El Deseo de la Luna

Capítulo 17

Sebastián

Después de lo sucedido, Joel, se llevó a su hermana a descansar mientras que yo me quedé esperando a que todos se recuperarán del susto y pudieran caminar.

Fijé mi atención en Claude y vi que estaba algo lastimado ¿Igual se habrá defendido? Me pregunté, viéndolo, pero después de unos segundos se levantó saliendo del refugio junto con los demás.

Me aseguré de no dejar a ningún niño y una vez que lo comprobé, los empecé a guiar hasta la manada donde sus padres los estaban esperando.

Cada quien al ver a sus padres corrieron hasta ellos llorando. Incluso Claude al ver a su madre se soltó a llorar y algo que me sorprendió fue mirar a William deteniendo a su esposa que, al ver a Claude llorar iba hacia él. 

No entendía lo que pasaba, asi que dejé que todos se tranquilizaran esa noche dejando el tema a un lado, sin embargo, era algo que se tenía que hablar, no podía dejarlo pasar así que mandé a traer a Claude al día siguiente para que explicará todo lo sucedido a detalle.

Hizo mal y él mismo lo reconoció al explicarnos un poco. Dijo que sacó a Aadya y al niño, porque estaba molesto por no poder hacer nada, pero que después de unos minutos recapacitó y abrió el refugio de nuevo por si ellos regresaban, pero jamás pensó entrarían los vampiros.

Joel al escuchar su explicación se exaltó tanto que lo tomó de su playera alzándolo por los aires, quería matarlo. Bueno incluso yo también, sus acciones no son justificadas y menos si hablamos de un niño y una humana que hasta apenas ayer era incapaz de sobrevivir, aunque a decir verdad yo quiero saber cómo es que lo logró, porque sin duda pelear con vampiros debió ser más que difícil y aunque Joel me diga que su padre la entreno para sobrevivir cualquier cosa, yo no lo creo, ella ha demostrado ser más que un humano.

— ¡Joel detente! — le ordeno. Esta es una gran oportunidad para preguntarle a Claude qué es lo que pasó realmente.

— No — gruñó enojado. Incluso su lobo está molesto por lo que hizo. — él pagará por lo que hizo.

— Joel. Suéltalo — gruño serio sometiéndolo al ver qué su lobo se estaba uniendo a él.
— ¡Ahora! —  ordene y él sin poder hacer nada ante mi lo soltó. Se quedó parado apretado su mano en forma de puño. Está molesto y lo sé, odia que utilice la sumisión con él, pero tampoco puedo dejar que lo mate. Después de unos segundos salió del despacho molesto azotando la puerta.

— Levántate — me dirijo a Claude molesto. Una cosa es que no deje que lo maten y otra que lo piense perdonar, pero eso no pasará — ¿Qué más paso?

— Cuando...“cof cof” — tosió unos segundos y después se tranquilizó recuperando su respiración volviendo hablar  — Cuando  ellos entraron traté de proteger a los niños pero uno me tomó del cuello y no pude hacer nada para proteger a los otros niños.

— ¿Y cómo fue que te liberaste?

— Aadya entró gritando que nos soltaran y los provocó para que nos soltaran, peleando asi con un vampiro.

— ¿Y si logró defenderse?

— Al principio sí, de hecho, fue impresionante que le siguiera el paso, pero el vampiro se enojó y la lanzó hacia nosotros. Ella después de ese golpe no pudo levantarse por unos instantes.

— entonces... ¿cómo logro levantarse después? — le pregunté realmente curioso es imposible que sobreviviera a tal pelea.

— No...no lo sé. — Negó moviendo su cabeza confundido —   yo estaba tratando de que no se acercara más el vampiro y...cuando vi ella pasó a lado de mí. Le pregunté que, si estaba bien, pero ella solo me dijo que ha estado peor, y por la luna, sus ojos... — dijo sorprendido quedando en silencio.

— ¿Qué tenían sus ojos? — pregunté viéndolo fijamente poniendo toda mi atención.

— Se tornaron rojos.

— ¿Qué tanto?

— Demasiado, era un rojo muy dominante.

— ¿Y...qué paso después?, actuó extraña o algo asi.

— ¿Extraña?

— Sí. Que no prestaba atención, que quisiera lastimarlos o incluso matarlos.

— ¿Qué? ¡no, no! Ella…ella era la misma, solo me dijo que me daría unos segundos para que cerrara la puerta y... Ya no supe que más pasó afuera, solo se oían golpes y cosas rompiéndose.

— ¿No recuerdas más?

— No.

— De acuerdo. Puedes retirarte. Tú castigo por lo que hiciste te lo comunicaré más tarde aún necesito pensarlo.

— ....Sí, Alfa.

Claude salió del despacho intranquilo, pude notarlo en su rostro blanco y su mira perdida. Puede ser duro para él, pero al final fueron sus propias acciones lo que lo trajeron ante mí y ante él castigo que recibirá.

Me quedé en el despacho un rato más acomodando y guardando todo. Mañana regresamos a casa por la tarde y todo tiene que estar listo, una vez que acabé, salí de casa yendo directo a la casa del beta William, ahí debe de estar Aadya y Joel. Toqué un par de veces, pero nadie me abría hasta después de cinco minutos o más, Joel, me abrió molesto.

— ¿A qué se debe tu visita? — dijo cruzando sus brazos mientras se colocaba en frente de la puerta.

— ¿Me vas hablar así?

— Te estoy hablando normal — serio.

— ¿Sigues molesto? — pregunté, pero el solo río de lado negando.

Si. Sigue molesto por haberlo sometido.

—  Oye. Sabes que no puedes matarlo y tú te descontrolaste, ya te he dicho que controles a shiro.

— Te equivocas. — Su voz sonó tranquila, pero con molestia a la vez — no pensaba matarlo, solo quería que pagará por lo que hizo.

— Y lo hará

— ¿Qué piensas hacer?

— Sigo pensando en ello.




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