El Deseo de la Luna

Capítulo 58

Aadya

— ¿No pensaste que por algo no quería llevarlos? ¡¡responde!!

— ¡No! — grité al sentir su presión.

— No — volvió a repetir — ¡¡pues a ver si ya piensas!!  ¡¡no puedes ir por la vida haciendo lo que quieras con los demás!! — gritó y yo mordí mi labio inferior aguantando mis lágrimas. Sé que me equivoqué y puse en peligro a Jack, pero...solo pensé en que sería genial si él viera lo que yo había visto. — espero que le pidas perdón, porque sabías que él no quería ir. — terminó de hablar para después desaparecer frente a mí.

Llevé mis manos a mi rostro. Pensando que la he regado de nuevo Henry tiene razón Jack desde un principio me dijo que no quería ir. Y yo de necia solo provoqué que se asustara. Hoy he entendido que el hecho de que entrenen diario, no quiere decir que sepan actuar en una situación como la de hace rato.

Caminé de regreso a la manada yendo a casa de Emilio toqué un par de veces y me abrió el señor Raúl.

— ¿Aadya? ¿qué te trae por aquí tan noche?

— disculpe, Emilio ¿sigue despierto?

— Si. Él...

Lo interrumpe Emilio saliendo — ¿Qué pasa?

— Los dejo — dice su padre regresando adentro de la casa.

— ¿Sabes dónde vive Jack?

— ¿Lo vas ir a buscar a estas horas?

— Sí. Necesito disculparme.

— La verdad, pensé que él se disculparía.

— No tiene por qué hacerlo la idea fue mía

— Bueno si fue tu culpa, pero — se queda en silencio unos segundos pensando — bueno que más da, Jack vive por allá — señala con su dedo la última cuadra de la manada — es la tercera casa antes de llegar a la última.

— Gracias.

— No hay por qué. Que descanses.

— Gracias tu igual — digo y Emilio sonríe de manera cálida, cerrando después la puerta.

Al ver qué Emilio cerro su puerta, me fui de ahí y fui hacia la casa de Jack, toqué un par de veces y salió una señora que se parecía bastante Jack

— Buenas noches en que puedo servirte — me preguntó su mamá de manera amable.

— Buenas noche señora, se encontrará Jack

— si. Claro. ¡Jack! ¡te hablan! — grita un poco fuerte e instantes después sale Jack con mal semblante.

— Los dejo — dice su madre.

— Gracias — digo sonriéndole a la señora que se va al instante dejándonos solo a nosotros dos.

El silencio nos invadió ninguno de los habló por unos instantes y la verdad yo no sabía cómo disculparme.

— Yo — trato de hablar, pero al ver de nuevo su rostro perdido, bajé mi mirada al suelo — lo siento, no era mi intención que te asustas de esa forma, fue mi culpa no hacerte caso desde el principio y.... realmente lo siento Jack. — me disculpe con sinceridad agachando mi cabeza no tenía el valor de ver su semblante. Nos quedamos en silencio de nuevo, Jack no decía nada y yo, ya no tenía nada que decir. — Lo siento — volví a repetir, pero está vez me alejé segundos después de su casa.

No fue mi mejor disculpa, pero fue sincera y Jack está en todo si derecho de no responderme y de estar molesto, si le hubiera hecho caso todo esto no hubiera pasado.

Regresé a casa, abrí la puerta y entré, todo es silencioso, tranquilo se nota que no hay nadie. Dejo la mochila en la sala y subo hasta mi habitación pensado toda la noche en lo que he hecho todo esté tiempo desde que llegué aquí, reflexionando en qué todo lo que me ha pasado es por culpa de mi actitud que he tomado, pensé que podría vivir y actuar como una persona de mi edad. Jugar y bromear como Emilio, pero la verdad es que yo no soy como ellos, puse en peligro a Jack y aunque no fue a propósito todo esto se pudo evitar, si hubiera pensado antes de actuar.

Emilio

Vimos a Jack de espaldas saliendo de un callejón corriendo, se veía asustado y Henry no dudo en ir hacia él, lo tomó por los hombros asustándolo tanto que dio un brinco; sin embargo, cuando Jack volteo y lo reconoció, trago grueso y dijo rápido que Aadya estaba en el callejón con dos vampiros.

Henry sin pensarlo se metió al callejón ordenándonos que nos quedamos afuera. Le hicimos caso y después de unos instantes salió furioso tomándome a mí y a Jack, nos jaló a fuera del pueblo y cuando salimos nos agarró como muñecos llevándonos de regreso a las cascadas.

— Váyanse — nos volvió a ordenar desapareciendo al instante.

Jack caminó de regreso a la manada sin mirar atrás apretando su mano. Lo seguí un rato y cuando me di cuenta que empezó a moverse de un lado a otro frustrado.

— ¿Estás bien? — me volteó a ver frustrado, pero en instantes volvió a ver hacia el frente.

— ¡fui un cobarde! — gritó deteniendo su paso — no..no puedo creer que en verdad corrí  — susurró apretando su puño llevándolo a la altura de su boca para después bajarlo soltando un suspiro

— Fue una reacción normal.

— ¿Normal? — me voltea a ver — ¿cómo va hacer normal? Corrí dejándola ahí

— Nunca habías pasado por algo así, es normal que te hayas asustado.

— ¿Y por qué ella no se asustó?

— Aadya...aadya no es como nosotros además puede que haya pasado...

— Por algo similar — susurró Jack interrumpiéndome — eso no es motivo...no, no lo es, ¿dónde? ¿dónde quedó mi entrenamiento Emilio? Si salí corriendo como...

— No fue tu culpa.

— De ella tampoco, yo decidí seguirla, no me obligó.

— Bueno, pero creo que el problema ahorita no será contigo. ¿no viste a Henry? Esta furioso y si nos trajo a nosotros primero es porque va hablar con Aadya de esto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.