Aadya
Estoy llegando a casa. De hecho, estoy casi enfrente solo un par de pasos y llegó. Lo que me dijo Henry en verdad me ha hecho pensar todo el camino; sin embargo, no encuentro nada para que Alan vuelva a traicionarme, pero de alguna manera estoy muy nerviosa y alterada por lo que pueda decirme
— ¿Adónde vas? — escucho una voz, pero sigo mi camino sin hacerle caso.
— ¡Te están hablando! — escucho una voz diferente que me toma del brazo y me jala deteniéndome, pero me suelto bruscamente al instante dejando salir solo la fuerza de mi lado vampiro
— ¡Detente! — gruñe Sebastián acercándose evitando que me revele frente a Susan — ¿Qué son esos modales frente a tu luna?
— Lo mismo digo que son esas formas entrometerse con alguien, además no es mi luna. — suelto viéndola, pero ella solo ríe llevando su mano a su boca negando.
— ¡Más respeto Aadya!
— Si claro, perdón. — digo rápido dando media vuelta
— ¿Dónde has estado?
— Dónde no le importa saber — suelto frente Sebastián, pero sin esperarlo el silencio nos inunda al escuchar un crack.
Llevo mi mano a mi mejilla limpiando mi sangre viendo a la luna mientras Sebastián se queda mudo
— ¡¿Qué falta de respeto es esa?!
Río — habla la que golpea a su propia manada por gusto — suelto y Susan se queda en silencio mientras Sebastián la voltea a ver confundo
— ¿De que habla? — pregunta Sebastián
— No lo sé amor, está loca —
— si claro. Con su con permiso — digo con sarcasmo — no tengo tiempo para ustedes
— ¡Aadya! — grita Sebastián, pero no le hago caso y entro a casa azotando la puerta llamando la atención de Alan que estaba hablando por teléfono.
— Después te llamo — dijo colgando el teléfono — llegas temprano.
— Si. — digo. No sé cómo empezar esta conversación. Es más no sé, si en verdad quiera tenerla.
— ¿Qué te paso? — trata de acercarse, pero lo detengo
— No es nada. — digo volviendo alejarme llevando mis manos a la silla saltando un suspiro. Esto es muy difícil para mí.
— Bueno. ¿tienes hambre? ¿te sirvo de comer?
— No, no. Yo quiero…bueno no quiero, pero mejor dime ¿por qué razón has venido? — suelto y Alan se queda en silencio unos segundos.
— Ya te dije para ganarme tu perdón.
— ¿Para qué? ¿Qué esperas después de que te perdone?
— Nada
— ¡¿Cómo nada?! — grito jalando la silla un lado de está hacia el frente y la otra hacia atrás al mismo tiempo rompiendo la silla en dos
— Aadya cálmate estar exaltada.
— ¡Por supuesto que lo estoy.! ¡todo esté tiempo pensé que en verdad solo querías que te perdonará! ¡pero ahora no se si solo quieras eso! ¿por qué viniste? Alan.
— Creo que, no podré ocultar esto más ¿verdad?
— No.
— Aadya, sé que fui y estoy siendo egoísta. No quiero sentirme mal conmigo mismo, aunque sé que lo que te diré te lastimara. En verdad créeme, pensé mil veces en dejarlo así, pero...me venía a mi mente la pregunta de ¿Qué pasará? Yo te quiero Aadya, en verdad que lo hago, pero ellas, me necesitan ahora.
— ¿Ellas? — pregunto confundida y dolida. Después de todo no solo vino por mi sino por él.
—Si....seré papá. Voy hacer papá de una niña Aadya y....no...no quiero que si en un futuro te descubren me...vinculen contigo. — suelta dejando salir pequeñas lágrimas rompiendo por completo mi corazón mientras recuerdo las palabras de Henry
“sino eres parte de ellos te traicionaran de la peor manera”
Río dejando salir unas lágrimas — ¿quieres romper los pocos lazos que nos unen? ¿Por qué serás padre?
— Por favor entiéndeme Aadya. Tengo miedo que algo le pase a mi hija. Te quiero y lamento todos los días no poderte defender, incluso ahora me siento lo peor del mundo al decirte esto. No te lo mereces y lo sé, pero...no puedo evitarlo. Son lo más importante para mí, son mi familia.
— ¿y yo…no lo era?
— Aadya
— Responde Alan... ¿Nunca, fui tu familia?
— S-si lo fuiste — dijo con su voz temblando — pero ahora, mi prioridad es ellas.
— Si...eso te preocupa…puedes irte — digo sintiendo un nudo en mi garganta. Sus respuestas me duelen, pero tampoco lo puedo evitar. Yo ya lo sabía, solo que no lo quería aceptar. Lo que fue, ya nunca más volverá hacer. Ese tiempo junto a él, se acabó hace mucho tiempo, ahora él ve solo por él y su propia familia.
— Aadya
— No diré nada — digo con voz llorosa
— Aady...
Lo interrumpo — No hay necesidad que vuelvas ni...te presentes más frente a mí, tampoco es necesario que le digas a Joel que ya te fuiste
— Pero...
— Necesito estar sola y.…Joel tiene obligaciones no quiero ser igual una carga.
— Joel no piensa eso de ti, él…
—Lo pensara, al igual que tú. — digo y Alan se queda en silencio, como si lo confirmara.
— Él es diferente, ya vivió mucho tiempo puede que ni siquiera le importe morir por ti.
— ¿Y cómo sabes que ya vivió, sino a encontrado a su compañera? — se queda en silencio — los sentimientos cambian y más los de un lobo en cualquier momento igual puedo esperar su rechazo y su discurso diciendo que fui lo peor que pudo estar en tu vida, Incluso fui lo peor que les pasó a mis padres.
— No. — niega — no pongas palabras en mi boca que no dije.
— Pero lo sientes...sientes a ver sido mi hermano, porque si no lo hubieras sido no estarías lidiando conmigo ¿o me equivoco?