El Deseó De Ángela

Capitulo 20

Ángela:

Subimos las escaleras a un piso inferior a este, nos encontramos con un pasillo; nos adentramos en este y entramos a una habitación.

— ¿Que hacemos aquí?
Pregunto confundida, dijo que arreglaríamos algo ¿No?

— Necesito buscar algo aquí, y no podía venir solo; pueden sospechar de algo, contigo pensaran otra cosa.

Necesita buscar algo y me trae a mi para esto, ¿No podía traer a Carl?

— ¿Pensaran otra cosa, de que hablas?
Pregunté confundida.

—Nada, solo no prestes atención.

Mientras él busca no se que cosa me siento en la orilla de la cama que está en medio de la habitación, es muy bonita Pero es una habitación normal, cama, clóset, mesas de noche baño y adornos; observo a Dylan buscar por todas partes Pero parece no encontrar nada y se para en medio de la habitación y me observa.

— ¿Dónde esconderías algo que le quitaría a un demonio?
Me mira y pregunta.

—¿Me preguntas a mi?
Pregunto.

—Si ¿a quien más? Más nadie está en esta habitación Luci.

—pues está es una habitación normal no hay muchos lugares donde pueda esconder algo, solo está esto, las cuatro paredes el techo y piso.

El me mira y camina por la habitación adintiendo, Pero se detiene de golpe y me mira.

— ¡Tienes razón!
Dice.

—¿Que, en qué tuve razón?
Pregunté confusa.

No me responde y empieza a golpear la pared con sus nudillos, me recuesto en la cama y sierro mis ojos y en un rato pierdo la noción quedándome dormida solo hasta que escucho un estuendro y me levanto de golpe gritando del susto.

—¡Haaaaa! ¿¡Que pasa!?
Miro a los lados encontrando a Dylan hagachado en el piso y la pared en la parte de abajo tiene un hueco, se güira con búsqueda, se levanta y viene asia mi.

—¿Que, que te pasa, sucedió algo?
Me pregunta alarmado.

—La asustada soy yo no tú, me asustó el estuendro.
Se tranquiliza.

—lo siento, no quise despertarte, ya encontré lo que buscaba, pondre la mesa en su lugar para que no se den cuanta del hueco y bajamos a la fiesta ya ha pasado una hora; tal como lo dijo puso todo en su lugar y volvimos a la fiesta, Dylan me deja con Blanca y los chicos y se pierde de mi vista.

—¿Quieres un trago?
Pregunta Adrik.

—Si, un mojito de hierba buena con alcohol por favor.
El se va a la barra improvisada a buscar mi pedido, y regresa rápido.

—Un mojito de hierba buena con alcohol listo, no te vallas a emborrachar muy rápido Caperucita roja.
Medice guiñándome un ojo.

Mientras las horas pasan los tragos van y vienen cosas que no rechazo, se hacen las cuatro y media de la mañana y Adrik y los demás despachan a los invitados, Adrik me lleva con él a una habitación arriba, abre la puerta y nos adentramos, estoy tan borracha que apenas me puedo mantener en pie, me observa detenidamente.

—Eres tan hermosa he inocente.

Se hacerca tanto a mi que nuestras narices se tocan y las respiraciones se mezclan, me mira a los ojos pidiendo permiso el cuál le otorgo, me besa, me besa desenfrenada mente, nos separamos para tomar aire, observo sus ojos y los miro negros su color miel cambian a ser negros hasta sus escleróticas están negras, sus labios más rojos tal ves por el beso; me vuelve a besar y me dejó llevar por el deseó me besa varias partes del cuerpo, llega un momento donde me besa el hombro y sube al cuello Pero tarda unos segundos me besa el cuello y lame se aparta un poco cuando viene de regreso a besame nuevamente, la puerta se abre del golpe y solo miro cuando Adrik sale volando y choca contra la pared.

— ¿Quien te crees que eres?
Dice Adrik.

Miro a la otra persona totalmente distinta, es una persona, pero esta botando especie de neblina negra y sus ojos están amarillos y tiene en su cabeza algo que no puedo distinguir, Pero cuando voltea a mirarme me doy cuenta que es Dylan Pero de una forma que no había visto.

—¿Quien me creo que soy, crees que eso es una pregunta que debo responder cuando sabes muy bien quien soy?

Su voz es fría oscura y autoritaria más que de costumbre.

— ¿¡Por qué vienes a interrumpir mis cosas con la mujer que me gusta y que estaba a punto de ser mi propiedad.!?

Dice Adrik, a lo cual me alteró un poco y al parecer ya el alcohol que estaba en mi cuerpo desapareció, me siento más lúcida que nunca.

—¿Por qué? ¿acaso no ves lo que traigo en mi cabeza? Me vale un demonio si te arruine o no el momento y si ella te gusta o no, no puedes poseer lo que ya tiene dueño, por así decirlo.

viene en mi dirección y me mira arranca la cadena que el me dió la cuál me coloque de camino aquí, se la tira en el rostro a Adrik.

—¿Cómo puede ser esto verdad?
Dijo Adrik.

—Miralo bien tiene mi esencia oscura.

Adrik observa la cadena y la huele, se la tira de regreso a Dylan y este me toma en brazos y me saca de esa habitación y me lleva al siguiente piso y le adentra en la última habitación, la cual está toda oscura siento algo suave debajo de mi cuerpo, Dylan enciende la luz y observo la habitación; es más grande que las demás tiene dos puertas más a parte de la entrada, la cama donde estoy está cubierta por sábanas negras y azules oscuras, las paredes también son oscuras, azules oscuras los Marcos son blancos al igual que las mesas y los muebles es muy bonita.

—Ve a ducharte para que descanses.

Le hago caso pues tengo mucho sueño y estoy mareada, necesito descansar, me meto a la ducha bañándome para quitar todos los olores que se impregnaron en mí en la fiesta; salgo del baño envuelta en una vata y veo ropa en la cama es una pijama gris, ropa interior la cual me coloco antes que la pijama, Dylan no está en la habitación así que me meto entre las sábanas y cerrado los ojos quedándome profundamente dormida.

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