Capitulo 8

Aadya

Han pasado cuatro días, cuatro días desde la última vez que pensé de una forma asesina y espero que sea la última, porque en verdad me desconcertó por los primeros dos días, pero después todo volvió hacer normal, cosa que en verdad me alivió, porque a la mejor solo pensé eso por estrés o por lo mal que la he pasado, pero lo bueno es que ya me siento mejor y lo que es aún mejor es que solo faltan tres días para que me quiten la venda y pueda saber que tengo.

Lo único malo es que mi padre quiere que vuelva al instituto, aunque no sé por qué, pero por muy loco que parezca regresar ahora, acepté.

Ahora mi madre me está ayudando a cambiar, aunque no es que haya aceptado por gusto, sino que mis instintos son mejores que antes.

Ahora puedo escuchar mejor, puedo percibir de dónde proviene una voz lejana con exactitud y también puedo oír, incluso cuando están subiendo a mi cuarto, es extraño, pero a la vez genial.

Pero como todo, tiene sus desventajas, más cuando es de noche y solo están mis padres y yo.

Por esa razón acepté, odio estar aquí de noche, lo peor es que no lo puedo controlar.

Todos los lobos tienen prohibido usar sus instintos sobrehumanos en casa y más su oído, lo desactivan a voluntad propia, pero yo no puedo hacer eso, mientras más trato de no oír, más escucho y eso en verdad es muy incómodo, tanto que quiero irme de aquí en la noche, tal vez no lo sepan, pero los lobos son muy lujuriosos y eso ha estado enfermándome los últimos cuatro días.

Maldita incomodidad que siento, pero bueno, tenía que encontrar una manera de parar esto. Y una de las maneras fue diciéndole a mi padre que quería ver a Joel, pero no ha venido desde la última plática que tuvimos, así que no tuve de otra más que aceptar volver al instituto, así podré llegar más tarde.

- Listo.

- Gracias mamá.

- No hay por qué, estoy feliz de que quieras regresar al instituto, aunque no sé cómo vas a escribir.

Sonrio - lo mismo digo, pero es mejor que estar aquí.

- Perdón - pronuncia sería

- No, no pienses mal mamá, me encanta estar aquí, pero es mejor que...estar encerrada. Si eso. Es mejor que salga de nuevo ¿no lo crees?

- Tienes razón, no puedes estar encerrada todo el día - dice mientras cierra un poco mi sudadera.

Y menos estarlos escuchando, pienso y sonrió - lo mismo digo.

- Tienes que cuidarte.

- No te preocupes mamá lo haré.

- Se puede - se escuchó la voz de mi padre del otro lado de la puerta.

- Sí. - respondió mamá y mi padre entró

- ¿Lista?

- Sí.

- Bien, vámonos.

- Sí.

- Ahorita, vengo mi amor - le da un corto beso en los labios.

- Si mi vida - le regresa en beso.

- Qué asco - dije sin ocultar mi desagrado.

- Cálmate ni siquiera puedes vernos.

- Pero puedo oírlos están literalmente a lado de mi padre.

- Pero qué carácter, ya encuentra a tu mate y cásate

Río sarcástica – Si me casara ten por seguro que no duraría un mes y qué la luna me perdone por lo que cometieron mis antepasados y me libre de esa maldición.

- Aadya, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no es una maldición? - pregunta mi padre molesto, el que yo diga eso, a él en verdad le molesta.

- ¿Y cuántas veces tengo que decirte que no me importa tener alma gemela?

- ¿Por qué no? Es... Lo mejor que nos puede pasar.

- Exacto a ustedes no a mí.

- Aadya, tú no pensabas así.

- Así es. No lo pensaba porque era infantil, pero me di cuenta qué encontrar a tu mate...- guardo sielencio molesta.

- ¿Encontrar a tu mate que Aadya?

- Nada olvídalo.

- Aadya

- No es nada, padre, mejor vámonos ya.

- ¿Por qué cambiaste de parecer?

- Ya te dije que no es nada.

- Aadya.

- No es nada.

- ¡Te estoy hablando! ¡¿Por qué?! -silencio de mi parte - ¡¿Por qué maldición?! ¡Tú querías más que nada encontrarlo!

- ¡¡Por qué te deja tan ciego y tan idiota que incluso lastimas a tu propia familia!!

- ¿Qué? Claro que no.

- ¡Por supuesto que sí! ¡tú darías todo por mamá, incluso si eso es dañar a tu familia!