El Deseo de la Luna

Capítulo 56

Aadya

— No, esto no es parte del trato Aadya — dice Henry

— Vamos, ellos igual quieren conocer la ciudad— trato de convencer a Henry que no quiere llevarnos a los tres al pueblo de brujas.

— No. Definitivamente no.

— ¿Por qué? — pregunto sin saber la razón, ayer me llevo a mí y pensé que igual podría llevarnos a los tres, ya que Emilio quería ver magia.

— Llevarte a solo a ti, fue peligroso, ahora imagínate llevarme a los tres. No eso no sucederá.

— Nos quedaremos juntos, lo prometo.

— No.

— Ándale.

— Mi respuesta es no y deja de verme así.

— Pero Henry…

— Pero nada, soy un vampiro consciente de que no lo quieren allá y no voy arriesgar a tres niños que son tercos.

— Pero ayer me llevaste — insisto

— Porque podía cuidarte, y si pasaba algo no sería difícil protegerte, pero tres Aadya, no.

— Podemos cuidarnos además Jack y Emilio entrenan del diario, por eso igual hoy llegué tarde los estaba esperando — digo y Henry me mira confundido.

— ¿Y tú? ¿acaso no entrenas?

— Aa..si entreno.

— Entrenaba — suelta Emilio tranquilo y lo volteo a ver haciéndole señas de que se calle.

— Estoy tomando unas pequeñas vacaciones.

— Claro, pequeñas — irónico — por eso vienes aquí saliendo de la escuela, te saltas el entrenamiento ¿verdad?

— ¿Qué? No. Cuando vino Alan mi hermano el que se fue, me prohibió ir.

— Pero ya no está.

— Pues por eso. Nadie sabe que ya se fue y te dije que Joel no sabía que Alan se había ido.

— Espera, espera se llama... ¿Joel? ¿tu hermano?

— Si, Joel — afirmo

— No olvídalo menos los llevaré.

— ¿Pero por qué?

— No me dijiste que eras hermana del beta del alfa supremo.

— Pero, eso no tiene importancia, también podría ser hermana de Emilio. — digo y Emilio asiente

— Claro que tiene importancia, si algo te pasa no quiero ser perseguido por él toda la eternidad.

— Que no pasará nada, se cuidarme.

— Y muy bien — nos vuelve a interrumpir Emilio, pero está vez Henry lo mira y él solo levanta sus manos alejándose.

— No.

— Pero...

— Es mi última palabra y no insistas o iré con tu alfa y le diré todo

— ¿Có-como le vas a decir eso?

— Ya me oíste, así que deja de insistir — doy media vuelta tocando mi cuello mientras saco aire rendida, pero a mí mente llega una solución para que los tres vayamos y volteo a ver a Henry de nuevo.

— Bien de acuerdo, no quieres llevarnos a los tres ¿verdad?

— Si.

— Entonces qué tal si primero te llevas a Emilio y mañana a Jack

— ¿Se turnarán para ir? — pregunta cruzando sus brazos levantando una de sus cejas

— Si.

— …No es una mala idea.

— No, no lo es — digo rápido.

— ¿Pero ¿qué harán ustedes dos? — me señala a mí y/a Jack

— aa, aquí los esperamos — digo

— Bien, de acuerdo, — deja caer sus manos a sus costados — decidan quien irá primero

— Emilio irá — digo rápido.

— ¿Y yo por qué? — reprocha y lo volteo a ver

— Porque tú querías ir — le contesto y se queda en silencio unos instantes.

— Bueno. — Acepta.

— ¿Entonces él irá primero?

— Sí.

— Bien, cúbrete la cara — lo mira y Emilio hace lo que le dice con su sudadera. — y ustedes no se vayan de aquí.

— No te preocupes, aquí los esperamos — digo y Henry asiente yendo con Emilio cubriéndole bien el rostro, se agacha como ayer para que Emilio suba a su espalda y en segundos desaparecen. Sonrió al ver qué se fueron y Jack me mira con duda

— ¿Iremos detrás de ellos verdad?

— Que astuto — le sonrió, agarro mi mochila saco las capas.

— Es una mala idea Aadya.

— No lo creo — le doy una capa y me alejo un poco para ponérmela

— ¿No crees que por algo no quería llevarnos a los tres? Esto es peligroso.

— No lo creo, además ayer fue tranquilo.

— ¿Y si lo descubrieron? Y por eso no aceptó llevarnos juntos. ¿No lo escuchaste? No lo quieren allá.

— Si escuché, ayer igual me lo dijo y en todo caso iremos separados en esta ocasión. No creo que nos vinculen tan rápido. Ahora — me acervo a Jack — ¿te la vas a poner o no? — Jack niega rodando sus ojos en desaprobación, pero se la coloca.

— Bien. Vamos — me agachó para cargarlo — nos va a descubrir si vamos rápido lo mejor será ir caminando.

— ¿Estás bromeando? Es un largo camino como para ir caminando, además te apuesto lo que quieras, qué ya llegó al pueblo, así que deja de preocuparte tanto, te prometo que al primer suceso extraño nos regresamos.

— ¿Segura?

— Si. además, vas conmigo que podría pasar

— Eso es lo que me preocupa — susurra despacio pero aun así lo alcanzo a oír; sin embargo, lo dejo pasar para alistarnos e irnos.

.....

Por otro lado

— ¿Dónde se está? — preguntó Ziro llegando al castillo de nuevo.

— No lo sé señor, volvió a salir

— ¡¿Otra vez?! — grito enojado

— Si. señor

— ¿Y ya averiguaste donde ha estado yendo estos días?

— Lo siento señor, pero su hijo a descubierto a todos los vampiros que hemos enviado a vigilarlo. Ayer solo uno pudo escapar informando que estaba en la ciudad antigua con una niña, incluso el vampiro dio su descripción — Ziro al escuchar eso llegó rápido aquel vampiro que le estaba informando y lo tomó del cuello azotándolo contra la pared serio.




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