Aadya
— Aadya ¿Quieres ir a conocer la manada? — me pregunta Joel mientras termina de lavar los trastes. Yo quise ayudarlo a lavar los trastes, pero él se negó y solo me dijo que lo esperara.
— Sí. — acepté. Nunca había salido de la otra manada y tener la oportunidad de conocer la que dirige el alfa supremo es una oportunidad que no puedo desaprovechar.
— Bien, vamos — dice secándose las manos en su ropa para después agarrar sus llaves.
Salimos de su casa y lo primero que veo es un patio de entrenamiento algo grande.
— Ahí entrenaremos — dice caminando pasando de largo el campo.
— ¿No habrá problema si entrenamos mientras todos nos ven?
— Ese es el objetivo
— ¿Qué me vean? — pregunto confundida siguiendo su paso.
— No. — se detiene — el objetivo es que te controles más — vuelve a caminar y yo lo veo alejarse, pensando si decirle o no sobre mi sueño. — no te voy a buscar si te pierdes — dice en voz alta y voy hasta él trotando para alcanzarlo.
— Oye — lo alcanzo caminando al par de él.
— Mandé — sin detenerse.
— Bueno, sobre eso del control...no creo que sea un problema.
— ¿Ya te controlas?
— Sí — se detiene — y no — digo al instante
— ¿Entonces?
— Yo...tuve un sueño extraño o...más bien tuve una unión — suelto y Joel se me queda viendo dudoso.
— hablaste con...ya sabes
— Sí, bueno solo con uno y dijo que, así como todos tienen su balance igual yo.
—... Bien. Hablaremos de esto en la casa se acerca Sebastián. — dice y volvemos a caminar en dirección del alfa
— Veo que ya despertaste — habla Sebastián uniéndose a nosotros.
— Sí. Ahora le estoy dando un pequeño recorrido por la manada — contesta Joel
— Si quieres hablar con alguien ve con Claude, ella no tiene nada que ver. Así que le pido que no la moleste en ese tema — dice Joel serio y el ambiente cambia totalmente el alfa frunce el ceño, pero Joel tampoco se deja y lo mira fijamente sin bajar la mirada. Yo me quedo en silencio sin saber qué decir, es como si viera una lucha de poder.
— Joel no pienso discutir contigo, ya castigue a Claude por el daño que hizo pero necesito saber que pasó
— Aadya lo salvo. ¿Qué otra explicación quiere?
— ¿El cómo?, eso quiero y la única persona que me contestará será ella — me mira fijamente con una mirada penetrante para después volver a mirar a Joel.
— Entonces le recomiendo que investigue por otro lado porque no dejaré que Aadya hable con usted. — habla tan serio y seco con Sebastián que el ambiente se siente muy pesado.
— Joel — serio — he sido muy paciente contigo estos días, pero no dejaré que desafíes
“mi autoridad” — gruñe furioso y sus ojos se ponen rojos. Me voltea a ver y siento que su irá cae sobre mi — ¡te espero en mi despacho! — suelta más que furioso alejándose mientras yo solo lo veo irse.
— No tienes que ir — habla Joel más tranquilo también viendo cómo se aleja el alfa.
— No iba ir. — digo sin dudar y voltea a verme — quiero vivir por si no lo sabes — sonrió e igual Joel — ¿por cierto que le hicieron a Claude?
— Una larga historia. Vamos. — vuelve a caminar y yo lo sigo — pero lo más importante es que Sebastián lo castigo quitándole su título — quedo en shock al oír eso — por supuesto que si lo quiere de regreso cuando cumpla 21 tendrá que demostrarle que es digno de ello sino adiós alfa Claude.
— Eso...no me lo esperaba — dije sin poder creerlo aún.
— Claude violó varias reglas es un castigo que se merecía y eso lo tiene muy presente Sebastián. Él sabe que el ser nombrado alfa no da el derecho ni el poder de mandar a todos los que quiera. Por eso te dijo que te esperaba es su despacho, más no que te ordenaba que estuvieras en su despacho.
— Ósea que...
— Sebastián jamás abusara de su poder y eso es algo que admiro de él.
— ¿Y por qué le contestas? — pregunté totalmente confundida. Si lo admira ¿por qué se le pone al tú por tú?
— Dije que jamás abusará de su poder, más no que nunca lo usé, él se lo merece por regresarme cuando quería romperle la cara a Claude.
— ¿Por eso Joel?
— No es solo eso. Sabes, para mí es un orgullo ser su beta, pero más allá de eso somos amigos, pero... Él siempre que ve que algo está mal me regresa, aunque yo no quiera y... Si un día todo sale mal, no me lo perdonaré. Es muy frustrante para mí no poder hacer nada cuando me lo ordena, por eso tiene que entender que no me importa la decisión que él tome. Tiene que respetar la mía sobre sus propios deseos. — termina de explicarme deteniéndose.
Entiendo lo que quiere decir con eso;
sin embargo en una situación peligrosa donde no hay escapatoria haría lo mismo que Sebastián. Saber que tienes en tus manos la manera de salvarlos y que esa única manera sea obligándolos a salir, sin duda lo haría yo igual.
Es egoísta y lo sé; sin embargo...preferiría salvarlos a cargar con el pensamiento de que pude salvarlos.
— Este es el campo de entrenamiento — habla Joel sacándome de mis pensamientos.
— Es bastante grande ¿no? — digo al ver un enorme campo dividió por pequeños cuadrados me imagino que ahí entrenan combate personal
— Sebastián es muy exigente cuando se trata de entrenamiento incluso a veces los entrena el mismo, así que cuidado podría un día pelear contra ti.