Angela
Luego de poner la dirección del dentista en el GPS del auto fuimos hasta el lugar, al llegar la chica de la entrada me hizo pasar al consultorio del doctor; entre sin tocar pues ya la secretaria ha avisado de mi llegada.
—Señorita Lucier, estuve esperándola hace un mes para su cita, ya no deberías tenerlos.
Me dijo el doctor.
—¿Cita? No sabía sobre el tema; y yo que solo venía a hacerles limpieza.
—Si, se le comunicó a su madre sobre ella.
—bueno, ya estoy aquí.
El doctor me hizo recostarme en la camilla y empezó a hacer el trabajo correspondiente, yo no tenía frenillo porque yo así lo quise; estaban en mis dientes porque tenías los dientes separados y en distintas formas; yo llevaba desde los diez años con ellos, primero eran unos alambres que sobresalían de mi boca, luego fueron como los comunes pero odontológicos, desde entonces tengo frenillos.
—Listo.
Dijo el doctor luego de media hora para quitarlos de mis dientes, me mire en el espejo y ahora no tenía frenillos mi boca se sentía libre de presión.
—Me gustabas más con frenillos.
Dijo Christopher cuando nos despedimos del doctor y ya habías salido del consultorio.
—Gracias.
Le dije.
Abordamos el auto y puse la dirección del oftalmólogo en el GPS del auto; cuando llegamos la chica de la puerta me recibió sonriente siempre tenía esa sonrisa, a veces pensaba que era permanente.
—Hola Angela, ¿Como te va?
—Bien, he venido por unos lentes de contacto.
Le sonreí abiertamente mostrando mis ahora perfectos dientes sin frenillos.
—ho, ya no tienes frenillos, es por ese chico, estás enamorada.
Ella miró por encima de mi hombro a Christopher.
—¿Que? No apenas lo conozco, y déjate de bobadas y haz tú trabajo.
Ella se puso seria y me guío al interior del consultorio donde estaba la chica que hace los lentes de con; le entregué mi fórmula.
—En un momento los hacemos y te los daremos.
Dijo la amable chica tomando la fórmula
Me senté al lado de Christopher a esperar que hicieran mis lentes de contacto, los cuales pedí transparentes por qué me gustaba el color de mis ojos.
—señorita Lucier aquí están sus lentes de contacto.
La chica me entrego una pequeña caja con el nombre y logo del consultorio.
—Gracias, ¿Donde me los puedo poner?
Le pregunté.
—Por el pasillo a la derecha está el baño de damas, te los puedes colocar ahí si quieres.
Me fui al baño y me los puse, sali del baño y Christopher estaba sonriéndome; salimos del consultorio y nos fuimos al estacionamiento.
—¿Que sigue?
Pregunté asia Christopher
—Biene la parte que me gusta, iremos a una tienda de ropa, ya quiero ver cómo te queda el negro.
—¿El negro?
El asintió
El condujo a la tienda de ropa, y tal como dijo al entrar en la dichosa tienda nos fuimos a la seccion de ropa negra y empezo a tomar chaquetas, vestidos, faldas, pantalones, tops y todo tipo de ropa que fuera de mujer y negra, tambien fuimos a la seccion de ropa interior; no quise ir pero el me insistió que fueramos y tomo una cesta y empezo a meter todo tipo de brasier y bragas negras; luego de pagar todo fuimos a un centro de belleza donde pintaron de negro mi cabello a pesar de que era ya negro la estilista dijo que se veía marrón oscuro, que no era completamente Negro y lo tiñó para que se viera más oscuro, echo tratamientos para el cuidado del cabello, lo lavo seco y aliso, con una planacha de cabello hizo unas ondas en él, haciendo que se viera más voluntuoso y mas largo.
—listo chica, ya puedes mirar como quedaste; aquí tienes una guía para el cuidado de tu cabello.
—Gracias.
La estilista me dió la vuelta en la silla para quedar mirándome en el espejo mi cabello se veía hermoso.
—Havia leído libros sobre el cambio de look pero hacerlos es otra cosa, es mas divertido.
—¿Lees libros sobre look para chicas?
Le pregunté a Chris.
—Si, y no solo sobre look leo muchas cosas me gusta leer.
—Te ves preciosa Luci.
Christopher me alago y me puse completamente roja como un tomate, lo escuché reír.
Después de pagar, nos dijimos a un lugar donde Christopher quería llevarme; había insistido en tvenir y no me negué pues el pago la ropa que había comprado para mí; en una calle sola con solo unas tiendas abiertas en un callejón nos adentramos caminando, pues habiamos dejafo el auto en la callé en un lugar seguro.
—¿A dónde me llevás?
—A un sitio que te encantará.
Cursamos en la esquina del callejón y tomamos otro pero este no es largo al final se visualiza una tienda muy bien cuidada con joyas de todo tipo en las vitrinas, entramos en ella y tal como dije; la tienda se ve antigua pero es bellísima un señor mayor estaba atendiendo a un hombre trajeado.
—Hola señor Lacroix en que lo puedo ayudar hoy; tenía usted tiempo sin venir a nuestra tienda.
—Solo vine por el la cadena que traje la última vez para que cuidarán.
—deme un segundo.
El chico desaparecido por un pasillo luego regreso con una pequeña caja de gamuza en color rojo, se la entrego a Christopher y este la abrío dejándome ver la hermosa cadena.
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Hola mis amores, traigo el capitulo 15 y vengo a decirles que cuando lleguemos al capítulo 20 se detendrá la actualización del libro, se que me tardo mucho en actualizar Pero es por razones personales y he decidido parar hasta nuevo aviso, aprovechen estos unos capítulos...
Los amos un millón!!!