El deseo de Kaylee [serie Ice Daggers 1]

Capítulo 6: Juntos

 

 

Luke arrancó el motor de la camioneta, a él no le agradaban los modelos viejos, él prefería los autos rápidos, silenciosos y fáciles de conducir. El vehículo de Mark era del año 1997, un vejestorio.

Las indicaciones de Sean eran fáciles de seguir, básicamente era mantener un perfil bajo y atrapar al tirador a cualquier costo.

Habían dejado a los tres alfas atrás. Estaban ahora por su cuenta. Los dos. Kaylee se acomodó en su asiento, no podía sentir ningún temor en ella, nada de nerviosismo, totalmente relajada.

Luke en cambio estaba incómodo, su puma estaba inquieto, no sabía si era por la cercanía de Kaylee o por el hecho de que por primera vez en diez años tenía a una mujer a menos de un metro de distancia.

Se aferró al volante con fuerza, se obligó a concentrarse en el camino, solo tendría que hacer esto y luego podría irse, Alaska, Tierra Del Fuego, Islandia, cualquier lugar lo suficientemente lejos como para vivir tranquilo y en soledad.

El silencio entre ellos era algo incómodo, Kaylee no solía estar sin hablar, ella era un ser muy locuaz, extrovertida era un adjetivo que le quedaba chico.

—Debemos ver lo que tenemos —dijo ella después de un tiempo—. Revisar las pistas.

El sonido de su voz le provocó una leve descarga eléctrica en su piel ¿Qué demonios está pasando? Se preguntó mientras buscaba una respuesta a lo que ella había dicho.

—Hasta ahora, no tenemos nada, ningún rastro de olor, ni nombre ni rostro, este tipo es un fantasma.

—Un fantasma que tiene una matrícula.

—Olvidé anotarla.

—Claro que sí, tú no llevas un cinturón de utilidades en tu pelaje, afortunadamente yo tengo algo que tú no.

— ¿Qué?

—Una memoria excelente, AZ34CJ9, tenemos una pista.

—Bien, ahora debemos buscar entre cientos y cientos de motocicletas para buscar esa única matrícula.

—Eres un pésimo rastreador — dijo bromeando—. Sólo tenemos que buscar una motocicleta todo terreno amarilla con ese código de matrícula, será sencillo, por favor no te atrevas a decir "Es una aguja en un pajar"

Su broma casi lo hizo sonreír, una cosa anormal más de la que preocuparse, tomó un gran esfuerzo para parecer serio.

— ¿Cómo estás tan segura de que será fácil?

—Sólo piensa como un delincuente, nadie sabe quién es ni qué hizo, eso le da cierta libertad de movimiento, tal vez podría reunirse en algún bar de motociclistas.

—No creo que sea probable, además hay muchos bares en Paradise City.

—Buen punto, pero al menos tenemos dónde empezar ¿Tienes un mapa?

—En la guantera hay un dispositivo GPS táctil.

Kaylee abrió la guantera y sacó el dispositivo. Luke la vio en su tarea, contempló su expresión en silencio, su pelo corto y rojizo, las finas pestañas que cubrían esos ojos azules, su nariz fina y delicada, sus labios pequeños y rosados, tan perfectamente formados...

Luke volvió a mirar el camino, sentía la presencia de ella con cada célula de su cuerpo, su aroma se impregnaba en su nariz. ¿Cómo se había vuelto tan sensible hacia ella?

—Aquí dice que hay veinte bares y diez restaurantes con bar incluido.

—Aún es un número muy grande de opciones.

—Black Shadow.

— ¿Qué?

—Es el bar más concurrido e importante de la ciudad, tiene doble estacionamiento.

Eso quería decir que tenía un estacionamiento para autos y motos.

—Todavía creo que está escondido como una rata.

—Iremos a ese bar primero.

—Tú no puedes darme órdenes.

— ¿Tienes un mejor idea cielo? —La sonrisa en su rostro calentó su corazón, sus ojos pasaron del azul al gris al instante en que cruzaron sus miradas.

Luke gruñó, fuerte, descargó su frustración por la facilidad que esa mujer rompía todas sus defensas.

—Llegaremos en una hora.




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