El Deseo de la Luna

Capítulo 38

Aadya

Escucho de manera fuerte un aullido de tristeza que logra impregnarse en mí, sintiendo en mi corazón un dolor pulsante tan fuerte que provoca que despierte.

Mi pecho sube y baja mientras observo a mi alrededor, Left ya no está conmigo, pero lo alcanzo a ver un poco más adelante viendo la luna.

— ¿Qué pasa Left? — pregunto mientras me levanto, viendo como mira la luna con tristeza. Levanto mi mirada igual a la luna resplandeciente preguntándome ¿Si este dolor que siento, es de él?

— Es hora de irnos pequeña — dice volteando a verme para después caminar hacia a mi pasando de largo.

— ¿Te encuentras bien?

Se detiene al instante al escuchar mi pregunta que dándose en silencio unos segundos para después decir — Sí — y volver a caminar dejándome atrás sin voltear a verme. — Vámonos — dijo y yo reaccione al ver qué ya está muy lejos de mí.

Empecé a caminar detrás de él teniendo durante todo el camino la misma distancia. Ninguno de los habló durante el camino hasta que llegamos a la manada y la mayoría se acercó a recibir al alfa. Incluso su prometida corrió hacia a Left abrazándolo. Yo al ver a su prometida sin duda me alejé y no porque le tuviera miedo, sino que el aullido aún seguía en mi mente, me encontraba bastante confundida y no sabía ni porque me sentía así de triste.

Pero me estaba doliendo en el alma, ver a todos sonríen felices entre ellos rodeando a Left y Susan, los hacia parecer frente a mí una manada unida a la cuál evidentemente, yo no pertenezco.

Incluso ahora me preguntó si ¿alguna vez pertenecí a un lugar?

Porque no soy de aquí, tampoco pertenezco a la manda del alfa William. Ni siquiera cuando nací pertenecí a un lugar. Todo en esta vida lo perdí cuando nací.

¡Maldición!

Porqué cuando creo que todo va bien vuelvo a sentir está soledad. ¿por qué? ¿por qué me está doliendo tanto ver a todos juntos?

— Aadya ¿adónde vas? — escucho la voz de Emilio detrás de mí.

— A la casa del alfa — dije sin voltear a verlo.

— Pero todos van a celebrar el regreso de la luna además igual van a celebrar que pronto se casarán.

— Eso — me detengo, per instantes después vuelvo a caminar —... No tiene nada que ver conmigo.

— Pe-ro tú estás viviendo con él, tienes que ir a celebrar.

— ¿Celebrar? ¿Qué se supone que célebre? Ellos se casan no yo. — me detengo volteando a verlo.

— Pero es nuestro alfa, nuestra luna. — dice algo triste.

— ¡Por el cielo!, ¡Es su alfa, no el mío! ¡tampoco es mí luna, es de ustedes!

— Pero somos una manada una..

— ¡Ustedes son una manada!  ¡yo no!  ¡yo ni siquiera pertenezco aquí!

— Aún no llega Joel.

— No.

— No serás parte de nosotros sino está él.

— Nunca seré parte de ustedes...aunque esté él

— ¿Lo extrañas?

— Emilio... Quiero estar sola

— Pero...

— por favor. Me alegra que te estés recuperando, pero está vez solo quiero irme. — digo alejándome, pero una voz diferente a la de Emilio me detiene.

— Acaso no puedes convivir con nosotros un rato sin Joel.

— Las celebraciones no son lo mío.

— ¿No son lo tuyo? Y porque si nos acompañaste en la reunión incluso bailaste con el alfa o necesitas que le vaya a llamar para que nos acompañes.

— ¿Qué les pasa ahora a ustedes dos?

— ¿Más bien que te pasa a ti? ¿Por qué no quieres ir con nosotros?

— Porque no.

— Pero ¿por qué no? No estaremos cerca de Susan sino quieres, es más podemos alejarnos.

— ¡Qué no! — grito con frustración todo esto, está provocando que mi humor cambie. Quiero controlarme, pero es imposible sus emociones y sentimientos están cambiando mucho en tan pocos minutos.

— Vámonos Emilio, no creo que cambie opinión.

— Tienes razón, no lo haré — digo dejando caer mis brazos a mis costados.

— Eres una increíble y fuerte persona Aadya, pero tú comportamiento solo me dice que necesitas a Joel para poder adaptarte a nosotros — termina de decir Jack para después irse alejando con Emilio.

— ¡Si! — grito haciendo que los dos volteen — tienes razón ¡lo necesito!  ¡desde un principio lo necesité!  ¡sin él yo hace tiempo hubiera muerto y aunque no sé si salvarme fue la decisión correcta! ¡ahora mismo quisiera que no lo hubiera hecho!  ¡no tengo a nadie aquí!  ¡no tengo una verdadera familia como ustedes!
¡no tengo en quien confiar!  ¡no tengo nada en esta vida!  ¡incluso ahora necesito que me ayude a controlar de nuevo mis sentimientos que me están quemando!  ¡porque no sé qué me pasa!  ¡estaba bien, pero es aullido...

— Aadya contrólate — dice Jack acercándose a mí con cuidado

— ¡No puedo!

— Aadya, tranquila, vas a llamar la atención de todos y...

— Tus ojos están cambiando — dice Emilio igual acercándose a mí, pero él si toca mi rostro viéndolos — son bonitos, morados.

— ¿Có-mo? ¿morados?

— Sí.

— Me tengo que ir. — digo rápido para irme, pero Emilio me detiene

— Tus ojos de vampiro son rojo puro, pero ahora tus ojos son morados con negro, eso quiere decir que...

— Lo lamento, me tengo que ir...

— Aadya tu...— habla Jack quedando en silencio por unos segundos — eres...

— ¡UGHT! — me quejo y caigo al suelo al sentir tronar mi tobillo.

— ¡Aadya! — gritan los dos.

— Váyanse.

— Pero...




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