El Deseo de la Luna

Capítulo 49

Aadya

Después de que Alan se fuera, me sentí mal y salí al bosque a caminar buscando una respuesta a todo esto, dónde la luna deslumbraba con su luz radiante.

¿Fue necesario traerme? — pregunto mirando la luna que brilla — porque no lo entiendo, he hecho todo, pero...cada vez que llegó más lejos, me dejan... ¡¿de qué sirve? — grito, dejando salir todo — si...si para ellos es tan fácil cortar lazos. — me dejó caer al suelo, abrazando mis rodillas haciéndome bolita — no tengo a nadie, nadie me quiere a mí, no sería más fácil dejarme consumir y que la loba lidie con esto. Simplemente desaparecer. — susurro escondiendo mi rostro entre mis rodillas dejando que el tiempo pase. Perdiéndome en un sueño que quiero que dure para siempre.

...

— ¿Qué haces aquí? — pregunta la loba al verme en su cueva escondida

— Tu ganas. No quiero volver a despertar solo para ver cómo me dejan por completo.

— ¿Qué dices?

— Estoy cansada.

— Puedes salir y vivir

— ¿Así de fácil?

— Si.

— Vaya, pensé que eras más valiente, pero solo fueron unas palabras las que te hicieron cambiar de opinión.

—¿Qué más da? Ya puedes salir, ¿no querías eso? Vete tu igual con tu mate.

— ¿Y qué pasara contigo?

— Eso ya no importa, a nadie le importa, solo sal y déjame morir.

— ¿Sabes? vi todo desde aquí, sé que te dolió, porque igual me dolió. Tus sentimientos y emociones son de gelatina, tan frágiles y blandos que se romper con la más mínima desilusión.

— ¿Y qué puedo hacer para cambiarlos?

— No necesitas cambiarlos. Gracias a ello tu espíritu es fuerte.

— ¿Fuerte? Si claro y mírame aquí, estoy hecha un desastre

— Eso no tiene nada que ver. Estás aquí porque querías verme — se acuesta frente a mi — No tienes a nadie dices. Pero los que no te tienen son ellos. Tú puedes vivir por ti misma, nosotros somos el equilibrio que este mundo necesita para que haya paz. Solo necesitas fortalecer tu corazón y dejar de pensar que todos te odian, porque hay sobrenaturales que quieren conocerte. No dejes que vuelvan a lastimarte y fortalécete por ti y tus amigos. No dejes que los lastimen, protegerlos.

.....

Despierto de aquel sueño y me levanto para caminar de nuevo a casa viendo de lejos a Joel que mira su propia casa.

— Joel — pronunció y voltea sorprendido

— Aadya ¿Qué haces afuera a estas horas? ¿y Alan?

— ¿Volviste? — susurro cansada de alguna manera siento que debo darle menos importancia a todos.

— ¿Que? ¡¿qué haces aquí?! — grita molesto
— ¡vete a casa!

Sonrió negando. Ahora no puedo expresarme correctamente — gracias por preguntar cómo estoy. Por cierto ¿cómo te fue? Cierto no soy tu familia para que me andes preguntando esas cosas — digo con sarcasmo

— no es momento para tu sarcasmo Aadya —molestó — ¿Qué estás haciendo afuera? — habla un poco exaltado y lo miro observando que de alguna manera está nervioso.

— se puede saber ¿por qué te molesta tanto el que yo esté afuera?

— porque...—se queda en silencio sin saber que decir.

— ¿He interrumpido algo o...no querías verme? —se queda en silencio sin saber que responder confirmando que no quería verme — lamento interrumpir tu salida — digo pasando a lado de él

— espera detente — hago lo que dice, pero sin voltear a verlo — ¿que tienes?

— Te lo diré si...me dices adónde vas. Claro me queda que en tus planes no estaba verme ¿verdad? — suelto volteando a verlo

— Yo — me mira fijamente — ¿te rompiste el labio? Y ¿porque tienes rojo el cachete?  — pregunta y yo suspiro maldiciendo a Susan mientras me tocó mi labio

— No es nada, fue una pequeña discusión con una arpía enorme y un sabueso sin cerebro. — dije para que no reconociera de quién estoy hablando. — ¿y tú adónde vas a escondidas?

— Yo...me iré un par de días más a…seguir ayudando

<<miente>> escucho una voz de la loba en mi cabeza <<está nervioso, dile que le vaya bien y vete>>

— que te vaya bien — digo alejándome entrando a la casa sin recibir respuesta de Joel. Observo a Joel desde la ventana viendo cómo se marcha.

.....

Al día siguiente me levanté, me cambié, tomé mi mochila y me salí yendo directo hacia las cascadas de nuevo. Me siento más tranquila el único problema es que la loba se la pasa hablando todo el tiempo quiere saber todo.

<<¿oye por cierto te dije mi nombre?>>

Vaya no pensé que tuvieras nombre — le contesto por telepatía no quiero que ve vean hablando sola y piensen que estoy loca

<<claro que tengo nombre y es Lía >>

Un gusto Lía soy...

Me interrumpe — <<Aadya, lo sé. Eres como una mezcla rara. Tu piel es muy blanca, pero tú cuerpo es cálido, además puedes alimentarte tanto de comida como de sangre.>>

Vaya me preguntó ¿por qué será? — le contesto con ironía

<< oye no me andes contestando, todavía que te ayudo a no estar sola me contestas feo>> habla molesta

No pues si es así te lo agradezco — vuelvo a decir con ironía

<< ¡Vez como eres! Con la gente que debes ser así no lo eres, pero conmigo si >>

Lo siento, lo que pasa que contigo estoy practicando

<< ¿Conmigo? >>

Claro eres la única que está aquí ahora ¿no?

<< Tienes razón. Nadie te quiere>>




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