Dejé que el pequeño se tranquilizara y una vez que lo hizo caminé un poco con él en brazos.
Me siento muy asustada tanto que volteo a todos lados cuidando que no venga nadie. No estamos cerca de la pelea, pero si solo uno llega a encontrarnos estaré en problemas y más si tengo que proteger al niño.
Busco con la mirada un lugar donde escondernos y no muy lejos del refugio encuentro unas maderas caídas sobre unos botes dejando en medio de ellos un pequeño espacio.
Voy hacia allá y bajo al niño con cuidado
— vamos entra — hace lo que le digo y después entro yo, apenas y cabemos, pero no hay otro lugar donde escondernos, además no puedo dejarlo solo y si alguien más lo encuentra. No puedo dejar que lo lastimen y menos que lo maten.
— ¿Por qué es así? — susurró y yo lo volteé a verlo confundida — dejarnos aquí cuando podemos morir — seguí la mirada del niño, dándome cuenta que ve el refugio. Desde aquí se ve, aunque la noche lo oculte un poco.
— El poder lo ha envenenado.
— ¿Cómo?
— A él lo criaron como el próximo alfa, pero temo que no le enseñaron lo más importante de ser alfa, solo lo han entrenado con fuerza bruta y ahora él solo piensa que siendo fuerte puede llegar hacer un buen alfa.
— ¿Y qué es lo más importante?...
—…lo más importante es que él escuché, apoye y cuide a los suyos. Su alfa en su interior es muy fuerte, será una gran alfa si solo utiliza su poder para proteger a su manada.
— ¿Y por qué no lo hace? ¿Por qué nos trata así?
— No lo sé, pero así lo han criado, quiere demostrar que él manda sobre todos, pero no todos se doblegan ante él tan fácil.
— ¿Cómo tú?
—…Si — le contesté volviendo a ver el refugio
— ¿Y tú por qué no te dejas? Te tratan muy mal y siempre te golpean ¿por qué sigues discutiendo con él aun cuando no puedes hacer nada?
— ¿Has visto como me golpean?
— Sí, siempre que salgo del instituto hay una gran bola y un día te vi en el suelo, ¿pero por qué te hacen eso?
— Aún está muy pequeño para entender esta situación, pero me odian porque soy humana y no pueden contra mí, a veces pienso que por eso Claude me odia más qué por ser humana
— ¿Es tan malo ser un humano y estar aquí?
— No, pero aun humano nunca lo vas a poder controlar a menos que sea por miedo.
— ¿Y no le tienes miedo?
— Tengo cosas más grandes a las cuales tenerles miedo, por ejemplo, está situación. Solo estamos nosotros, pero puedo escuchar que esto no ha terminado. Toma — le extiendo el cuchillo.
— ¿Me dejaras?
— ¿Entrado?
— Si. Así que trata de tranquilizar tu respiración puedo escucharla. Inhala y exhala — hicimos ese ejercicio un par de veces hasta que escuché su respiración más tranquila.
Cada vez oía más cerca los pasos así que pase mi brazo por atrás de su cuello tapándole la boca mientras que con mi otra mano le hice la seña de que guardara silencio. El niño asintió, pero en instantes después abrió sus ojos tan grandes que voltee a ver.
Escucho un grito fuerte
— ¡aaaahhhh! — y miré hacia el refugio, dos vampiros habían entrado al refugio. Mi cuerpo se paralizó al instante tragando grueso.
¿Qué debo hacer?
Nadie de ahí sabe defenderse y hay muchos niños.
— Mi..mi hermana — susurró tratando de quitar mi mano para ir hacia allá pero no lo dejé moverse ni un centímetro porque puedo sentir la presencia de alguien más pero no sé dónde está.
Los gritos y golpes se hicieron presentes adentro del refugio, él niño inquieto y con más fuerza trataba de soltarse de mi agarre, luchó para que lo soltara, pero no lo hice. No puedo salir de aquí y dejarlo. Tengo que salvarlo, no entregarlo en bandeja de plata.
Me enfoqué en escuchar más, aunque me destrozara oír gritar a los niños, tenía primero que asegurarme donde estaba el otro.
Escuché sus pasos con claridad está cerca muy cerca, está sobre la línea de dónde estamos igual va hacia el refugio.
Vuelvo a ver al niño tratando que se controle, pero nunca espere que se detuviera enfrente de nosotros, detuve mi respiración para evitar que nos encontrara, pero él niño se asustó tanto que su corazón empiezo a latir demasiado rápido.
¡Maldición nos descubrió!
Pensé al ver qué no se movía ni un centímetro. Le quite el cuchillo con cuidado al niño esperando cualquier ataque, pero lo único que llegó a mis oídos fue un grito de uno de sus compañeros.
— ¡Vladimir! — gritaron — ¡ven a ver lo que encontramos!
— Ya voy — dijo con voz ronca alejándose de nosotros, va hacia el refugio y una vez que se metió salí rápido sacando igual al niño, este lugar ya no es seguro.
— Vete — dije de forma rápida, entregándole el cuchillo de nuevo, no hay mucho tiempo para que lo lleve a un lugar seguro y regrese sin que ya hayan matado a alguien, tendrá que encontrar él mismo un escondite.
— Pero...
— Yo iré al refugio, pero primero necesito que te vayas y encuentres un lugar donde quedarte y si encuentras a alguien dile que necesito ayuda. ¿entendido?
— s-si
— bien. Vete ahora — aceptó alejándose en seguida, lo observe solo unos instantes y después fui hacia el refugio rápido.
¡No tengo un plan!
¡No tengo tiempo!
¡No tengo control sobre mí!
¡Estoy en la peor situación, pero...no puedo quedarme solo a escuchar sus gritos, sé que no podré hacer mucho, pero trataré de resistir hasta que ellos lleguen!