El Deseo de la Luna

Capítulo 73

Aadya

Jack se lanzó primero a mi molesto, golpeando sin parar mi bastón con fuerza dando golpe tras golpe mientras que yo solo me dediqué a detener todos y cada uno de ellos sin contratacar.

— ¡Defiéndete! — gritó molesto y cansado. Su sudor ya se notaba, escurría por su frente y bajaba hasta su barbilla cayendo al final al suelo. — ¡para que...para que pides un combate, sino... ¡sino vas a pelear como se debe!! — gritó logrando quitarme mi bastón de mis manos lanzándolo lejos. Soltó igual su bastón y se lanzó a mí cayendo los dos al suelo — tú... ¡tú tienes una idea!..“sniff”. Me he esforzado tanto. — dice con voz cortada

— Lo sé.

— ¡No! ¡no lo sabes!  ¡fui un cobarde! — gritó dejando caer sus lágrimas sobre mi playera

— Jack...

— ”sniff”....te dejé...te dejé incluso sola cuando Henry te regaño.

— ¿Regañar?, por la luna Henry no sabe
regañar, además fue mi idea.

— Y mi decisión fue seguirte — dice por fin viéndome a los ojos. Se sienta cubriendo su rostro en sus rodillas. Hago lo mismo, pero del lado contrario recargando mi espalda con la suya.

— Los dos nos equivocamos y tomamos la decisión equivocada, que por desgracia igual afecto a Emilio.

— Si. Lo noté en la mañana — ahora se recarga Jack sobre mí.

— ¿Cómo lo notaste?

— Me tocó combatir contra él y me venció en todos los sentidos pero lo que lo delató fue que su expresión no era la misma. Emilio nunca está serio y hoy parecía un cubo de hielo incluso llegó temprano.

— Tenemos que hacer algo Jack. Lo hemos lastimando.

— Lo sé. ¿pero qué podemos hacer? ¿ir a disculparnos? ¿y después?

— podemos…jalarlo de la oreja.

— ¿Estas bromeando?

— o también podemos ser sinceros con él y decirle que no equivocamos. Junto con un pastel.

— ¿Pastel?

— Si. Puede que le guste.

— ¿De dónde vamos a sacar un pastel Aadya?

— Mmm...pues... La verdad no lo sé, déjame pensar quien puede cocinar un pastel gratis.........¡oh! ¡ya sé! — me levanto rápido para empezar a caminar

— Es-espera ¿adónde vas? — se levanta rápido para alcanzarme.

— Vamos a casa del alfa.

— ¿Del alfa? ¿estás bromeando?

— No. es en serio

— Aadya, el hecho de que tú hermano sea el beta de está manada no quiere decir que el alfa tenga que cumplir tus caprichos porque tú hermano no está.

— Esto no es un capricho. Además, él no lo hará, solo tiene decirle a Lucia que lo cocine y ya.

— Lo dices tan fácil

— Bueno tampoco es tan difícil decirle que nos ayude a recuperar a un amigo, además, él no hará nada.

— Bueno, pues estoy seguro que nos diera que no.

— ¿Le has pedido un favor alguna vez?

— No.

— Ahí está, entonces no puedes decir que nos rechazara.

— Bueno consté que te lo advertí. Bien podríamos llevar a Emilio a ver las estrellas

— Esa igual es una gran idea, pero igual no perdemos nada en pedir el pastel. ¿por qué no quieres pedir el pastel?

— A veces me preguntó si en verdad respetas al Alfa

— Si lo hago, pero eso no tiene nada que ver.

— ¡Vez! ¡ese es el problema! piensas que él tiene la obligación de darnos un pastel

— Sé que no tiene ninguna obligación, por eso se lo vamos a pedir y si no quiere pues ya vemos cómo lo hacemos.

— ah, contigo no se puede razonar. — dice rendido caminando a lado de mí.

Sebastián

Me encuentro en mi despacho con Raúl estoy dejando todo en orden para salir esta noche en busca de mi sentencia.  Aún no le he dicho nada a él y no pienso hacerlo ya que él es muy fiel a qué solo nos tenemos que casar con nuestra mate, y si le digo que la encontré no me dejará en paz, sé que él no aceptó mi decisión de casarme con Susan y si le digo sobre mi mate y que quiero romper el compromiso, pero solo para esperar Aadya, no lo aceptará y le dirá a joel, cosa que no quiero porque yo mismo quiero hablar con él.

Tocan la puerta un par de veces y Raúl va abrir

— Tiene pequeñas visitas Alfa

— ¿Quienes? — pregunto alzando mi vista y cuando vía Aadya mi corazón pálpito quería volver abrazarla, pero me contuve y más cuando vi con quién venía. Me puse de malas al instante de solo ver que venían
juntos — ¿qué pasa?  — dije serio volviendo a ver lo papeles de mi escritorio.

— bueno queríamos saber si nos puede regalar un pastel — habla Aadya su voz me encanta, le regalaría todo lo que me pidiera incluso un....

— ¿un pastel? — pregunto confundido ¿para qué quiere uno?

— Si. Uno chico de chocolate. — explica con sus pequeñas manos la forma del pastel y aunque me encantaría complacerla no puedo Lucia ahora mismo debe estar haciendo la comida.

— Aadya Lucia tiene cosas que hacer no puede cocinar un pastel ahora. — le explicó y Aadya mira a Jack.

— Bueno eso era todo — dicen en unísono agüitados.

— Si querían uno debieron a verme dicho ayer o más temprano.

—... Entonces podrías darnos lo que se necesita para hacerlo — habla Aadya

— ¿Sabes hacer un pastel?

— No pero aquí Jack y yo podríamos intentarlo

— ¿Aquí?

— No. aquí te vamos a ensuciar todo — dice y Raúl suelta una carcajada.

— No. Me refiero a que si van a utilizar la cocina de aquí.

— Ah, no, sé que Lucia tiene muchas cosas que hacer en la cocina así que iríamos a mi casa Jack y yo. — dice y yo me vuelvo a molestar porque estarán juntos en una casa donde no habrá nadie más que lo vigile.




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