Aadya
— ¿Dónde has estado? — pregunta el alfa molesto.
— Conociendo el lugar.
— ¿Y por qué no has venido?
— Tengo prohibido venir. — le contesto metiendo mis manos en mi sudadera
— ¿En serio piensas que me voy a creer esa mentira de que Alan te lo prohibió?
— Allá y tú sino me crees, además, no vine aquí para discutir con usted vine por...
— ¡Si! Y eso me queda más que claro, viniste por, ese que está allá — suelta con odio mirando a Jack, apretando su mandíbula y sus puños.
Vaya parece que Emilio tenía razón lo odia demasiado, pero eso no era así ¿por qué ahora se expresa así de Jack?
— Su nombre es Jack. No ese, así que le voy a pedir que sea más cuidadoso por cómo se refiere a mis amigos, creo que ellos no han hecho nada malo para que usted los trate así.
— ¿Lo estás defendiendo? — pregunta sin poder creerlo.
— Sí. — suelto obvia.
— ¿Sí?
— Sí. — repito — ellos no se merecen ese trato.
— ¡¿Y qué yo sí?! — exaltado.
— Ellos nunca lo han tratado mal, ni mirado mal
— No me refiero a ellos, me refiero a ti.
— ¿A mí? — asiente — ¿Y yo por qué? ¿Ahora que hice?
— ¿tú por qué? — dice mientras en su boca se forma una pequeña sonrisa de lado negando.
— se te hace poco dejarme de hablar por lo de la última vez y fuera de eso irte con el ¡imbécil! de Alan. — suelta con ¿dolor? No logro entender su expresión de ahora. Me habla y saca todo con odio, pero sus ojos me dicen lo contrario.
— Me tenía que ir, Joel de seguro también te lo dijo, llegando Alan me tenía que ir con él, además, estabas muy molesto porque no llegué y parecía como si fueras a...
— ¿Qué a pegarte?
— No yo no dije eso, ¿por qué me interrumpes?
— Pero lo piensas.
— No lo pienso, contrabajo pienso mientras hablo, iba a decir que a encerrarme.
— Pues ganas no me faltan y si no lo he hecho es porque no quiero que me odies.
¿Oí bien? ¿en serio dijo que si me iba a encerrar? — No me puedes encerrar solo porque llego tarde.
— Claro que sí, soy el alfa
— Eso no quiere decir que tengas poder sobre mí y sobre nadie. Ahora entiendo porque Joel odia que lo controles. Eres un arrogante.
— Cuidado como me hablas. No soy Joel ni Alan. Soy el alfa y merezco respeto.
— Bien, entonces yo no soy de los tuyos y tus reglas no me importan. Con permiso — digo enojada, doy media vuelta y doy tres pasos alejándome, pero Sebastián provoca que voltee
— Tienes razón no eres parte de esta manada y la única razón por la que estás aquí es porque te acepté con una condición.
— Condición, ¡claro! Tenía que haber una maldita condición, — me acerco de nuevo — bien, dime ¿cuál fue esa condición? — se queda en silencio — ¡vamos dímela!
— ¿Qué está pasando aquí? ¿otra vez tu? — me mira Susan con odio — ¿acaso no aprendiste tu lección la vez pasada?
— Con todo respeto que usted se merece —
o sea nada — estoy hablando con el alfa, así que no se venga a meter donde no la llaman, porque no recuerdo que el alfa o yo le hayamos dicho que venga.
— ¡¿Cómo te atreves hablarme así?! ¡soy tu luna!
— Y volvemos a lo mismo — miro a Sebastián — ¿cuál fue la condición?
— ¡¿Me estás ignorando?!
— ¡Susan! — le llama la atención Sebastián — déjanos solos
— Pero ella..
— Ella tiene razón, debes dejar de escuchar conversaciones ajenas y dejar de meterte en todos mis asuntos. — miro a Susan con una sonrisa de victoria.
— Pero amor, lo que pasó en la mañana fue un accidente, nunca quise escuchar tu conversación con Joel
Miro a Sebastián asustada. Nada más falta que Alan si le haya dicho a Joel que se regresaba a su casa— ¿hablaste con Joel? ¿qué te dijo?
— Nada que te importe — dice Susan
— ¡Claro que me importa es mi hermano! —
— ¿En serio? Vaya que lástima, porque por lo que oí no creo que a él le....
— ¡Susan! — le grita Sebastián furioso — vete a la casa.
— Pero...
— ¡Ahora! — le ordena serio y Susan sin querer irse, se va.
Vaya, sí que puede doblegar a cualquiera a irse, aunque jamás pensé que fuera capaz de ordenarle a su prometida.
— ¿Y qué te dijo? — vuelvo al tema.
— Nada.
— ¿Nada? ¿ni cuando regresa o algo? Dijo que no se tardaría mucho y ya casi es un mes, además cuando regresó en la madrugada actuó muy...
Me interrumpe — no me dijo cuando regresaba, pero por lo que sé, se va a tardas más de lo que pensaba.
— ¿Cuánto?
— No lo sé.
— ¿Cómo no lo vas a saber eres el alfa?
— Ha, ahora si soy el alfa.
— Nunca negué que fueras el alfa
— Si lo hiciste
— No claro que no. Yo dije que no podías manipularme a mí, más no que no pudieras manipular a tu manada.
— Y si quiero manipularte a ti.
— Vamos Sebastián no estoy jugando, solo dime qué te dijo Joel.
— Nada.
— ¿En serio esa es tu respuesta?
— Sí.
— Bien. — me volteo
— ¿Adónde vas?
— Con personas que si responden mis preguntas. — le respondo mientras me alejo — y una cosa más, si Joel vuelve a comunicarse contigo dile que quiero hablar con él, tengo algo muy importante que decirle.
— ¿Qué es lo importante que tienes que decirle?