Capitulo 3

Joel días antes

Mi nombre es Joel Ruiz, tengo 346 años y soy el beta del alfa supremo Sebastián Wolf, un gran hombre por supuesto, pero desgraciadamente ninguno de los dos hemos podido encontrar a nuestras mates y eso en verdad nos deprime, pero parece que a Sebastián le ha afectado más que a mí, ya que ha decidido casarse y cada día que pasa pierde su esperanza de encontrarla.

Sobre mi familia, bueno, la verdad no los he visto por más de 100 años, lo último que supe de ellos es que me dieron dos hermanos más y solo a uno de ellos conozco, ya que vino a presentar a su mate para que el alfa les diera su bendición para poder casarse y vivan felices.

Por lo que sé de él, se llama Alan Ruiz, tiene 25 años y piensa casarse con su mate.

Bueno, quien en esta vida no quiere casarse con su persona destinada, porque yo sí, por eso he decidido esperarla, no importa el tiempo, tengo una eternidad para poder conocerla y espero que sea pronto.

Por otro lado, mi tercer hermano tengo entendido que es humano o eso es lo que me contaron, pero la verdad yo no les creo nada, es muy raro que nazca un humano cuando somos de sangre pura, pero bueno, si lo he dejado pasar es porque en todos estos años he estado muy ocupado junto con el alfa, supervisar manadas tener tratados de paz con todos es realmente difícil.

Incluso ahora mismo me encuentro con Sebastián revisando unos documentos sobre tratados de paz que tenemos con las demás especies, estábamos tan concentrados leyendo las cláusulas que no hay ningún solo ruido o eso era hasta que se escucha un celular sonar, volteo a todos lados buscando mi celular, lo encuentro, lo tomo y volteo a ver a Sebastián quien me hace señas para que salga.

- Bueno.

- Joel, hijo - ¿Padre? ¿en verdad me está llamado mi padre? No me lo podía creer, así que miré la pantalla de mi celular para comprobar que fuera él. Y al ver qué si era mi padre, me empecé a disculpar, no podía hablar con él en estos momentos ya que me encuentro ocupado.

- Padre lo siento, pero en este momen...

- Sé que estás ocupado hijo, pero en verdad necesito que regreses a casa.

- Padre, sabes bien que no puedo ir.

- Por favor Joel - dice suplicante

- Bien - suelto en un suspiro - deja ver qué días puedo ir.

- Gracias hijo - dice lo último y yo cuelgo la llamada, guardo mi celular y regreso al despacho del alfa quien me mira con interrogación.

- Era mi padre - digo

- ¿Y eso? Hace mucho que no te marcaban- dice con asombro.

- No lo sé - alzo ambos hombros - solo me dijo quiere que regrese a casa.

- Ha pasado algo malo - no era una pregunta, lo que dijo más bien era una afirmación.

- Me imagino, si no nunca me hubiera mandado a traer - digo ya algo preocupado, porque mi padre no me llama a menos que haya pasado algo.

- Beberías ir, hace mucho que no estás con tu familia.

- Pero tenemos muchos asuntos que atender aquí, los tratados, las inversiones, además todavía falta ir a supervisar manadas.

- No te preocupes, estos días que estés con tu familia puedes supervisar la manada, en lo que yo termino aquí, ya después te alcanzo y me das el reporte.

- Si alfa - asiento y me hace señas para que salga del despacho y eso hago.

Voy hasta mi casa abro la puerta, subo a mi habitación y empiezo a guardar ropa para partir de inmediato.