de horror, y la niña apareció notarlo al instante, no es que fuera discreta al momento de hacer mi cara de pánico; la niña sonrió, y eso la hizo que se viera más terrorífica.
—Lo siento, Angela puedo cambiar mi cara de Demonio si quieres.
La mire con cara de «estas loca, ¿es un chiste?»
—si...s...si, ¿com...co...como...como sabes mi...mi nombre?
Tartamudee, preguntándole a la niña, ella pareció divertida, pero al ver que no cambie mi expresión de horror, hizo algo con sus manitos sobre su cara y de estas salieron destellos azules y rojos, como unas estrellas o escarcha; cuando quito las manos que dejaron de botar destellos, su cara era normal, ojos negros profundos, mejillas rosadas y sonrisa angelical, me tranquilize un poco y ella es tan tierna sin su cara de Demonio.
—soy Anabell Lacroix, hija de Lucifer o como quieras llamarlo.
Mi sonrisa se borro al instante, no, esto no puede ser verdad, ¿ella es el demonio que pedí? ¿una niña con cara de Demonio?
—¿tu eres, el demonio que le pedí a tu padre?
No pude evitar preguntar.
Ella nego con la cabeza.
—No, tampoco sabia que le habías pedido uno de sus discípulos a mi padre.
La mire, con una pregunta rondando me en la cabeza, y no pude aguantarme a preguntarle.
—¿Quien es tu madre?
Ella sonrió y me miro con entusiasmo.
—Mi madre se llama Lilith, fue la primera mujer antes de Eva, era una diosa en el cielo, pero mi padre es el rey del infierno y madre cometió el error de su vida; enamorarse de el ser mas cruel y vil que puede existir, Dios se dio cuenta de lo que estaba haciendo y que eso le podría costar mucho, y antes de que lo traicionara la expulso del cielo al infierno; para que mi padre Lucifer la castigara pero el estaba tan enamorado de ella que la convirtió en su reina, la única persona a la que mi padre se le postra a los pies es como si ella lo dominara de alguna forma; ella es su talón de aquiles.
Quede impresionada con lo que me dijo Anabell, ¿la primera mujer, antes de Eva? ¿una diosa la única a persona, que postra a sus pies a el mismísimo Lucifer el Diablo?
La niña pareció acordarse de algo, y me observo detenidamente.
—Creo que se quien es tu Demonio.
La mire con la boca abierta en forma de O.
—¿Quien es ? Dímelo.
Ella me miro otra vez.
—¿Que hora es?
Mire la hora en mi móvil, que esta en la mesita de noche al lado de mi cama.
—Van a ser la una de la mañana.
Abrió los ojos como platos.
—Tengo que irme Angela, no te puedo decirte quien sera tu demonio; pero si que lo disfrutes y al máximo, nos vemos mañana a la misma hora.
—Esperar no sé a que hora viniste.
—Cierto casi se me olvidaba, nueve cuarenta y ocho en punto, esperma despierta así no te asustas o mejor vendré con mi casa de niña normal; descansa An adiós.
Le sonreí por el apodo.
—Adiós, Ana.
Una nube de humo negro aprecio y Ana ya no estaba en mi cuarto, me a con de nuevamente en mi cama y cerre los ojos , ahora si puedo dormir tranquila; me acurruque bien y me quede dormida profundamente...
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