El Deseo de la Luna

Capitulo 4

Después de dos días de viaje caminando, llegué a la manada donde viven mis padres, unos me ven con sorpresa, otros se acercan a saludarme preguntando ¿cómo he estado? Y qué es lo ¿qué he hecho?, así estuve un buen rato hasta que llegué a la casa de mis padres, toqué la puerta dos veces esperando a qué me abrieran.

- ¡Hijo! - dice mi madre sorprendida al verme, no duda en abrazarme y yo correspondo a su abrazo

- Pero... ¿Qué haces aquí? - pregunta y yo la miro confundo.

- Yo lo mandé a traer - habla mi padre saliendo detrás de ella - entra, estás en tu casa - paso a la casa y me siento en el sillón viendo a mis padres discutir.

- No era necesario que lo mandaras a traer - dice mi madre.

- Ya no hay opción, tú sabes que la pulsera no aguantará más tiempo y esto que le pasó no es normal.

- Pero...- mi madre se queda en silencio pensando.

- Sabes que es lo mejor - le dice mi padre y mi madre hace una expresión de ¿dolor?

- ¿Qué pasa? - me atrevo a preguntar y cuando vuelvo a ver a mi madre, ella ya está llorando, pero ¿por qué llora?

- ¿Qué pasa mamá estás bien? - hablo preocupado y mi padre la toma del brazo para que se siente en el sillón, pero los dos se quedan en silencio y yo me desesperó

- ¿Me van a decir qué pasa? - pregunto serio y los dos se miran, pensado en si decirme o no, pero al final mi padre empieza hablar

- Tu hermana...- se queda en silencio mi padre por unos segundos y suspira con pesadez - A-adya en realidad no es tu hermana.

- A-adya la menor - digo confundo la verdad es que no la conozco.

- Sí... Ella - dice en suspiro

- ¿Y si no es mi hermana qué es? - digo sin importancia, ya que en realidad no me importa si es o no de la familia de todos modos, ni siquiera he convivido con ella.

- De sangre no es nada de nosotros

- ¿Entonces?

- Hace 15 años yo le hice una promesa a un amigo y tú lo conoces, me lo presentaste, y hoy esa promesa, puede ser mi muerte segura.

- ¿De qué hablas padre? ¿Qué promesa hiciste?

- Le prometí cuidar a su hijo de todos aquellos que lo querían muerto.

¿Todos lo querían muerto?

¿De qué está hablando?... Hace 15 años... Trato de acordarme de lo paso hace 15 años, pero no recuerdo nada, solo que el congreso hace 15 años estuvo buscando por tierra y mar a un amigo y su mate que iban a tener un bebé, pero ese bebé iba a nacer como...

¡No puede ser!

- ¿¡Tú lo escondiste!? - pregunto furioso y él asiente, - ¿¡Cómo se te ocurre!? ¿¡Sabes que cuando se enteren te van a matar!? y ¡no solo a ti también a mamá! - suelto, sé que yo le presente a mi amigo para que lo ayudara, ya que nadie los quería, pero ¿esconder a su hijo? ¿cómo pudo hacerlo?

- hijo, por favor, escucha - trata de hablar, pero no lo dejo.

- ¡No escucha tú! ¿¡Cómo se te ocurre poner en riesgo a esta familia!? - gruño, furioso y él se queda en silencio sin saber qué decirme - iré a avisar que aquí está el híbrido a la mejor a si te perdonen la vida.

- ¡Noo! - grita mi madre y otra persona, volteo hacia arriba dónde proviene la voz y observo que es Alan

- ¡No puedes hacer eso! ¡Ni siquiera la conoces! - grita bajando las escaleras.

- No te estoy pidiendo permiso - hablo serio

- No lo harás y es mi última palabra - sentencia mi madre enojada.

- Pero madre...

- ¡Pero nada! ¡ella es mi hija, la crie como tal y no voy a permitir que me la quiten! ¡ No como…

- ¡Pero es una amenaza! - grito exaltado

- ¿Amenaza?, crees que si fuera una "amenaza" ¿Tu padre y yo seguiríamos aquí? - bueno, mi madre tiene un punto - Ella no es una amenaza... Solo es una niña que nació diferente a todos nosotros, pero tiene un gran corazón.

- Y sí tiene un "gran corazón" ¿por qué me mandaron atraer? - pregunto y mis padres se quedan en silencio por unos segundos sin saber qué decir.

- Eso fue mi culpa... Hace - traga grueso mi padre - hace una semana, le enterré dos cuchillos Aadya en ambos brazos para qué...

No lo dejo terminar al escuchar lo último - Espera, espera, ¿le enterraste? ¿en serio?

- Sí, desde muy pequeña, he entrenado Aadya para que se controle y hacer que ella perdiera mucha sangre, era el siguiente paso.

- Espera, espera. - lo vuelvo a interrumpir, en verdad no puedo creer lo que estoy escuchando - yo, en verdad, no entiendo cómo fue que se les ocurrió criarla así, lastimándola, ¿para qué? Si su naturaleza saldría como la de todos.




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