El Deseo de la Luna

Capítulo 81

Emilio

Quedé paralizado, en shock, al ver la brusca pelea, Aadya ni siquiera podía moverse solo cubría su rostro mientras sangraba de su boca y de uno de sus brazos que tenía una gran cortada.

El vampiro la tomó del brazo quedando todos en shock al escuchar un fuerte “crack” el vampiro le había dislocado su brazo.

Mi cuerpo tembló al ver eso, mi padre incluso dejó de caminar de un lado a otro y Aadya ni siquiera podía quejarse más solo vi como unas lágrimas cayeron de su rostro.

Recargué mi frente sobre el árbol en el que estaba apreté mi puño fuerte mientras igual mordía mi labio dejando caer mis lágrimas sobre el árbol. Sabía que su sonrisa era la más falsa que me había mostrado.

Me duele saber todo lo que tiene que aguantar solo por protegerse. Nadie de aquí hará algo para salvarla, nadie se meterá donde no pueden, nadie se enfrentará a Susan. Nadie que sea de aquí lo hará.

— Emilio — escucho la voz de Jack y volteo a verlo el igual está consternado — no debiste ver eso.

— sino lo hubiera visto, seguiría esperándola en la casa sin saber lo que le pasó hoy fuera de allá. No puedo dejar que sufra esto por dos días más.

— Yo tampoco pienso dejar que la sigan lastimando, pero...nadie de aquí ayudará.

— lo sé…es por eso que, tenemos que buscar a Henry.

— Lo mismo estaba pensando, es el único que puede venir y matar al vampiro sin recibir un castigo. El problema es si quiera venir.

— Estoy seguro que nos ayudará, además así también podrá entrar y llevarse a su sobrino, no se negará a entrar.

— Tienes razón, pero ahora tenemos que salir con cuidado, no nos pueden ver. — asiento para después empezar a caminar alejándonos del campo de entrenamiento con cuidado de que nadie nos viera, saliendo a las afueras de la manada donde empezamos a correr llegando hasta las cascadas y ahí, justo frente al río se encontraba Henry.

Bajamos al río corriendo sin esperar, Henry al vernos igual se sorprendió, pero al instante en que nos vio solo pregunto

— ¿y Aadya? — Jack y yo nos miramos y al final el dio un paso al frente.

— Tienes que ayudarla, la luna se ha aprovechado de que el alfa ni el beta están para buscar al híbrido y ella...

— ¿Qué has dicho? — preguntó Henry acercándose a nosotros con sus ojos rojos llenos de irá.

— En estos momentos la está lastimando — suelta Jack, pero se escucha como rompen una rama al pisarla y Henry voltea rápido

— Sabía que me estaban siguiendo — susurra — váyanse

— Pero...

— Ustedes no se preocupen, yo me encargo de esto — dice y en eso pasa un vampiro hacia la manada mientras otro sale y se le avienta a Henry.

Él se defiende y se lleva al vampiro lejos de nosotros, nosotros nos quedamos en nuestro lugar esperando que vuelva a llegar Henry, que llega después de unos instantes, con sangre en su playera.

— Esperen aquí, iré a ver si no está alrededor — dice rápido buscando al segundo vampiro pero después de unos minutos regresa.

— No está pueden volver seguros.

— Pero Aadya

— Mañana vendré, no pensé que el alfa no estuviera y que Susan actuará tan rápido, tengo que ir por algo, pero mañana necesito que me abran paso, no me pueden ver llegar.

— ¿Entonces si nos ayudarás? — pregunto

— Si incluso puedo ayudar matando a su luna si se atreve hacerle algo más. ¿aún no sabe quién es realmente verdad?

— no aún no, pero, está sospechando, pero ¿tú cómo sabes?

— Larga historia, pero lo mejor será que regresen, mañana yo mismo iré en la noche primero tengo que preparar todo, para que nadie la encuentre. — susurra lo último volteándose dándonos la espada para después desaparecer sin decir más.

Regresamos a la manada igual con cuidado de que nadie nos viera, pero llegando a la manda de la nada salió el vampiro que le rompió el brazo Aadya y otro. Nos tomaron del hombro a cada uno guiándonos hasta él campo de entrenamiento donde se encontraba Susan y Aadya que estaba recargada sobre un árbol sangrando.

¿esto aún no ha terminado? Me pregunté al verla sin energía, pero al vernos llegar se levantó con dificultad.

— Jack, Emilio, ¿adónde fueron en la tarde? — pregunta Susan con una sonrisa

— Caminamos — respondí

— ¡Oh! ¿en serio?  Porque mi lindo Tom los vio platicando con un vampiro al límite de la manada y creo que saben que es está prohibido y más porque hablaron con Henry — los vampiros volvieron a lado de Susan mientras Jack y yo nos miramos asustados, se supone que hicimos con cuidado que nadie nos viera, pero ¿cómo lo sabe?

Miré al vampiro nuevo recordando que uno entro a la manada. Debió de ser él por eso Henry no lo encontró.

— ¡¡¿Qué hacían con Henry?!! — grita furiosa llena de rabia.

Por otro lado

Se encontraba Ziro en su despacho mirando por la ventana recto y serio a Henry entrar a la casa e instantes después a otro vampiro, Ziro sin moverse de su lugar espero paciente, cuando después de unos instantes tocaron la puerta de su despacho dos veces

— Adelante — permitió el acceso a su despacho a un vampiro que vestía de negro — ¿a dónde fue?

— Fue de nuevo a las cascadas

— ¿A quién vio? — pregunto Ziro tranquilo sin despejar su vista del ventanal

— Dos jóvenes lobos estaban ahí

— ¿Alguna anomalía?

— Hubo varias — soltó el vampiro haciendo que Ziro girará un poco su cabeza algo consternado, pero volvió su vista al frente.

— Dime.




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