Capítulo 11

Aadya

—¡¿Se puede saber qué demonios fue eso?! — gritó Joel una vez que llegamos a casa.

— No lo sé, ni siquiera lo conozco— me escudo.

— ¡Eso lo sé!  Me refiero a ¿Cómo es que lo conoces?

— Solo llegó — digo sin mucha importancia.

— ¡Aadya! — gritó Joel molesto.

— ¡Te lo juro!  Solo llego, detuvo la pelea, yo me fui, pero como pudiste darte cuenta me perdí y él volvió a llegar.

— ¿Y de qué hablaron?

— No mucho. Me preguntó si usaba perfume y ya lo demás lo conoces. — Explico

— Escúchame bien, Aadya ¡Tienes prohibido, prohibido acercarte a él!   ¡Entendiste! — me ordeno exaltado, pero no tiene que ordenarme nada, sé quién es él y no quiero morir en sus manos.

— No necesitas prohibirlo, no quiero morir así que no me acercaré a él.

— ¿Pero que pasa aquí? — escucho la voz de mamá que está bajando las escaleras.

— ¡Nada! — contestó Joel yendo a no sé dónde.

— ¡Por la luna, pero que te pasó! —  habla mamá acercándose rápido a mí, toma mi rostro y lo observa mientras mueve mi cabeza de manera brusca e igual que Joel.

— Hoy la clase de entrenamiento fue muy dura, aún no se saben controlar, madre ya te lo había dicho y yo no puedo hacer mucho que digamos — miento para no preocuparla.

— Pero mira nada más como te dejaron, te partieron hasta el labio — dice preocupada tocando mi labio

— No pasa nada madre, ni si quiera me duele — hablo mientras tomo sus manos para quitarlas de mi rostro.

— Pero...

— No es nada, madre — la interrumpo, pero en eso siento que toman mi mano y me jalan con fuerza.

— ¿Cómo que nada? Ven para acá — me sienta en el sillón.

— En verdad no me duele

— No te estoy preguntando si te duele, te voy a curar quieras o no — suelta y yo me quedo quieta. Pero que carácter tiene, ya veo porque es el beta del alfa supremo es igual de controlador, aunque el alfa ha de ser peor que él, así que mejor evito encontrarme con él si quiero vivir.

— de-de acuerdo — acepté un poco nerviosa, nunca antes me habían curado y es raro para mí.

Joel empieza a limpiar primero mi rostro quitando todo rastro de sangre.

— Madre — dice entre suspiro — quiero hablar con Aadya, nos dejarías solos-

— Oh, sí, claro hablen — acepta y sale de casa dejándome con Joel

—Te voy a cambiar la venda, no vayas abrir los ojos

— De acuerdo — acepto y los dos nos quedamos en silencio, no sabía que decirle realmente ni siquiera lo conozco y si acepto su ayuda es porque sé que es necesaria.

— ¿cuánto tiempo? — pregunta de la nada logrando confundirme.

— ¿Eh?... — ¿Qué quiere decir con eso? —
¿Aqué te refieres con cuánto tiempo?

— Quiero decir que ¿Desde cuándo te tratan así?

— Ha eso...eso no importa realmente.

— A mí me importa — susurra tan tranquilo, no sé si creerle, pero su preocupación se oye sincera y provoca que sonría de lado

            — Creo que...desde que tengo memoria.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué? …porque...mi hermano mayor es el “gran beta del alfa supremo” ...

— Aady..

— Siempre dicen eso, además de repetir hasta el cansancio que soy una inútil e inservible humana.

— Yo...lo lamento, no sabía que era por mi culpa, ahora entiendo porque me odias.

— No. No es tu culpa... Todos en esta manada están acostumbrados a que de aquí salgan los mejores lobos...¡auch!

— Lo siento, esta herida es profunda.

— Está bien, he tenido peores.

— ¿Y no sientes nada respecto a esto?... Entendería si los odias y estás en todo tu derecho de hacerlo.

— Sí...los odio. Cada vez que me golpean quiero regresar el golpe más fuerte pero, recuerdo a nuestros padres y me controlo...sin embargo, hoy en verdad los quería matar, no sé, pero estos sentimientos me están oprimiendo el corazón con fuerza. No sé qué pasa conmigo, nunca tuve problemas para controlar esto, pero, ahora es como si se revolvieran dentro de un huracán y al tranquilizarse las aguas salieran nuevos sentimientos cargados de una irá que apenas puedo controlar.  Incluso a Alan quiero matarlo y arranc...

— ¡Aadya! — gritó haciéndome reaccionar de nuevo — es normal, todo esto es normal, que tus sentimientos estén a tope significa que tú sobrenatural está evolucionando junto contigo.

— Pero pensar en matarlos.

— Bueno sí. Eso es algo que tenemos que arreglar, pero por ahora, cuéntame
¿Por qué Alan? .....